Malestar

La polémica en el Hospital de Poniente de Almería no cesa

El Sindicato Médico advierte de pérdida de especialidades y fuga de sanitarios tras la recalificación del hospital ejidense como comarcal y el SAS asegura que la «actividad quirúrgica no se ha mermado»

Hospital de Poniente de Almería
Hospital de Poniente de Almería EP

«No desaparece ninguna unidad, ni se ha desmantelado ningún servicio», mantiene el delegado de Salud de la Junta de Andalucía en Almería, Juan de la Cruz, después de que el Sindicato Médico haya denunciado que «el SAS desmantela el Hospital Universitario de Poniente y lo devuelve a los años noventa, clasificándolo como Hospital Comarcal». Los sanitarios señalaron el incumplimiento de «mantener la estructura existente del hospital ejidense, mientras la respeta en la integración del Hospital Universitario Costa del Sol», en este paso previo a su inmersión dentro del sistema público de salud andaluz. Gestionado hasta hace dos años por la denominada Agencia Sanitaria Poniente, el delegado afirmó tras su clasificación en nivel 3, que «el hospital mantiene la misma cartera de servicios que prestaba antes de la integración en el SAS». «Es más, desde entonces tienen la consideración de Universitario, la plantilla ha aumentado un 21% desde 2019 y la actividad quirúrgica no se ha visto mermada», defendió Juan de la Cruz, apelando a que «en los últimos meses se han puesto en marcha varios autoconciertos, reforzando la actividad quirúrgica durante las tardes, para disminuir las listas de espera».

Mientras el comité de personal y los representantes de los sanitarios alertaron mediante nota de prensa que «desaparecen varios servicios médicos y quirúrgicos referentes a nivel nacional como medicina tropical, neumología u oftalmología, que se diluyen dentro de medicina interna y cirugía general», el representante autonómico aseguró que «el centro mantiene su nivel habitual de actividad asistencial en todas las áreas» y explicó que «ha sido asignado comarcal siguiendo la clasificación de las extintas agencias», de forma que «ahora se está reclasificando en función de los distintos criterios del SAS» y reconociendo «procesos de revisión de esos niveles, atendiendo a los servicios que prestan».

Sin embargo, además de criticar que «desde la integración en el SAS, el hospital ha ido perdiendo la posibilidad de realizar actividad quirúrgica originando un gran aumento en las listas de espera», el Sindicato Médico aclaró que «no va a haber pérdida de especialistas de momento, pero cómo van a trabajar esos especialistas sí va a cambiar». Su delegado en el Hospital de Poniente, el cirujano Osorio Rodríguez, indicó que «lo que se ha hecho es una modificación de la estructura de trabajo», poniendo ejemplos como que «los neumólogos seguirán, pero gestionados por el jefe de medicina interna». Lo mismo estaría ocurriendo con otras especialidades como nefrología o, incluso, «la estrella del servicio, nuestra unidad de medicina tropical, tan necesaria en la zona» y auténtico referente a nivel nacional al asumir el control de «altos índices de malaria, de dengue, de tuberculosis y de otras enfermedades que tenemos en esta zona y que no son autóctonas».

El doctor Rodríguez detalló a La Razón como «la Unidad de Medicina Tropical se creó en el año 2000 para asumir ese riesgo sanitario, nombrándose jefe a Joaquín Salas para una actuación pionera y multidisciplinar, en la que participaban distintas áreas sanitarias» y cuya «estructura ha quedado descabezada», porque «no entra en los planes del SAS». Así, «ha desaparecido un responsable que gestione la unidad», por lo que «aunque los profesionales sigan trabajando para salvarla, parece muy difícil que pueda mantenerse su labor en el tiempo».

Llaman la atención las cifras de atención sanitaria prestada por un Hospital Universitario Poniente que da cobertura a una población de 295.000 habitantes, con importante población inmigrante, además de unas 185.000 urgencias al año. «Números por encima de la media de otros hospitales de nivel superior y muy por encima de los hospitales comarcales andaluces», aseveró Osorio Rodríguez, anticipando «una fuga de profesionales brutal» porque «nos sentimos muy dolidos por perder todos los avances que hemos completado desde la apertura en 1996».

En este sentido, desde el Sindicato Médico expresaron también su preocupación por lo que esta «degradación de la estructura interna» se traduzca en la saturación del resto de hospitales almerienses, porque «hasta ahora nosotros hemos derivado muy poquito al Hospital Torrecárdenas, pero como nos comportemos como centro comarcal, podemos saturarlo en pocos días».

Los sanitarios se muestran convencidos de que «probablemente baje el número de consultas y la atención sea menos eficiente, porque desaparecen unidades funcionales dentro del sistema y pasan a depender de otras mayores». Osorio lamentó, además, «la falta de contrataciones y susticiones» de los últimos meses, de forma que «cuando se cubre la baja o las vacaciones, ya ha retornado el profesional».

Una polémica que se suma a la dimisión del director médico los últimos cinco años, Francisco Cañabate, quien expresó su deseo de volver a la actividad asistencial como pediatra. Esta misma semana las matronas han denunciado falta de personal de su especialidad en el centro y el malestar no se ha aplacado.