Inmigración
Embarcaciones rápidas y motos acuáticas: los VTC del Estrecho
Los traficantes de personas se “reinventan” y utilizan vehículos cuya velocidad y capacidad para desembarcar en zonas de difícil acceso complican la labor policial
En apenas unos meses, el próximo 1 de noviembre, se cumplirán 34 años desde que 1988 se documentó la primera muerte de una persona migrante en la costa campogibraltareña. Su cuerpo, arrojado por las olas a la playa tarifeña de Los Lances tras un fuerte temporal, supuso el inicio de una terrible estadística, con miles de fallecidos en el Estrecho de Gibraltar desde entonces.
La instantánea –autoría de Ildefonso Sena, que inmortalizó dicho suceso–, además de recoger el cuerpo sin vida sobre la arena, mostraba una embarcación que, poco a poco, se fue convirtiendo en parte del paisaje más oscuro y dramático del litoral gaditano, la patera. De hecho, en esa misma travesía desaparecieron otras 18 personas.
Así, a lo largo de estas tres décadas, estas pequeñas embarcaciones pesqueras de escasa robustez han sido las grandes y desafortunadas protagonistas del tráfico de personas entre África y Europa. Si bien, como viene ocurriendo con el narcotráfico, los traficantes de migrantes no han dejado de desarrollar nuevas fórmulas para sortear con éxito la fuerte presión de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la zona.
«Las mafias que se dedican al tráfico de personas a través del Estrecho saben que cada vez tienen más difícil alcanzar con éxito el litoral gaditano con pateras, de ahí que a lo largo de los últimos años hayan desarrollado otros medios», señala María del Carmen Villanueva, secretaria general provincial de la AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles) en Cádiz.
Precisamente por ese motivo, las mafias tienen que reinventarse. Y lo han hecho utilizando medios de transporte que cumplen dos premisas. La primera es que desarrollan una «alta velocidad de desplazamiento para cruzar el Estrecho en el menor tiempo posible». La segunda es que disponen de unas características que les permiten penetrar con facilidad en esas zonas del litoral gaditano en las que, debido al menor calado de las aguas y la dificultad de acceso desde tierra, se complica la intervención de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
A ese perfil responden a la perfección las lanchas neumáticas rápidas y las motos de agua, cuya presencia, como si fueran auténticos VTC (vehículos de transporte con conductor) del Estrecho, no ha dejado de incrementarse en los últimos tiempos. Son embarcaciones mucho más rápidas, con menor capacidad de transporte pero con mayores garantías de alcanzar el litoral. Lanchas y motos que, obviamente, ponen más difícil la tarea de vigilancia y también la posibilidad de actuación una vez alcanzada la costa, ya que los tiempos de respuesta se acortan, explican a La Razón. A todo ello se suma la dificultad para acceder a ellas al realizarse los desembarcos en zonas en las que las embarcaciones de las autoridades, con mayor calado, lo tienen más complicado. De ahí que zonas como las próximas a Punta Carnero (Algeciras) se hayan convertido en una de las paradas preferidas de estos VTC del Estrecho. «No sólo nos cuesta más acercarnos por mar, sino que, una vez en tierra, lo complicado de la orografía, la gran mayoría zona de acantilados, hace que sea más difícil localizar a las personas y detenerlas», detallan las mismas fuentes.
Estos «taxis» del Estrecho «suelen actuar en un gran número» y si, llegado el caso, «tienen constancia de la existencia de patrullas en la zona de desembarco, no tienen el más mínimo escrúpulo para soltar a los migrantes a metros de la orilla a su suerte, con el riesgo que ello supone». Procedentes de las costas marroquíes, estas embarcaciones y motos rápidas tienen un gasto superior para sus propietarios al de las tradicionales pateras. Ahora bien, la inversión es más «rentable» porque cuentan con mayor porcentaje de éxito y los «billetes» resultan sensiblemente más caros para los migrantes que hacen uso de sus servicios. Las mafias que se dedican al tráfico de personas cada vez cuentan con más medios para mantener viva la esperanza de muchos migrantes que tratan de alcanzar suelo europeo. De hecho, existe constancia de que algunas de las personas que recurren a este sistema han pagado hasta 5.000 euros por un «pasaje»
«Pese a que no se trata de un fenómeno desconocido, este tipo de desplazamiento va en aumento en la zona del Estrecho, con un incremento bastante destacado a lo largo de julio y agosto», explican. «Estamos ante una situación extrema», subraya Villanueva.
Salvamento Marítimo precisamente rescató ayer a siete personas que viajaban en tres motos de agua en aguas próximas a la costa de Almería. Fueron encontradas por el buque Tamina sobre las 12.30 horas y fueron evacuados al aeropuerto, donde esperaba una ambulancia. Tres hombres se encontraban en «malas condiciones» después de haber pasado «dos días a la deriva» en el mar.
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