Ciencia

¿Ha captado el telescopio espacia James Webb un gigantesco OVNI rumbo a la Tierra?

Se viralizan unas imágenes de un objeto con forma de disco a 18,5 millones de kilómetros rumbo a la Tierra: ¿Nave extraterrestre o fenómeno desconocido?

Imágenes captadas por los telescopios
Imágenes captadas por los telescopiosEM

Cuando en el mes de septiembre del pasado año 2024, el representante André Carson se negó a responder a un periodista si asistía a reuniones informativas clasificadas sobre el telescopio espacial James Webb (JWST) propició una oleada de especulaciones en redes y medios. Según los rumores que circulaban, junto a información veraz, situaban al telescopio espacial en el centro de una posible noticia bomba: había detectado un cuerpo rumbo a la Tierra que realizaba cambios en su trayectoria, de lo que se deducía que podía estar bajo control inteligente. ¿Una nave extraterrestre rumbo a la Tierra?

Algunas fuentes sugirieron que el hallazgo no se haría público hasta que hubieran pasado las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En enero tomó posesión del cargo Donald Trump y… a principios de febrero, corría por Internet esta inquietante imagen.

Tal y como se podía ver, se trataba de un objeto discoidal, de unos 300 metros de diámetro y origen desconocido a una distancia de aproximadamente 18,5 millones de kilómetros de la Tierra. Las imágenes, obtenidas por el radar del Observatorio de Arecibo en enero de 2017, avivaron la imaginación de todos aquellos que esperan (desean) la noticia de que una nave nodriza repleta de seres de otros planetas venía rumbo a la Tierra.

En diciembre de 2023, Scott C. Waring, un conocido cazador de ovnis publicó un vídeo en YouTube en el que aseguraba que, aunque el objeto estaba marcado como un asteroide, parecía claramente un enorme disco de metal del que salían dos ovnis rectangulares más pequeños que lo orbitaban.

Pero no es una nave nodriza. Es un asteroide. Recibe el nombre de 2003 UX34 que, si algún miedo puede generar, no es por una invasión alienígena sino por el riesgo de impactar contra la Tierra. La Jet Propulsion Laboratory de la NASA lo ha clasificado como un "asteroide potencialmente peligroso" debido a sus pronosticados acercamientos a nuestro planeta. El último ha tenido lugar el pasado 7 de enero de 2025 cuando pasó a 18.491.650 Km. Eso justificó que se desempolvaran las imágenes y empezaran a correr TikTok, YouTube y X en busca de likes.

Pero se trata de un asteroide binario. Eso significa que tiene dos lunas orbitando en torno al asteroide principal. Estudios de radar y fotométricos demuestran que el 15% de los NEO (Asteroides Cercanos a la Tierra) tienen lunas parecidas.

La sugerente forma discoidal resulta de la naturaleza de las imágenes de radar planetario. El asteroide principal está rotando rápidamente, por lo que el desplazamiento Doppler causado por la rotación es grande, y extiende la señal hacia la izquierda y hacia la derecha. La luna más pequeña solo está rotando lentamente, por lo que aparece delgada horizontalmente.

¿Fin del misterio? No.

Las redes son imprevisibles y como puedes ver, en el post superior un usuario que cita un polémico estudio de un astrónomo de Harvard y el entonces director de la oficina de ovnis del Pentágono donde se hablaba de «naves nodriza» extraterrestres que podrían estar navegando a través de nuestro Sistema Solar y enviando pequeñas sondas a la Tierra: “Un objeto interestelar artificial -escribe- podría ser una nave nodriza que libere muchas sondas pequeñas durante su paso cercano a la Tierra… estas diminutas sondas llegarían a la Tierra u otros planetas del sistema solar para su exploración, ya que la nave nodriza pasaría a una fracción de la separación entre la Tierra y el Sol, tal como lo hizo 'Oumuamua'”.

“Los astrónomos -prosigue- no podrían notar la dispersión de minisondas porque no reflejan suficiente luz solar para que los telescopios de sondeo existentes las detecten”.

El radiotelescopio de Arecibo que captó el asteroide fue construido en 1963 con un diámetro de 305 metros, lo que lo convirtió en el telescopio de apertura única más grande del mundo en ese momento.

En agosto y noviembre de 2020, dos cables de acero se rompieron provocando la destrucción completa del propio telescopio. La dificultad y el alto riesgo de su reparación hizo que este icónico telescopio astronómico fuera desmantelado.