Andalucía admite que la quita de deuda tendría un impacto «considerable» en sus cuentas

La Junta de Andalucía se muestra cautelosa con la decisión anunciada por el Gobierno de España de extender la quita de deuda pactada con ERC para Cataluña al resto de regiones. Lo hace por dos motivos. El primero es que, políticamente, es una medida negociada con ERC al margen del Consejo de Política Fiscal y Financiera donde están representadas las autonomías y que, aunque beneficie a todas, es singularmente buena para Cataluña dado su alto endeudamiento.

El segundo de los motivos es que la prioridad andaluza no es reducir deuda –que obviamente nunca viene mal– sino solucionar la infrafinanciación que padece, bien a través de un nuevo modelo o mediante un fondo de compensación transitorio para igualar el dinero que recibe a la media de las regiones.

En cualquier caso, el Presupuesto autonómico para 2025 admite que una quita de deuda impactaría de manera muy beneficiosa en las cuentas públicas. En concreto, recuerda «que el Gobierno de la Nación anunció, como parte de sus compromisos de investidura, la condonación, de parte de la deuda contraída por las Comunidades Autónomas» y que, en el caso de implantarse esta medida en 2025, «tendría un impacto cuantitativo considerable en la carga financiera de intereses y principal de cartera de deuda de la Junta de Andalucía».

Ahora bien, dada «la falta de concreción y la incertidumbre existente al respecto (sobre todo en el cómo y el cuándo se aplicaría), resulta materialmente imposible hacer una valoración cuantitativa de su impacto, por lo que, siguiendo un criterio de prudencia, se ha optado por no incluir esta variable en la elaboración del estado de gastos e ingresos del anteproyecto del presupuesto».

La quita de deuda se pactó como parte de los compromisos asumidos por Pedro Sánchez para que ERC apoyara su investidura. El documento en el que se recogía este acuerdo lo formalizaron Félix Bolaños y Oriol Junqueras el 2 de noviembre de 2023, hace un año. Además de que el Estado perdonara a Cataluña 15.000 millones de euros de deuda financiera –el 20% del total–, también se comprometió, entre otras cosas, al traspaso integral del servicio de Cercanías –con su consiguiente financiación–. Por el momento, esa quita no se ha producido ni el Ministerio de Hacienda ha articulado –ni negociado con las autonomías– el mecanismo legal para hacerlo.

Según los últimos datos publicados por el Banco de España relativos al segundo trimestre del año, la deuda pública de Andalucía es de 40.613 millones de euros, cifra que la sitúa en tercer lugar en términos absolutos en la clasificación autonómica, tras Cataluña (88.952 millones) y Comunidad Valenciana (59.569). En términos relativos, en la medición de la deuda sobre el PIB, Andalucía se sitúa 2,2 puntos por debajo de la media nacional, por cuanto esos 40.613 millones representan el 19,7% de la riqueza andaluza, cuando la deuda media autonómica es del 21,9% del PIB. Como ha repetido en varias ocasiones la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos y portavoz del Gobierno andaluz, Carolina España, Andalucía no tiene problemas de deuda. La principal rémora de la comunidad es la infrafinanciación, que le resta 1.522 millones de euros al año con los que podría mejorar los servicios públicos.