La «vía Moreno» a la inversa. El presidente andaluz se fue a los 58 diputados en las últimas autonómicas, frenando en seco a Vox, que se presentaba con Macarena Olona pasada de revoluciones, pidiendo el voto de los desencantados del PSOE, unas siglas históricas raptadas ahora por el llamado «sanchismo». Una estrategia similar en las municipales más el asentamiento de la marca propia del presidente por encima incluso de su partido llevó a los populares al bastón de mando en todas las capitales andaluzas y en seis diputaciones provinciales. El PSOE apela ahora a los votantes «moderados» del PP para confiar su voto en las generales y evitar pactos con Vox.

Andalucía es la comunidad que más diputados aporta al Congreso, 61, y el PP aspira a hacerse con la mitad. La cabeza de lista del PSOE al Congreso por Sevilla y ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, llamó a los votantes «moderados» del PP que rechazan unos pactos de su partido con Vox que sólo traen «retrocesos» y que suponen transitar hacia una «España oscura».

Durante un acto público en Punta Umbría (Huelva), Montero pidió el voto para el PSOE a esos votantes del PP que han visto que sus votos en los pasados comicios han servido para que su partido haya pactado con Vox «retrocesos» en los derechos de las mujeres o «exclusión» del colectivo Lgtbi. La ministra se mostró convencida de que hay votantes del PP que están en desacuerdo con que su partido haya alcanzado pactos en varias instituciones con una formación de «ultraderecha» que cuestiona el sistema y todas las conquistas y derechos sociales que se han logrado. «PP y Vox tienen una idea de España muy pequeña, donde sólo caben los que piensan como ellos», insistió la dirigente socialista, para quien en la España que quiere el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, «no caben los que tienen otra ideología» o piensan diferente.

En una comunidad en la que Moncloa ha detectado un gran desequilibrio de fuerzas respecto al PP, los veteranos del PSOE siguen con su campaña de apoyo al presidente Pedro Sánchez, en respuesta también a críticos internos como Alfonso Guerra. Un centenar de ex alcaldes del PSOE de la provincia de Cádiz respaldaron el manifiesto de apoyo al presidente suscrito por la vieja guardia socialista y presentado en la sede de la calle San Vicente. El candidato número uno al Congreso por Cádiz, Fernando Grande-Marlaska junto al secretario general del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, y a la candidata al Congreso, Mamen Sánchez, participaron en un acto celebrado en Jerez, calificándose los veteranos como «la levadura del partido» de «las siglas de siempre». En Granada Carmen Calvo apeló a la lucha contra el cambio climático.