Maui y Big Island, las islas mágicas de Hawaii

Magdalena Kowieska

El paraíso hawaiano no sólo es Oahu, sino que también se expande entre sus otras 7 islas. Nuestro salto fue de Honolulu a Maui, el remanso de paz para los visitantes de la isla. En ella te esperan paisajes naturales, largas playas, cataratas escondidas, selva e increíbles zonas de buceo. Al igual que el resto de Hawaii, el terreno se diferencia de este a oeste, siendo el primero un clima lluvioso con una enorme variedad vegetativa y el segundo bastante caluroso.

Para volar entre las distintas islas no dudamos en contar con los servicios de Hawaiian Airlines, la principal aerolínea de Hawaii y cuyos orígenes se remontan a 1929 cuando se fundó Inter-Island Airways con servicio entre Honolulu, Maui y Big Island. A día de hoy sus vuelos no solo operan con diversas ciudades de Estados Unidos, sino también con Australia, China, Polinesia Francesa, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur.

Desde el momento en que subimos a los aviones de Hawaiian Airlines, todo el personal de la aerolínea se preocupó muchísimo por nosotros a fin de hacernos sentir que nuestras vacaciones comenzaban desde el mismo momento en el que embarcábamos hacia el avión, brindándonos un servicio cálido y personalizado.

A nuestra llegada comenzamos una intensa ruta por el este de la isla, desde Kihei hasta Lahaina, la zona más exclusiva de la ciudad y donde se hallan los resorts más lujosos. De la mano de The Maui Touring Company, conocimos la isla en el fin de la era del azúcar, industria que ha sido motor clave de la riqueza del lugar. A partir de enero se verán los primeros cambios en Maui, convirtiéndose en una isla más turística y explotada.

El volcán Haleakala se alza a 3055 metros y ocupa tres cuartas partes del arrecife. Es complicado poder apreciar la extensión de la isla desde el observatorio de la cumbre, pero en los días más despejados si miras el horizonte podrás apreciar la superficie de Big Island.

El segundo día dejamos de lado la carretera para unirnos a la Pacific Whale Eco Adventures, una fundación que busca proteger el océano a través de sus programas de investigación y educación ciudadana. Con ellos pudimos conocer la biodiversidad de Hawaii buceando con tubo por la isla de Molokini. Gracias a su excelente tripulación de naturalistas recibimos formación de numerosas especies que pudimos apreciar con nuestros propios ojos, peces, corales, delfines y tortugas. Tras horas de inmersión en el agua, disfrutamos de una barbacoa a bordo y de los cócteles más típicos de Maui.

Nuestro tercer y último día en la isla fue absolutamente asombroso gracias a Holo Holo Maui Tours. En hawaiano, ‘holoholo’ significa salir a la aventura, disfrutar del ocio, y eso fue lo que hicimos junto con Gustavo, nuestro guía para las siguientes 12 horas. Con una extensión de 1883 km2, se podría pensar que Maui se recorre en un abrir y cerrar de ojos, pero su limitación en carreteras y el hecho de tener un inmenso volcán en el centro de la isla hace que sólo sea posible bordear la isla.

Pusimos rumbo a Hana, una región aislada del resto y a la que sólo se puede acceder por carretera y atravesando el característico bosque húmedo, una selva que rodea la única carretera y donde las obras nunca terminan, pues no es raro que te encuentres un árbol cortando el acceso. Al margen de la loca carretera, Gustavo también conocía los parajes más escondidos, las rutas más increíbles, las cataratas más altas y lo más divertido, los saltos al agua.

En la ruta a Hana conocimos los orígenes de Hawaii, las costumbres de sus gentes, la importación de una gran parte de vegetación, preciosos acantilados, comida local biológica, playas únicas y las zonas de surf más populares.

Big Island, capital de los volcanes

La más grande isla de Hawai es también la que más se diferencia de las otras. Con dos volcanes activos, la isla crece en una gran superficie de lava solidificada. Además, en varios miles de años la isla de Lo'ihi, inmersa en el océano, se unirá a Big Island gracias a la erupción de su propio volcán submarino.

Para visitar la gran isla de Hawai hace falta dividir el tiempo entre sus dos diferenciadas zonas, el área tropical de Hilo y la zona árida de Kona, desértica en algunos enclaves. Nosotros decidimos contratar nuestras excursiones por Big Island a través de Viator, un turoperador online profesional, serio y especializado en ofrecer al cliente los mejores proveedores de recorridos y actividades por todo el mundo con el fin de que disfrute de una experiencia excepcional, única e inolvidable.

Más de 3 millones de personas han vivido miles de experiencias ya a través de Viator, pues con ellos uno puede disfrutar del mejor trato humano, con accesos entre bastidores, visitas privadas y recorridos VIP, sin colas ni multitudes. Todo ello ofreciendo al cliente magníficas ofertas para que un viaje fantástico sea aún mejor, y haciéndole ahorrar el tiempo de buscar esos tours en busca de su satisfacción y comodidad.

Para comenzar nuestra aventura por Hilo nos decantamos por hacerlo con la empresa Kapohokine Adventures, que gozaban con muy buenas críticas en la web de Viator. Esta compañía fue quien nos recogió en nuestro alojamiento para ponernos en forma con una caminata de 16 km por tierras de lava solidificada. Después de varias horas de caminata, a la que nos prepararon con una mochila llena de sándwiches, barritas energéticas, botellas de agua y sobres de vitaminas, pudimos ver el atardecer con un espectáculo único, la erupción del volcán Kilauea y su contacto con el agua.

Al día siguiente, con las pilas bien cargadas, nos esperaba de nuevo la furgoneta de Kapohokine para llevarnos a la asombrosa tirolina “Zipline Through Paradise”. Durante casi 4 horas tuvimos las mejores vistas de la isla desde cada una de las 8 tirolinas que compone el recorrido.

Bajando con la adrenalina en el cuerpo no pudimos dejar de admirar las cascadas, ríos y la selva tropical. Además, para completar la experiencia y grabar el momento enfrente de una increíble cascada hicimos una pausa para una degustación de frutas hawaianas.

Más tarde, volvimos a la zona de volcanes para explorar el Parque Nacional de los Volcanes, un paraje único con flora característica de la isla. Una de las cosas más comunes en los verdaderos hawaianos es su interés por el misticismo y la mitología. De hecho tienen sus propios dioses, por ejemplo, Pele, diosa de los volcanes, el fuego y la danza. Cuentan las leyendas que Pele quedó absolutamente prendada de Ohia, un joven muy atractivo que habitaba en la isla con Lehua, una joven bellísima.

La diosa intentó seducir a Ohia sin éxito por lo que estalló en cólera y le convirtió en árbol. Lehua, desconsolada, lloraba la pérdida de su amado. Finalmente, los dioses se apiadaron de ella por lo que la convirtieron en la flor de Ohia. Desde entonces, cada vez que alguien coge una flor del árbol de Ohia comienza a llover en Big Island, pues es Lehua quien llora por estar separada de su amor.

Para nuestro último día en Big Island, decidimos ir por nuestra cuenta a Papakolea Beach, la famosa playa de arena verde. Para llegar hace falta ir bien preparado, pues te esperan casi 4 km de marcha con calor desértico y fuertes ráfagas de viento. Sin embargo, las vistas desde los acantilados y la preciosa ruta hacen que sea una experiencia inolvidable.

Finalizamos el viaje con una última incursión al Pacífico para nadar y bucear con mantarrayas, criaturas marinas pacíficas que sólo pueden ser percibidas por la noche. A través nuevamente de Viator, pudimos vivir esta increíble experiencia con la estupenda empresa Splashers Ocean Adventures, quienes nos brindaron un muy buen trato durante las dos horas que estuvimos en mar abierto para ver de cerca a estos enormes animales.

Tras esto, llegaba la hora de regresar a España. Nos costó mucho dejar Hawaii, pero sin duda nos quedamos con unos recuerdos imposibles de olvidar gracias a las experiencias que vivimos, a la cercanía de los hawaianos y a la profesionalidad de todas aquellas personas que hicieron que pudiéramos conocer tan a fondo tres de sus islas.

¿DÓNDE DORMIR?

• ASTON MAUI HILL (Maui)

Se trata de una urbanización para turistas ubicada en la zona de Kihei que ofrece alojamiento privado de hasta 3 habitaciones, cocina americana, terraza, barbacoa y WiFi.

Además, su comunidad te ofrece acceso a su piscina comunitaria, sus pistas de tenis o su Spa. Totalmente recomendable, ya que Kihei es una zona tranquila de Maui cada vez más popular pero que ofrece las mejores playas y la comida más local.

• HAWAII VOLCANO VACATIONS (Big Island)

Esta cadena de alquiler de casas vacacionales nos acogió en una de sus lujosas villas cerca del parque de los volcanes, concretamente en la que se conoce como Creme de la Creme, ideal para disfrutar de la tranquilidad de la zona y de sus parajes naturales ya que se encuentra en mitad de la selva tropical.

Esta casa, equipada con todo lo necesario para cocinar y con una increíble barbacoa, ofrece la máxima comodidad para disfrutar de la comida local preparándola tú mismo. Además, dispone de espacio para 8 personas con 4 habitaciones, un vestidor y 3 baños, incorporando todo tipo de electrodomésticos como lavavajillas, microondas, cafetera, horno, lavadora y secadora.

El punto estrella de Creme de la Creme lo da sin duda el maravilloso jacuzzi situado en el enorme jardín, ideal para disfrutar después de la barbacoa y de un intenso día visitando la isla.

PARA MÁS INFORMACIÓN :::

• HAWAIIAN AIRLINES (www.hawaiianairlines.com)

• VIATOR (www.viator.com)

• THE MAUI TOURING COMPANY (www.themauitouringcompany.com)

• PACIFIC WHALE FOUNDATION (www.pacificwhale.org)

• HOLO HOLO MAUI TOURS (www.holoholomauitours.com)

• KAPOHOKINE ADVENTURES (www.kapohokine.com)

• SPLASHERS OCEAN ADVENTURES (www.splashersoceanadventures.com)

• ASTON MAUI HILL (www.astonmauihill.com)

• HAWAII VOLCANO VACATIONS (www.hawaiivolcanovacations.com/creme-de-la-creme)