Los faros siempre han sido bonitos y tienen un encanto especial por haber sido los que daban luz a los marineros ayudándoles a tener una referencia para volver a tierra, es decir, para volver a casa.

En toda la costa española hay cientos de faros pero hay uno cuya belleza destaca sobre todos los demás y lo hace por sus colores y por su decoración que llaman la atención.

Este faro está en Cantabria y se puede visitar durante todo el año. Concretamente esta en el punto geográfico más septentrional de la región, desde donde hay unas vistas espectaculares; hacia el este la desembocadura de la Ría de Ajo, hacia el oeste el Cabo de Quintres, otro de los salientes del municipio así como la bahía de Santander y como telón de fondo al sur, la Cordillera Cantábrica. ¿ Puede haber una ubicación más ideal?

Estamos hablando del Faro de Ajo,construido en el 1907, el proyecto inicial tenía previsto levantar una una torre de dieciocho metros de altura junto con una vivienda de dos plantas en las que podían vivir hasta seis fareros.

Pero al ponerse en marcha el faro de Cabo Mayor en Santander se canceló el proyecto del faro de Ajo; se consideró que no era necesario.

Pero la mar puso las cosas en su sitio y tras haber tres naufragios casi consecutivos en la zona se retoma el proyecto en 1921 e inaugurándose en 1930 y electrificándose en 1962.

Una faro de construcción tan sencilla como elegante pero que se ha convertido en toda una maravilla cuando se decidió convertirlo en un recurso turístico diferente.

¿Cómo?

En mayo de 2020, el Ayuntamiento de Bareyo y la Autoridad Portuaria de Santander presentaron al Gobierno de Cantabria un proyecto para pintar el faro de Ajo por 75.000 euros.

De la pintura del faro se encargo el artista artista cántabro Óscar San Miguel, conocido internacionalmente como 'Okuda'.

Desde entonces miles de personas han pasado a visitar el faro y a fotografiarse con él.

Su belleza es única y sus colores llamativos llaman la atención en medio de un lugar mágico en el que el mar y la naturaleza, con sus tonalidades en verde y azul, le confieren a este faro un entorno que hay que descubrir.

El faro de Ajo te está esperando. No dejes de visitarlo.