Política
Moreno critica el «asalto al Estado» con la reforma penal del Gobierno
El presidente andaluz censura a Espadas por ser «el primero» en «aplaudir» los «desvaríos de Pedro Sánchez»
En la capilla del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento, donde la leyenda dice que mora el fantasma de sor Úrsula, el espectro de la ruptura de España con forma de Pedro Sánchez acaparó la sesión de control al Gobierno de la Junta. El Pleno fue la antítesis de un cuadro de Ron Hicks.No hubo besos robados sino una crispación que ya traspasa Despeñaperros. Se mencionó lo robado pero con alusiones a los ERE y a Marbella, actual «pim-pam-pum» de cabecera de Gobierno y oposición, en las preliminares entre Antonio Sanz y Mario Jiménez , quien habló de «plomo y plata» en Marbella y proclamó: «¡Griñán es inocente! ¿Duerme tranquilo de mandar a un inocente a la cárcel?». El consejero de Presidencia contestó que no piden ni «perdón» por el dinero defraudado. Luego, con Moreno y Espadas en el uso de la palabra, el presidente señaló que «no se cohesiona un país pactando con Bildu y ERC, que quieren destruir España. Sánchez antepone su interés al de los españoles para perpetuarse en el poder. Es injustificable y un error muy grave», señaló respecto a las reforma exprés. Moreno afeó a Espadas su posición, en comparación con barones socialistas como Page o Lambán y de históricos como Alfonso Guerra: «No es razonable que sea el primero de la fila en aplaudir los desvaríos de Sánchez». El presidente de la Junta denunció el «asalto al Estado» del Gobierno y de Pedro Sánchez con el «disparate colosal» de la reforma del Código Penal «a hurtadillas» y pactando con una minoría.
La cercanía de las municipales, con tanto en juego, hace que la tensión se palpe. En el estrado estaban los familiares de El Pali, trovador de Sevilla, después de que en el anterior Pleno el diputado Saldaña citara aquello de «menos misiles y más pavías de bacalao». El presidente, que recibió un tributo de cristal con la mítica imagen del cantaor sentado en la silla de enea, señaló a Espadas que «gran parte de la opinión pública y publicada» coincide actualmente en pensar que «el PSOE de Andalucía no tiene voz propia, esa personalidad y criterio propio que antaño tuvo». Esta crítica sobre la «falta de perfil propio» dolió especialmente al líder socialista, que, incluso, explicó después que posiciones anteriores del partido en Andalucía ayudaron a sustanciar la actual situación, con el descalabro electoral, defendiendo en todo momento que «entiende» a los que se enfrentan a las urnas «en cuatro meses» pero pide respeto para quienes trabajan pensando «en España» y no en el rédito electoral. El argumento de fuerza de Espadas es que mientras que anteriormente «no hacer nada se interpretó como hacer algo» –en alusión a Rajoy– ahora sí se busca una vía de entendimiento. En el Pleno, el líder de los socialistas andaluces defendió que no sólo respalda el trabajo del Gobierno de España sino que «ha traído 5.000 millones a Andalucía».
En el seno del PP consideran que los movimientos de Sánchez –«desvaríos»– darán «dolor de cabeza» a los socialistas porque «en Andalucía no se entienden» y dibujan un Gobierno «errático». En el Pleno, Moreno señaló a Espadas: «Usted, que es un hombre sensato y ha tenido altas responsabilidades, sabe que es un disparate lo que se está produciendo en el Código Penal» y «lo dicen la mayoría de los alcaldes socialistas». Hubo también tensión cuando Espadas aludió a Moreno como delegado de Isabel Díaz Ayuso, lo que después se describió como el símil de «un huevo y una castaña». Moreno sí se desligó del argumento de «ilegitimidad» del Ejecutivo de Sánchez, apuntando que «reformar el Código Penal es legítimo, un partido que ha ganado las elecciones tiene la potestad para hacerlo» pero «Sánchez no puede anteponer sus intereses a los de 47 millones de españoles». En definitiva, más misiles que pavías en las Cinco Llagas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar