Niveles históricos en el pago a la industria farmacéutica

Sólo la inestabilidad provocada por Cataluña puede acabar con el escenario de estabilidad y predictibilidad con el que en la actualidad cuenta el sector farmacéutico. Porque de no ser por la incertidumbre del desafío independentista, se podría decir que la industria vive un momento dulce, tras años de crisis y cambios continuos. Los brotes verdes son tangibles en un sector que, como ha apuntado Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria (la patronal de los laboratorios), está en unos momentos históricos «en cuanto al pago a proveedores, ya que estamos en momentos bajos. Esto es, los plazos de cobro están en torno a los 97 días. Esto es un momento histórico». En este sentido, desde Farmaindustria, en el contexto del XIV Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación, se afirmó que «ni en los mejores momentos económicos se pagaba en tan corto espacio de tiempo y que además ojalá uno tuviera un comprador de esa magnitud en el que se pudiera confiar que va a pagar con regularidad, aunque sea en un plazo de tres meses». Urzay también subrayó que la importancia de esta situación es clave cuando hace cinco años «nos encontrábamos, en abril de 2012, con 700 días de retraso».

Esto es posible en la actualidad porque se va a hacer efectivo el pago del FLA extraordinario de octubre a diciembre. «Permite aportar de los seis días extra que las tesorerías ordinarias autonómicas no pueden asumir, ya que en la mayoría de los casos pueden pagar los 24 días», añade el subdirector de Farmaindustria.

Otro de los puntos positivos de este marco estable es la recuperación de los niveles de la inversión en I+D, que recupera los 1.000 millones de 2008, anteriores a la crisis. Este incremento de la inversión permite al sector «mantenernos como líderes. Con datos favorables también en el empleo, con un incremento de 2.200 puestos de trabajo y superando cifras de exportaciones, por encima de los 10.000 millones de euros», destacó el director de Farmaindustria, Humberto Arnés.

Esta senda positiva puede acabar si el tema de la independencia de Cataluña empieza a provocar bandazos económicos. «Tal y como confirmó el anuncio del Gobierno de que el PIB crecerá el año próximo 3 décimas menos de lo previsto, de un 2,6 al 2,3%. Pero si la crisis catalana persiste, la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) apunta que la reducción del PIB podría llegar a ser de 1,2 puntos menos, hasta el 1,4%», explicó Arnés. Esto podría poner en serio compromiso a la industria ya que las previsiones de gasto pueden superar estas cifras y esto generaría de nuevo una contracción en el sector si hubiera que asumir pagos extras. Éstos están contemplados en el Convenio de Colaboración del Gobierno con Farmaindustria, en el que se establece que los laboratorios asumirán la diferencia entre el gasto farmacéutico y el PIB, si el primero es superior al segundo.