Aguas termales a 40 grados: los baños olvidados que tienes que conocer en España

Ubicados en el valle de Benasque, a más de 1.700 metros de altitud, los Baños de Benasque fueron en su día un referente de turismo termal y salud en España. Su localización privilegiada, rodeada por impresionantes paisajes del Pirineo aragonés, y sus aguas mineromedicinales atrajeron a visitantes durante siglos. Sin embargo, el abandono y la falta de inversión transformaron este histórico balneario en un espacio en ruinas.

Los registros históricos de los Baños de Benasque datan de hace más de 500 años. Fue en el siglo XVI cuando el boticario Francisco Frigoiti dejó constancia de las propiedades curativas de sus aguas. Figuras como el monje Pedro Lecina las bautizaron con nombres como San Marcial, San Roque y San Cosme y se convirtieron en un recurso clave para el bienestar físico de quienes las visitaban.

Historia del hotel balneario de Benasque

El auge del balneario llegó durante el siglo XX, cuando sus instalaciones fueron modernizadas y se convirtió en un destino turístico de referencia. En 1967, las aguas fueron reconocidas oficialmente como mineromedicinales debido a sus propiedades únicas: bicarbonatadas y con una temperatura constante de 37 grados.

Sin embargo, los problemas administrativos comenzaron a marcar su declive. A finales de los años 2000, el contrato de explotación del balneario expiró y, sin un acuerdo renovado, la falta de inversiones llevó a un deterioro progresivo de las instalaciones. En 2019, antes de la llegada de la pandemia, el balneario cerró definitivamente sus puertas.

Hoy, los Baños de Benasque se encuentran en ruinas. Los edificios que alguna vez albergaron a cientos de turistas están ahora marcados por el paso del tiempo, invadidos por grafitis y totalmente abandonados. Los habitantes de la zona, antiguos gestores y visitantes habituales coinciden en que su recuperación no solo es deseable, sino necesaria.

La bañera de Benasque

En medio del abandono, hay una bañera que sigue atrayendo la atención de los curiosos. Esta está conectada a las aguas termales de la zona y aunque no está gestionada oficialmente ni cuenta con infraestructuras adecuadas, los habitantes de la zona y algunos aventureros continúan visitándola para disfrutar de las propiedades relajantes y curativas de sus aguas termales

Cabe señalar que el uso de la bañera no está exento de problemas. La falta de mantenimiento y las condiciones de su entorno plantean riesgos tanto para los visitantes como para la conservación del espacio. Además, el aumento del interés por este lugar genera preocupaciones sobre su sostenibilidad a largo plazo, ya que la afluencia de personas puede acelerar su deterioro.