Protesta

El verano más «caliente» en la cárcel almeriense de El Acebuche

Funcionarios denuncian estar «al límite del colapso» ante el «flujo continuo de internos preventivos»

Imagen de archico de una movilización reciente del colectivos de funcionario de prisiones de Almería
Imagen de archico de una movilización reciente del colectivos de funcionario de prisiones de AlmeríaLa Razón

«No hay hueco en la prisión y no se cumplen los principios de clasificación de los internos, que van a donde se les puede colocar, aunque no sea el lugar idóneo que les correspondería». Antonio Pérez Martín, miembro de la Junta de Personal de Tu Abandono Me Puede Matar (Tampm) de El Acebuche explica así la «saturación» en el centro penitenciario almeriense. «La tipología de los internos está cambiando y el flujo de entrada es continuo, como vimos hace unas semanas con la detención del ‘clan de los lateros’», señaló el coordinador del sindicato mayoritario en unas instalaciones que cada día reciben «más detenidos relacionados con el petaqueo, el narcotráfico, el tráfico de personas o los cultivos de marihuana» en la provincia de Almería.

Con una «superpoblación reclusa que actualmente asciende a 880 internos» y un «déficit de personal de unos 39 trabajadores, según la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) vigente desde mediados de los años noventa», los funcionarios de prisiones denuncian que se amplían sus responsabilidades con la «apertura de un nuevo centro de inserción social» o «la ampliación de la zona de comunicaciones», sin que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias «haya previsto refuerzo de personal alguno».

De hecho, «por el momento salvamos la situación con 47 compañeros formándose en prácticas, pero tememos que 27 de ellos saldrán en septiembre y nuestra situación se volverá aún más insostenible», denunciaron desde el Tampm, aduciendo que «pese a nuestra falta de efectivos, se derivan a otras prisiones diez internos el lunes y el jueves nos meten otros veinte más».

En este sentido, Antonio Pérez confirmó que «se ha pedido en reuniones con los diferentes partidos políticos que esas plazas pendientes de cubrir en RPT sean singularizadas, así como la creación de veintitrés puestos de trabajo más» en El Acebuche, porque «con las condiciones actuales es muy difícil velar por la seguridad de los internos y por la de los trabajadores».

Recientemente, varias funcionarias fueron rodeadas por presos durante un cacheo programado, recibiendo «insultos, improperios y comentarios sexistas», así como el lanzamiento de «latas y otros enseres» por parte de los reos, quedando comprometida su seguridad y haciendo necesaria la llegada de refuerzos para controlar una «situación extremadamente estresante».

Con ocho agresiones a funcionarios de la prisión en lo que llevamos de año, las mismas que todo el 2023, se hacen habituales «momentos de tensión» similares. Según el Tampm «es imposible un tratamiento adecuado de los presos en estas condiciones, porque por más que cambiemos los cromos, metiendo a un reincidente en otro módulo, nos quedamos sin opciones para garantizar la tranquilidad». «Tenemos a dos presos por celda» y «los recursos son los que son», valoró Antonio Pérez, recordando que «si hay cien duchas toca esperar turno, lo mismo en el comedor», lo que aumenta el malestar entre la población reclusa. «Si nos fijamos en la enfermería tenemos a un médico funcionario a punto de jubilarse y a un enfermero, de los siete con los que debería contar el servicio», precisaron desde un Tampm preocupado también por la edad media de los trabajadores de la cárcel de Almería, que es «bastante elevada, por encima de los cincuenta años», lo que complica aún más el día a día de personas que «no somos superhéroes, no vamos armados y no llevamos chaleco». «Somos gente normal y, encima, no tenemos formación para intervenir ante episodios de índole violenta», apreció Antonio Pérez para LA RAZÓN, matizando que «en casi todos los módulos se han producido agresiones». Así, el coordinador almeriense de Tu Abandono Me Puede Matar lamentó que «nuestra misión es la retención y la custodia, pero también la reinserción; y eso es algo completamente utópico en las actuales circunstancias».

«Hace unos días un suicidio en una celda, ayer otro altercado en el módulo 7, no tardará mucho en que tengamos que lamentar un incidente mucho mayor», advirtieron los trabajadores del centro penitenciario almeriense.

Por su parte, el subdelegado de Gobierno en Almería, José María Martín, valoró hace unas semanas que el Acebuche «alberga un 36% de internos menos que hace diez años», para negar que exista saturación en la cárcel almeriense.