Ferias taurinas
Poderoso caballero el rejoneo
Tarde de excelente rejoneo con una buena corrida de Fermín Bohórquez y en la que el torero a caballo Andrés Romero estuvo cerca de abrir la Puerta del Príncipe con oreja en ambos.
Tarde de excelente rejoneo con una buena corrida de Fermín Bohórquez y en la que el torero a caballo Andrés Romero estuvo cerca de abrir la Puerta del Príncipe con oreja en ambos.
Real Maestranza de Sevilla. Séptima de abono. Toros de Fermín Bohórquez para rejones, bien presentados, nobles y de buen juego.
Sergio Galán, pinchazo rejón y descabello (silencio); rejón (oreja).
Andrés Romero, rejón (oreja); rejón (oreja)
Lea Vicens, pinchazo, media , pinchazo, media (silencio); rejón (oreja).
En la séptima de abono llegó a la Maestranza la única corrida de rejones, con el recuerdo del recientemente fallecido Ángel Peralta que sobrevoló en el ambiente de la tarde.
Sergio Galán abrió el festejo a lomos de «Amuleto» y se fue a la puerta de chiqueros para iniciar así su primer contacto con la tarde. Actuación muy seria del caballero madrileño, llena de plasticidad y excelente doma, toda la lidia en el centro del ruedo, alcanzando excelente nivel montando a «Ojeda» y posteriormente «Bambino» en la suerte de banderillas. Las cortas las reservó para «Apolo» y el lunar llegó con el rejón de muerte. No sucedió así ante el cuarto, al que mató de un certero rejonazo. Su labor fue tan interesante como lucida, entusiasmó con Titán en banderillas, saliendo de la suerte con espectaculares piruetas. Banderrillas a dos manos con «Apolo», superior el segundo par y el triunfo que no se le escapó esta vez.
Andrés Romero tomó el marsellé, chaquetón campero, para a lomos de «Perseo» recibir a su enemigo en la misma puerta de chiqueros. Bella estampa que tuvo continuidad montando a «Caimán» ya en bandrillas y sobre todo «Guagiro» al quiebro y posteriores piruetas. Labor entonada y variada que le valió la primera oreja de la tarde. Pudieron ser dos del quinto y Puerta del Príncipe, pero el presidente solo concedió una. Con «Qabul» puso alegría a su repertorio y con Caimán volvió a entusiasmar. Labor seria y espectacular que caló muy hondo en los tendidos.
Lea Vicens solo tuvo un desliz, la suerte de matar, y ahí perdió la oreja después de una labor vibrante y bien llevada, envuelta en el alegre toreo de «Bético» caballo estrella de su cuadra. Con «Gacela» también puntuó y «Jazmín» para las cortas y una rosa final para el recuerdo. Pero abrochó y cerró el triunfo con el buen sexto de la tarde, montando de nuevo a «Bético» galopando a dos pistas con mucho temple para después lucir al violín.
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