República Dominicana

Viaje a los orígenes del ron: el Centro Histórico de la marca Barceló

Así es la fábrica en República Dominicana en busca de la sostenibilidad

"La magia" se produce tras un mínimo de 1 año de envejecimiento natural en barricas tostadas
"La magia" se produce tras un mínimo de 1 año de envejecimiento natural en barricas tostadasroberto@fotografo.com

La explotación de caña de azúcar en República Dominicana es ya un cultivo que posee más de 500 años de historia. Fue en el segundo viaje de Cristóbal Colón cuando el intrépido viajero introdujo en la entonces Isla Española esta planta perenne que tanta energía aporta y ya se ha convertido en un referente del paisaje dominicano. A partir de 1517 comenzó la exportación de azúcar hacia España. En lo que los historiadores no se ponen de acuerdo es en quién exactamente descubrió el ron. Sin embargo, cuentan en la isla caribeña, que los marinos de la época se dieron cuenta de que el néctar de la caña de azúcar que transportaban en tinajas hasta la madre patria, tras los largos meses de travesía en barco, llegaba fermentado y más de uno le dio un buen lingotazo a este brebaje.

Estamos en 2022 y por supuesto los procesos de elaboración del ron son ahora mucho más sofisticados, tecnológicos y cumplen con todo tipo de medidas de seguridad alimentarias. No obstante, en el Centro Histórico de Ron Barceló, ubicado al sur de la isla, aún se destila ese aire inicial de empresa familiar y los visitantes pueden observar todo el proceso de producción para entender mejor qué están consumiendo: desde el cañaveral hasta el punto de venta. En las instalaciones colindantes al museo se realiza el añejamiento, la elaboración y el envasado.

Los visitantes del Centro Histórico Ron Barceló pueden observar las barricas
Los visitantes del Centro Histórico Ron Barceló pueden observar las barricasRon Barceló

En los pasillos del Centro Histórico Ron Barceló, una empresa fundada en 1929 por el español Julián Barceló, insisten en que el suyo es el único ron dominicano elaborado directamente de la caña de azúcar, de ahí la suavidad y redondez característica de esta bebida alcohólica.

Asimismo, recuerdan que en sus más de 70 km2 de cañaverales se sigue segando a mano la caña tras un año de madurez. Por un lado, el corte debe ser preciso para que las plantas se puedan regenerar a sí mismas, por otro, las máquinas pesadas dañan el subsuelo. De ahí que hayan optado por el segado manual.

El segado de la caña de azúcar sigue siendo a mano
El segado de la caña de azúcar sigue siendo a manoRon Barceló

Entre las barricas de roble americano traídas desde Kentucky tras almacenar bourbon -donde se produce “la magia”- explican los sabores y olores que se denotan en sus distintos tipos de rones. También, hacen hincapie en cómo es el proceso sostenible RB360ª basado en Campo, Agua, Aire y Territorio, cuatro baremos en los que se tiene en cuenta las repercusiones ambientales, que se produzcan mejoras agrícolas, que haya aporte humano y económico a la comunidad, entre otras.

A través de estas categorías, la empresa ha dejado de emitir -al año- 31.600 toneladas de CO2. Y es que desde 2019, Ron Barceló es el primero del mundo en obtener el Certificado Carbono Neutral. Es más, dada la preocupación por el medio ambiente y tras lanzar este plan de sostenibilidad, ya cuentan con Organic, el primer ron dominicano 100% orgánico.

De los tiempos de Julián Barceló aún se conservan en este museo la maquinaria antigua y los modelos de las primeras botellas, así como el “savoir faire” en busca del mejor ron del mundo. Si usted es amante de esta bebida y quiere hacer un viaje aromático y en el tiempo, puede realizar dos tipos de visitas. La “Añejo Experience”, por unos 15 dólares por persona, y la “Imperial Experience”, en la que se puede degustar los rones más premiados de la marca: Imperial, Imperial Onyx y Premium Blend por 25 dólares.