Uno lo intentó el día anterior

Los dos menores desaparecidos en Zaragoza: se cumple un mes desde que desaparecieran al mismo tiempo sin dejar rastro

Dos familias rotas por la desaparición: tienen solo 16 y 17 años

Las dos menores desaparecidos. Ricardo A. G., y a la derecha, Sami A .T. Fuente: Cndes
Las dos menores desaparecidos. Ricardo A. G., y a la derecha, Sami A .T. Fuente: CndesCndes

Se cumple, por desgracia, un mes desde que a dos familias de Zaragoza, hoy rotas de dolor, la vida les ofreciera el peor giro en la existencia de cualquier ser humano. Y es que a principios de febrero de 2025 sus hijos menores desaparecieron de sus vidas. Tras las respectivas denuncias, las alertas fueron rápidamente tramitadas por el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES). Una de ellas pudo haberse evitado: su extraño comportamiento del día anterior fue una alerta muy probablemente evitable e ignorada.

El adolescente Sami A.T., de tan solo 17 años, se esfumó sin dejar el menor rastro un martes 4 de febrero al uso para cualquiera, pero fecha, sin embargo, grabada a fuego por su círculo más cercano. El chico, del que estaba al cargo un familiar y no sus padres, se levantó a la hora de siempre, se vistió, se puso la mochila y salió al instituto como cualquier otra mañana más. Misma rutina de ida, pero drásticamente diferente en el mediodía: no volvió a la casa a la hora de la comida. Ni una llamada, ni un whatsapp.

Las similitudes de las dos desapariciones

Rápidamente, el necesario Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) de nuestro país hizo una difusión importante del traumático suceso con los datos más cruciales del todavía menor. Es alto, mide 1.80 cm., su peso aproximado es de 80 kilos y sus ojos y pelo son prácticamente del mismo color.

El segundo caso de niño desaparecido, el mismo día casualmente en una ciudad donde sucesos así son casi anecdóticos, vive en un centro de menores emplazado entre los Pinares de Venecia y el periférico barrio de Casablanca. Y aquí viene lo singular de esta desaparición que no suele ocurrir normalmente: Ricardo A.G. solo 24 horas antes intentó hacer lo que ejecutó el día de después, gracias a su rápida localización por el personal y reincorporado así a la residencia.

Se espera este final

Según CNDES, Ricardo tiene una estatura de 1.65 metros y tiene un peso de 60 kilos. Ojos y pelo también morenos. Destaca especialmente por sus frondosas cejas. Mientras que al primero se le pierde la pista a la salida de su centro de estudios, a este no se sabe exactamente en qué localización se le ve por última vez.

‘La esperanza es lo único que no se pierde’ es la frase tan manida que sale casi sola cuando se comentan malas noticias como estas. Pero, en estos supuestos con tanta incertidumbre, las familias las ponen, principalmente, en los trabajos que la Policía Nacional y otros cuerpos de seguridad españoles deben estar realizando para encontrar a los dos niños con vida y en buenas condiciones. Ojalá que acaben de la misma manera que las desapariciones de Carolina M. A., de 15 años y Ainhoa U. M., de 16. Porque además hay ciertas analogías con esta nueva doble desaparición: también se alertó de sus paraderos desconocidos el mismo día, un 20 de octubre, y también son menores. Se las localizó a ambas-no hay ninguna relación entre ellas- solo tres días más tarde.