La expectación era máxima ayer en la tradicional Corrida de Primavera de Brihuega (Guadalajara), que comenzó con el himno de España interpretado por una banda que inspiraría especialmente a Manzanares. El alicantino estuvo inmenso con el quinto, al que toreó a placer con ambas manos y dejando unos naturales con sello propio. Se gustó José María con «Guitarra» alargando los muletazos e imprimiendo gran ritmo a la faena. Con la espada, en la suerte de recibir no falló, recibiendo dos orejas y la vuelta al ruedo el animal del hierro de Garcigrande.

Con ceñidas verónicas había recibido a Manzanares a su primero, con el que logró tandas de gran mérito, reduciendo al mínimo el espacio entre él y el animal. Un toro que se había entregado en el caballo y con el que no estuvo acertado con los aceros. Fue silenciado.

Gran actitud mostró Cayetano desde su primer toro, que tras un tercio de varas deslucido, clavó rodilla en tierra y ejecutó una tanda de pases que convencieron a los tendidos, pero la intensidad no se mantuvo el tiempo suficiente. Fue obligado a saludar tras no poder rematar la actuación con una espada efectiva. Pase a pase comenzó la faena del sexto para firmar después una buena tanda en redondo. En larguísimos derechazos al ralentí se basó su faena que cerró, de nuevo con pases de rodillas que volvieron a recibir el reconocimiento del público alcarreño.

Hermoso de Mendoza pisaba de nuevo el coso de La Murralla después de once temporadas sin hacerlo, encontrando un público entregado. Abrió el festejo mixto con un gran tercio de banderillas que acompañó de una elegante doma y vistosidad citando al toro, que tuvo movilidad y codicia, a dos patas. Tras un soberbio rejonazó Hermoso recibió la oreja del de Sánchez y Sánchez. El palco le negaría la puerta grande al no concederle la segunda oreja en el cuarto toro, con el volvió a evidenciar su magisterio. Esto despertó la protesta generalizada de los tendidos.

Brihuega (Guadalajara). Corrida de Primavera. Se lidiaron toros de Sánchez y Sánchez para rejones y Domingo Hernández y Garcigrande, el quinto, que fue el mejor. La plaza registró alrededor de los tres cuartos de entrada en los tendidos.

Pablo Hermoso de Mendoza, oreja y gran ovación tras fuerte petición de oreja, y bronca al palco por denegarla.
José María Manzanares, silencio tras aviso y dos orejas

Cayetano Rivera, silencio y oreja.