La sorprendente actuación de las ranas para evitar reproducirse con los machos que no les gustan

Los seres vivos que poseen reproducción sexual recurren a cientos de métodos diferentes para cortejar a su contraparte y así continuar su estirpe. Uno de los principales objetivos de cualquier forma de vida es crear nuevos individuos con los que comparta material cromosómico, extendiendo su legado genético a la siguientes generaciones.

Algunas especies, como los machos de las coloridas 'arañas pavo real' utilizan su bello y llamativo cuerpo en un baile de cortejo, con el que tratan de ganarse a las hembras para que acepten su dinámica petición de apareamiento. Otros animales se valen de distintas cualidades físicas, como el canto, la capacidad para construir mejores nidos o, en algunos casos, la fuerza bruta.

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En caso del animal del que hablaremos hoy, los machos utilizan tanto la superioridad física como numérica para aproximarse a las hembras a la hora de reproducirse. Pero ellas, con el tiempo, han desarrollado un curiosísimo mecanismo de defensa con el que consiguen librarse del acoso incesante que reciben durante las temporadas de celo.

Las hembras de este anfibio fingen su propia muerte para evitar reproducirse con los machos

Se trata de la 'rana común' (Rana temporaria), uno de los anfibios que más abundan en muchas regiones de nuestro continente. Habita sobre todo en los húmedos bosques de Europa, entre charcas y praderas encharcadas. A pesar de su aparente simplicidad, esconde estrategias sorprendentes de supervivencia. Este curioso vertebrado se ha adaptado a la perfección tanto a los duros inviernos como a la intensa presión de la reproducción.

La curiosa Rana temporaria es una de las especies de anfibios más extendidos del viejo continente, y se da desde la Península Ibérica hasta Escandinavia y Rusia. Su extenso dominio se debe a su increíble nivel de adaptación a diversos hábitats, desde bosques húmedos hasta zonas montañosas. Incluso sobrevive en regiones de clima frío, ya que tiene la capacidad de hibernar bajo el agua o en madrigueras terrestres durante los meses más gélidos.

A pesar de su peculiar comportamiento, presentan un aspecto de lo más discreto. Su cuerpo es rechoncho, con la piel marrón o verdosa y marcas oscuras, los ojos muy prominentes. Lo que realmente llama la atención es su capacidad de supervivencia, ya que resiste temperaturas extremas y se esconde de forma muy eficaz de todos sus posibles depredadores.

Pero el comportamiento más fascinante de la 'rana común' se da con la llegada de la primavera y entran en la época de frenesí. Cuando el deshielo comienza, estos anfibios emergen de sus escondites y se dirigen a las charcas de reproducción. Los machos esperan ansiosos la llegada de las hembras, compitiendo ferozmente entre ellos para asegurarse una pareja.

Este período de competición por la cópula es tan intenso que, en algunas ocasiones, varios machos pueden abalanzarse sobre una misma hembra, formando lo que se conoce como "bola de apareamiento". Pero para contrarrestar esta feroz y violenta lucha entre los machos que las pone en un 'fuego cruzado' de envites, las hembras han desarrollado una estrategia: la 'tanatosis'.

Así, las ranas hembras optan por quedarse completamente inmóviles, con las patas extendidas y el cuerpo rígido, simulando estar muertas. Este comportamiento desconcierta a los machos, que suelen perder el interés y la sueltan, dándole así una oportunidad a la hembra para escapar y evitar un apareamiento no deseado.

Este curioso mecanismo no solo es útil para evitar la cópula forzada, sino que también podría tener ventajas en términos de supervivencia, reduciendo el agotamiento y el riesgo de asfixia que a veces sufren las hembras al ser rodeadas por múltiples machos. Este fascinante hecho ha sido descubierto por la ciencia hace relativamente poco, y constituye un avance en el estudio del comportamiento animal.

Otras curiosidades sobre las ranas

• Se ha observado cómo la Rana temporaria puede modificar su tono de piel ligeramente, ayudándole a adaptarse mejor a su entorno y pasar así desapercibida para los depredadores que quieran darle caza.

• También se han registrado casos en los que estos anfibios sobreviven a temperaturas bajo cero. Pueden llegar a congelarse parcialmente para más tarde 'revivir' cuando las temperaturas aumentan.

• Las ranas comunes poseen un increíble sentido de la orientación, pudiendo muchas regresar al mismo estanque donde nacieron para reproducirse, utilizando pistas olfativas y magnéticas.