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Albacete

Un toro y un torero

Diego Carretero sale a hombros tras aprovechar a un gran toro de Garcigrande.

Diego Carretero. Foto: Alcolea
Diego Carretero. Foto: Alcolealarazon

Diego Carretero sale a hombros tras aprovechar a un gran toro de Garcigrande.

Ficha del festejo

Albacete, 15 de septiembre. Octava de feria. Casi lleno.

Cinco toros de Domingo Hernández y uno, tercero, de Garcigrande, desiguales de presentación y de poco juego excepto el tercero, bravo.

Sebastián Castella (de grana y oro), dos pinchazos, aviso, entera, ocho descabellos, aviso, silencio; pinchazo y casi entera, silencio.

Manzanares (de sangre de toro y oro), entera, ovación; dos pinchazos, entera, aviso, dos descabellos, silencio.

Diego Carretero (de blanco y oro), entera, dos orejas; entera, palmas.

De las cuadrillas destacaron Viotti e Iván García.

Llegó la gente todavía impresionada por el horrible percance sufrido el día anterior por Paco Ureña, confirmada ya la triste noticia de la pérdida de visón de su ojo izquierdo, y por la cogida habida en las vaquillas matinales, en las que un chaval fue alcanzado por una de ellas, resultando con una muy seria cornada en el triángulo de Scarpa con arrendamiento de la safena, aunque, afortunadamente, parece que ya está todo controlado y no corre peligro su vida.

Hubo luego que esperar al tercer toro de la tarde para que la función recobrase el tono y llegase el brillo y, finalmente, el triunfo. Fue preciso para ello que saltase al ruedo un toro - “Aparejo”, marcado con el número 89, negro, de 526 kilos y con el hierro de Garcigrande.

Y que le diese adecuada réplica un torero, Diego Carretero, que en su segunda actuación como matador, dejó ver que hay cantera y futuro. Echó las rodillas al suelo para recibirle con dos largas, veroniqueando luego, ya erguido, con empaque y gusto. Tiró de fibra y garra para buscar someter y reducir la bravura de su oponente, que arrastraba incansable el morro por la arena buscando la muleta.

Cuando le llevó por bajo subió notablemente la intensidad de su obra. Muy valiente y dispuesto, toreó con temple y largura, dejando excelentes naturales, vibrantes y emocionantes antes de cobrar una estocada de perfecta ejecución y espectacular resultado, logrando ya en su primer turno abrir la puerta grande. También “Aparejo” mereció algo más que los aplausos con que fue despedido su cadáver al ser arrastrado por las mulillas.

Antes Sebastián Castella se las vio con un toro obediente y manejable con el que estuvo mucho rato en un trasteo bastante deshilvanado y de poco contenido, fallando, además, demasiado con los estoques. Manzanares lanceo sin aperturas a su primero, otro toro sin emoción pero también sin grandes complicaciones, basando su labor en la mano diestra y con mucha distancia en los contendientes.

La segunda parte de la corrida tuvo menos contenido si cabe. Castella no acabó de acoplarse con el cuarto, abriendo su quehacer con sus ya clásicos pases cambiados por la espalda para ir bajando paulatinamente el diapasón y acabar sin saber muy qué hacer con el toro, sin ideas y hasta pesado.

Al quinto, que derribó estrepitosamente a Chocolate, le costaba mucho seguir la muleta, pensándoselo mucho antes de tomar el engaño y, rajado, recorre buena parte del ruedo rehuyendo la pelea. Cuando Manzanares logró fijarlo pudo sacar alguna serie de buen trazo en una faena larga e intermitente, que acabó frente a la puerta de toriles y a la que tardó en poner el punto final con el estoque.

No pudo redondear Carretero su primera tarde en Albacete como matador. Volvió a estirarse al veroniquear al sexto pero el animal, rubricado y con un punto de violencia, corto por el pitón izquierdo y tratando de buscar un punto de fuga, no dio opciones. Tesonero y voluntarioso evidenció de nuevo valor y ganas pero sin posibilidad alguna de premio.