Planificación

La estrategia «FDS» de Andalucía para prepararse ante las emergencias en 2025

Formación, difusión entre la ciudadanía y más simulacros centran la estrategia de la nueva Agencia de Seguridad y Gestión Integral de Emergencias de Andalucía

Esta es la cifra de policías nacionales y guardias civiles desplegados en Andalucía por la DANA
Esta es la cifra de policías nacionales y guardias civiles desplegados en Andalucía por la DANA

Las dos últimas Danas han evidenciado la importancia de contar con servicios de emergencias preparados y coordinados para contrarrestar la virulencia de los fenómenos naturales. A determinados niveles, su poder devastador es incontrolable, pero la anticipación puede salvar vidas. En este sentido, la Agencia de Seguridad y Gestión Integral de Emergencias de Andalucía tiene previsto durante 2025 desarrollar el nuevo Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil de Andalucía, incidiendo en tres pilares en los que ya se venía trabajando en los últimos años: formación de los operativos; la difusión a la ciudadanía y otros colectivos, como administraciones y otros organismos, así como la realización de jornadas; y, por último, la constitución de la estructura y la realización de simulacros.

La Agencia de Seguridad y Gestión Integral de Emergencias de Andalucía (Asema) contará con su primer presupuesto en 2025, que, a la espera de su aprobación definitiva, asciende a 259.198.267 euros. Este organismo público nace como un sistema de gestión común que engloba al sistema de emergencias del 112 «como órgano de atención ciudadana y activación de servicios»; a Protección Civil, «como órgano de coordinación de servicios, planificación y ordenación del voluntariado»; al Instituto de Emergencias y Seguridad Pública de Andalucía «como centro de formación y acreditación del personal de emergencias; y, por último, al operativo Infoca que interviene en el Plan de Lucha contra los Incendios Forestales en la Comunidad Autónoma de Andalucía (Infoca) como fuerza de intervención en todo tipo de emergencias en el conjunto del territorio rural andaluz.

Para cumplir con la formación, la Asema apuesta el año que viene por «ampliar una formación práctica, útil y de calidad a los profesionales de la seguridad pública de Andalucía teniendo en cuenta las amenazas a la seguridad en la sociedad actual».

En lo que respecto a la difusión, hay que resaltar que la ciudadanía percibe la seguridad y los servicios de emergencia como un derecho. La labor de la Asema se centrará en que, para hacerlo efectivo, es necesario «fomentar y facilitar la participación de la ciudadanía mediante la información y las conductas de autoprotección».

Por último, la última variable de esa estrategia «FDS» requiere que, «para mantener la vigencia del Plan Territorial de Emergencias», se realizarán «un conjunto de medidas que garanticen su permanente adecuación y capacidad de respuesta a través de comprobaciones, ejercicios y simulacros».

Tal y como señala el Plan Territorial de Emergencias, en Andalucía «las inundaciones catastróficas suelen ser provocadas por avenidas fluviales» ya que «el desbordamiento de ríos y arroyos presenta un mayor potencial de daño asociado a altas velocidades de flujo, a alturas superiores de la lámina de inundación y a una mayor carga sólida transportada». Por el contrario, las «inundaciones causadas por precipitaciones in situ, suelen afectar mayoritariamente a zonas determinadas como garajes, sótanos, pasos subterráneos...». Para cada uno de ellos hay que establecer una respuesta adecuada a la amenaza.

El Plan también recuerda que, como consecuencia del cambio climático, «aunque el cómputo anual de precipitaciones parece que tiende a disminuir entre un 10% y un 30%, la intensidad de estas precipitaciones desembocarían en escenarios de crecidas súbitas, originando riesgos derivados por el incremento de la torrencialidad».

Las Danas han centrado la actualidad en las últimas semanas, pero la creación de la Asema persigue mantener una visión «holística» de las emergencias, como un fenómeno que abarca múltiples amenazas: las citadas inundaciones, pero también incendios, terremotos, maremotos o fenómenos más recientes relacionados con la ciberseguridad.