Perfil de la trabajadora sexual: inmigrante de 33 años que ejerce en clubs

Durante el año 2023, la asociación In Género, que trabaja en defensa de los derechos de las mujeres con contextos de prostitución, atendió a 1.310 personas en situación de prostitución en las provincias de Granada, Jaén y Córdoba, de las cuales 1.133 eran mujeres cis, 124 mujeres transexuales, 52 hombres cis y 1 hombre trans.

In Género, con experiencia en atención social, sanitaria, jurídica, laboral y psicológica a este colectivo, presentó ayer los datos relativos a su trabajo en 2023. De ellos, se extrae un perfil muy concreto de las personas que ejercen la prostitución. Mujer de una edad media de 33 años, inmigrante sudamericana, empadronada en la provincia donde ejerce, que es, mayoritariamente, en clubs de alterne.

La entidad intervino directamente en 155 espacios repartidos en las tres provincias, una mayoría –116– eran lugares privados y otros 35 clubes, actuaciones en las que han recogido 1.157 demandas de tipo social, sanitario y jurídico de personas que ejercen la prostitución. Este trabajo ha permitido detectar que casi el 87 % de las personas en situación de prostitución o víctimas de trata con fines sexuales son de origen migrante, con especial peso de personas procedentes de Colombia, Paraguay, República Dominicana, Rumanía, Brasil y Venezuela. Un 87% llevaba más de una década en España- y el 72% de las personas atendidas estaban empadronadas.

In Genero destaca, en su informe, que tanto las personas que ejercen la prostitución como las víctimas de trata con fines de explotación sexual cuentan con enormes cargas familiares que sostener. Así, un 0,7% tiene que cuidar de entre 1 y 10 familiares, mientras que en un 15,1% cuida de entre 6 o 7.

Además, In Género atendió en 2023 en Andalucía a diez personas víctimas de trata, de las cuales ocho interpusieron denuncia.

En la presentación del balance Miguel Ángel del Olmo, coordinador nacional de In Género, advirtió que, «en Andalucía, así como en otras provincias en las que intervenimos, las personas que atendemos presentan una mayor vulnerabilidad, por las nuevas políticas sociales». «Desde la incorporación de la Ley solo sí es sí, y su articulado referente a la publicidad de prostitución como ilícita los intermediarios tienen más poder. Y quienes salen perdiendo, son las mujeres que ejercen, haciéndolas, mucho más vulnerables» señaló del Olmo.

Por su parte, Jemi Sánchez, trabajadora social de In Género en Andalucía, se mostró preocupada por la «clandestinidad a la que se ven abocadas en los últimos años» las personas que ejercen la prostitución, motivadas por «los cambios normativos». «En lugar de protegerlas de las violencias a las que se ven sometidas, estamos potenciando su invisibilidad, lo que las hace aún más vulnerables», manifestó Sánchez.

La trabajadora social de In Género en Andalucía, concluyó su intervención subrayando que, desde la entidad se ha observado «un aumento de inseguridad a la hora de acceder a los Sistemas Públicos, un miedo, que las hace, a su vez, más vulnerables». «Desde In Género solo podemos exigir que se legisle con ellas», subrayó.