Óscar Tarruella, exagente de la Policía Judicial, cuestiona la veracidad del documental sobre Mario Biondo

El caso de Mario Biondo vuelve a estar de actualidad después de que Netflix anunciara el documental "Las últimas horas de Mario Biondo", cuyo estreno está fijado para el próximo 3 de agosto. La serie estará compuesta por tres episodios y, a escasos días de su desembarque en la plataforma de streaming, ya cuenta con alguna polémica a sus espaldas. Tanto la familia Biondo como el exagente de la Policía Judicial y perito criminal, Óscar Tarruella, habían formado parte de las grabaciones, para luego revocar su participación después de descubrir que quien se encontraba tras la producción del documental era Guillermo Gómez Sancha, ex representante de Raquel Sánchez Silva, viuda del fallecido.

Lo que veremos

El teaser que lanzó la plataforma de streaming muestra cómo una empresa especializada en ayudar a víctimas del mal uso en Internet se pone en contacto con la familia asegurando tener pruebas de que al menos dos personas habrían estado con Mario la noche en que murió. Esta empresa conocida como “Emme Team” resultó ser una estafa. En su vídeo, Tarruella contradice lo mostrado por Netflix, asegurando que fue la propia familia quien se puso en contacto con la empresa y ellos mismos descubrieron que era un fraude. En sus predicciones, Tarruella cree que el documental hará creer al público que la investigación del "True Crime" destapó esta estafa, cuando la realidad es que la familia ya había descubierto la mentira.

Tarruella considera que la producción de Netflix recreará la versión oficial de las últimas horas de Mario Biondo, durante las cuales presuntamente acudió a un burdel y extrajo 110 euros de un cajero del cual posteriormente no se revisaron las cámaras. Además, cree que saldrá a la luz la declaración del encargado del burdel, quien 10 años después de lo sucedido dice recordar a Mario. Según Tarruella, supuestamente en aquella época, la encargada era una mujer, por lo que este testimonio sería falso.

Lo que no veremos

Óscar Tarruella cree que el documental no mostrará las contradicciones de la viuda en su declaración a la policía y en sala judicial, como tampoco se mencionará su presunta relación con el camello con el que contactó Mario la tarde del día 29. Otra declaración que probablemente no se muestre en el documental será la del primo de Raquel Sánchez Silva, un ingeniero informático que reconoció haber instalado un software de control remoto al ordenador de Mario.

Una de las evidencias que, para algunos, respalda la teoría del homicidio es la marca de ahorcadura que se observa en la parte posterior del cuello. Hay expertos que creen que se trata de un pliegue natural del cuerpo, mientras que otros opinan que es la marca de un cable utilizado para estrangular al cámara. Sobre este tema, Tarruella sostiene que el documental se basará en la teoría de que dicha marca fue producida por la corbata con la que se vistió al difunto en el tanatorio. Un abogado contratado por la familia descartó esta hipótesis, ya que él mismo vio la marca antes de que el cuerpo fuese enviado a Italia para su entierro.