Patrimonio
¿Para qué servía el hejal descubierto en la sinagoga de Santa María la Blanca de Sevilla?
La restauración actual del retablo ha permitido dejar al descubierto esta parte de la iglesia, catalogada de Bien de Interés Cultural
Los trabajos de restauración del retablo mayor de la iglesia sevillana de Santa María la Blanca han permitido dejar al descubierto el hejal de la antigua sinagoga que se levantaba en el mismo edificio, el lugar en el que se guardaban los objetos sagrados del rito judío.
Los responsables de los trabajos, que comenzaron el pasado mes de noviembre, han presentado este martes los hallazgos encontrados durante una "oportunidad única" de intervenir en una zona de la iglesia en la que nunca se había hecho con esta metodología científica hasta la actualidad.
El arquitecto y director de las obras, José María Rincón, ha detallado que el hejal es el lugar hacia el que se orienta el rito, que aloja, por un lado, los rollos la Torá -los libros sagrados judíos- y, por otro, "una serie de ornamentos y vasos litúrgicos que son necesarios en este rito".
La estructura que hasta ahora portaba el retablo antes de su restauración respondía "a una mezcla y superposición de diversos subsistemas, que habían ido añadiéndose y completándose unos a otros", ha precisado Rincón, que ha añadido que los muros traseros estaban "en un muy precario estado de conservación".
Estos muros, según ha detallado, estaban sufriendo "un movimiento peligroso de desplome sobre la cara trasera del retablo", por lo que se hizo necesario desmontar el retablo y realizar la restauración 'in situ' de las piezas, para colocar una nueva estructura metálica que ayude a sostenerlo.
"Este desmontaje nos permite disfrutar ahora de un panorama de una zona de la iglesia que nunca más vamos a volver a ver y solo estará visible estos meses", ha indicado Rincón, que ha avanzado que en un plazo de diez o quince días comenzará a montarse de nuevo el retablo.
El arqueólogo José Antonio Valiente ha precisado que el hejal sería un espacio rectangular, abierto en su frente, con un muro trasero que es el que se ha documentado ahora y uno en el lateral derecho que "recogería el espacio donde se colocarían los libros sagrados de la Torá y que está orientado al este, según marcan los cánones de estos edificios religiosos".
En él se localizan tres hornacinas de 79 centímetros de ancho por 46,5 cm de fondo y 1.15 metros de alto, que servirían para colocar los elementos litúrgicos propios y que están revocados por un enlucido de mortero de cal, con una disposición "ligeramente descentrada".
Cuando la sinagoga dejó de serlo con el asalto de la judería en 1391, el edificio se convirtió en iglesia y el hejal pasó a ser presbiterio y colocarse en él la mesa de altar, ha indicado Valiente, que ha añadido que en ese momento "se elimina toda la decoración que debió tener y que no ha llegado a nuestros días".
Los expertos han subrayado que la "gran transformación" de este espacio se realizó en la primera mitad del siglo XVII cuando se añade el espacio semicircular trasero al muro con la compra de los inmuebles colindantes para la colocación del camarín del retablo, cuando se le dio la impresión de ábside "sin serlo en realidad".
Fue en ese momento también cuando se encargó el actual retablo mayor, cuya restauración ha permitido dejar al descubierto esta parte de la iglesia, catalogada como Bien de interés Cultural.