Primavera
El lujo acogedor y con valores llega a Sierra Nevada de la mano de ‘Maribel’, el nuevo chalet alpino de moda
Este hotel recientemente inaugurado ofrece lujo, tradición, sostenibilidad y gastronomía a los amantes del esquí. Situado a pie de pistas, cuenta con un total de 29 habitaciones y un spa de inspiración nórdica
El lujo ha cambiado tantas veces de identidad a lo largo de los milenios que se le pueden atribuir tantas definiciones como personas hay en el globo. Calidad, originalidad y sofisticación son palabras que siempre le han venido como anillo al dedo, pero no se ha librado de tener una connotación negativa ligada a la ostentación y el derroche. En los últimos años, por fortuna, el lujo ya no es lujo si no es cercano, sostenible y con valores, al menos, así queda patente en el hotel Maribel, el nuevo chalet alpino de Sierra Nevada que está en boca de todos.
Situado a pie de pistas, este exquisito chalet de esquí y après ski es el mejor ejemplo de que tradición y modernidad pueden convivir en perfecto equilibrio. Maribel nos recibe con un abrazo cálido y con olor a madera. Al calor de la chimenea del lobby se le suma una biblioteca, la zona de estar y el bar, áreas protagonizadas por la acogedora decoración que recorre sus tres plantas y cada una de sus 29 habitaciones y suites.
Las habitaciones, algunas de ellas de dos plantas para disfrutar de la experiencia en familia o con amigos, siguen la misma línea del lobby, con acabados rústicos, mantas de piel sintética, terraza privada con vistas a la montaña nevada y equipadas con una selección de productos imprescindibles para el esquí: gafas de sol, protector solar y bálsamo labial.
Además, en cada habitación nos cuida una «Mari». Marisol, Maritere o Maripaz son algunos de los nombres que reciben las habitaciones y que nos recuerdan el privilegiado enclave en el que se ubica este hotel: a pocos kilómetros de la Alhambra, de la Andalucía de los olivares y de idílicos pueblos costeros de casas blancas.
Y es que Maribel tiene todo lo que necesita un amante de la naturaleza, el esquí, la buena vibra y la gastronomía. El hotel cuenta con tienda de alquiler de equipamiento, servicio de transporte para clientes, spa de inspiración nórdica, lounge y bar con terraza exterior desde el que se puede salir a las pistas de Maribel y el Águila, y un restaurante con una de las mejores cartas de la zona.
Decorado por Stevani & Silva con una mezcla de tejidos, sofás curvos, chimeneas colgantes, barra bañada en oro y vistas a la montaña, Maribel’s ofrece la experiencia de «club gastronómico» con clásicos de temporada y sabores alpinos, como raclette y sopa de cebolla, pero también carnes y pescados de primera calidad, ostras frescas y postres para los que siempre hay un hueco, el favorito y más divertido, la fondue de chocolate. A mediodía, los comensales también pueden disfrutar de «street food» como hamburguesas, pizzas o «mac and cheese» y toda esta oferta gastronómica está disponible también para los que no sean clientes del hotel y simplemente quieran disfrutar de sus creaciones.
Mención especial se merecen también su fantástica «bartender» por prepararnos una cata de cócteles con los mejores rones de su colección, los monitores de la Iliberis School que se emplearon a fondo para mejorar la técnica de los que tuvimos la suerte de esquiar y los DJ que ambientan el restaurante durante el horario de comidas y cenas.
El hotel abrió sus puertas el pasado 3 de enero, con el inicio de la temporada de invierno, bajo una nueva propiedad y gestión a cargo de Puente Romano Beach Resort y Marbella Club, responsables del reconocido El Lodge Ski & Spa. Pero lo que más sorprende al ver el cuidado con el que ha sido creado cada rincón de este hotel es el poco tiempo en el que se tardó en hacer la reforma: apenas seis meses. En medio año, el hotel fue reconstruido casi en su totalidad, conservando solamente el techo, y con la sostenibilidad siempre en mente.
Su Duty Manager, Franco Chesi, explica que la calefacción funciona con calderas de biomasa y pellets para no usar ni gas ni electricidad en exceso; el agua es osmotizada y embotellada por Maribel, para reducir el consumo de plástico y el gasto en transporte desde Granada; y los alimentos de su restaurante proceden de distribuidores locales, respetando la filosofía del kilómetro cero. Estos son todos los motivos que han convertido al hotel Maribel en el gran protagonista de esta temporada de invierno en Sierra Nevada.