Regeneración del agua

Hidralia y Cetaqua impulsan nuevos usos del agua regenerada con garantía de calidad y continuidad

Los procesos de regeneración del agua presentan numerosos retos técnicos y son necesarias tecnologías y herramientas que sirvan para garantizar su calidad

Depuradora de Roquetas con sistema terciario
Depuradora de Roquetas con sistema terciarioHidralia

El ciclo del agua y el proceso circular de este recurso es uno de las primeras cosas que nos enseñan de pequeños. Sin embargo, la diferencia existente entre el agua de la que disponemos y el agua que necesitamos para satisfacer las distintas demandas de su uso (uso urbano, agrícola, industrial…) es un problema. Cada vez hay una mayor demanda y, debido a las consecuencias del cambio climático, las reservas no se recuperan con la suficiente rapidez o continuidad en el tiempo, lo que amenaza con agotar las reservas con las que contamos.

Por ello, el principal reto al que se enfrentan los territorios es avanzar en una gestión sostenible de los recursos hídricos, en busca de un modelo circular del agua, en el que tenga infinitas vidas gracias a su reutilización y así satisfacer las distintas demandas.

Las soluciones para ello no son simples y requieren de innovación y tecnología avanzada, motivo por el que desde hace tiempo Hidralia (empresa medioambiental andaluza especializada en la gestión integral del agua) y Cetaqua Andalucía (Centro Andaluz de Investigaciones del Agua) apuestan por la regeneración de las aguas residuales, para lograr que tengan nuevos usos y reducir por tanto el consumo de "recursos convencionales", agua superficial o subterránea, para tareas como la agricultura, la limpieza viaria o el riego de jardines, combatiendo el estrés hídrico, que no es otra cosa que la falta de agua para sus diferentes usos.

Pero la puesta en marcha de la regeneración no es fácil, ya que en muchos casos las infraestructuras de saneamiento, las tuberías que llevan el agua hasta la depuradora, están envejecidas y, sobre todo en espacios costeros, las aguas residuales llegan con infiltraciones de agua de mar y una elevada conductividad (capacidad del agua para conducir una corriente eléctrica) que puede afectar negativamente a los procesos de depuración de las aguas. Esta característica, además, las hace no aptas para ciertos usos como el riego. Por otro lado, se tiene que cumplir con una normativa europea exigente para garantizar sus propiedades.

Todo ello presenta numerosos retos técnicos y es aquí donde la innovación es clave para poder hacer realidad esta alternativa de recurso sostenible. Son necesarias tecnologías y herramientas que sirvan para garantizar su calidad, obtener el máximo beneficio de sus propiedades y hacer un uso de la misma con total seguridad.

Avanzar a través de las experiencias

Por ello, Hidralia, de la mano de su centro tecnológico Cetaqua, tiene en marcha varias experiencias piloto y proyectos de innovación para impulsar el desarrollo efectivo del agua regenerada en Andalucía. En ellas no solo se demuestra la viabilidad del agua regenerada para diferentes usos, sino incluso los beneficios que aporta, por ejemplo a los cultivos, mediante agua regenerada ‘a la carta’, con nutrientes que ya aporta este recurso, lo que permite a los actores implicados tomar decisiones precisas respecto a la necesidad o no del uso de fertilizantes y sus derivados. Otro de los retos es la garantía de un uso seguro de la misma, a través de una adecuada gestión del riesgo sanitario, contribuyendo también con estos proyectos a eliminar posibles barreras sociales que todavía puedan existir respecto al agua regenerada.

Por ejemplo, en el marco del proyecto HAGRO, donde se desarrolla una herramienta digital para la gestión del riesgo asociado al uso de agua regenerada en el riego del olivar. Este proyecto continúa el trabajo de proyectos previos denominados Reutivar, una iniciativa para crear un modelo de riego sostenible del olivar basado en el agua regenerada en la que se lleva años trabajando.

Han sido diferentes las etapas que se han superado, pero ya se puede atestiguar, con evidencia científica suficiente, que las aguas regeneradas pueden utilizarse en el riego del olivar con plena seguridad. Y no es solo que este sistema de riego respete las exigentes normativas españolas y europeas, sino que además aporta beneficios adicionales a los agricultores y al medioambiente por las concentraciones de nutrientes presentes en estas aguas, tal como se ha demostrado en esos proyectos en colaboración con la Universidad de Córdoba.

Proyecto P2GreeN

También hay que destacar el proyecto P2GreeN, del programa Horizonte Europa, en el que Cetaqua participa como socio. En este caso se trabaja para crear un modelo digital encargado de testear la aplicación de biofertilizantes generados a partir de aguas residuales urbanas y residuos sólidos orgánicos en la agricultura. Concretamente, en el caso del piloto español, se investiga la aplicación de agua regenerada en el riego de aguacates y mangos en la zona de la Axarquía (Málaga).

Proyecto P2GreeN
Proyecto P2GreeNCetaqua

Pero también se está trabajando para que el agua regenerada permita que los acuíferos puedan recuperarse en menos tiempo. Hidralia es un referente a nivel de recarga de acuíferos, con varias experiencias en la Costa del Sol donde se recargan los acuíferos más profundos con agua excedente de algunos arroyos y manantiales cuando se producen lluvias intensas en primavera.

Ese agua es luego extraída en épocas de mayor demanda como el verano.

El hándicap es que esas recargas dependen de que se den esas lluvias y puedan aprovecharse en momentos de ‘aguas altas’. Aquí es donde el agua regenerada presenta una ventaja muy interesante, dado que está asegurada porque está vinculada al consumo normal de las ciudades, y no a la lluvia.

Proyecto Life Matrix

En esta línea destaca el proyecto Life Matrix, donde Cetaqua Andalucía, entidad coordinadora, colabora con Acosol, la Universidad de Málaga y Cetaqua Barcelona para demostrar la viabilidad de este uso potencial del agua regenerada. La idea es recargar los acuíferos costeros con agua regenerada sometida a tratamientos adicionales en balsas específicas, para su acondicionamiento con técnicas basadas en la naturaleza, uso de plantas halófilas o capas reactivas en el paso posterior hacia el acuífero. En el marco del proyecto se espera poder aportar al acuífero del piloto, situado bajo la depuradora de la Víbora de Acosol en Marbella, en torno a un 15% de sus recursos medios anuales.