Sevilla
Las 17 alternativas que nos deja 2014
Cerro, Román y Cayetano Ortiz, entre los que se convirtieron en matador de toros esta temporada
Jesús Duque, Rafael Cerro, Javier Jiménez, Román, Cayetano Ortiz, Tomás Campos, Jesús León, José Luis Villalba, Javier de la Concha, Juan Vicente, Brandon Campos, Juan Millán, Miguel de Pablo, Raúl Rivera, Martín Núñez, Juan Ortega y Rafael de Foyos. No es la plantilla de un equipo de fútbol sino el nombre de 17 hombres que este año han cumplido el sueño que forjaron a fuego en su corazón cuando jugaban de niños a los toros y un día dijeron a sus padres: «Quiero ser torero».
El festejo de la alternativa queda marcado para toda su vida en la memoria de los toreros. «Siempre es una ilusión tomarla en tu ciudad, con tu gente, y más aún triunfar», rememora el complutense Juan Millán. «Fue una tarde muy esperada y la tengo en mi mente con bastante felicidad porque aunque me tocó un lote difícil pude dar la cara y sacar partido a lo que tenía delante», apunta el madrileño Miguel de Pablo. «Un día bonito, aunque la verdad lo viví como uno más», recuerda el valenciano Román. Tres toreros, tres trayectorias y tres historias. Román irrumpió hace dos años en una novillada picada en las Fallas de Valencia, sin apoderado, con la televisión presente y la única verdad de sus trastos y su deseo de triunfar. De ese tarde salió con apoderados (Santiago López y Simón Casas) y un buen número de contratos. Finalmente tomó la alternativa el 7 de junio en la plaza de toros de Nimes con El Juli como padrino y Sebastián Castella de testigo. Desde entonces, nueve corridas, líder en el escalafón de los alternantes. «He notado muchos cambios del novillo al toro, no sólo que el astado sea más grande, que lo es, sino en la forma de la embestida, en el público, en los compañeros... Al principio eres la novedad y siempre gusta pero ahora la gente va a ver torear, no a pasárselo bien». Miguel de Pablo, natural de Colmenar Viejo, ha estado cinco temporadas de novillero. En las dos primeras toreó alrededor de 40 tardes y le llegó su oportunidad en Las Ventas. «Tuve la mala suerte de que a un novillo al que tenía cortadas las orejas me pegó una cornada el entrar a matar y todos los contratos que hubiera podido firmar se me fueron», explica. El también madrileño Juan Millán pasó tres temporadas como novillero con caballos y a pesar de no torear muchas tardes, se encontró en 2014 «cuajado y con ganas de dar el salto».
Un salto nada sencillo. De los 17 diestros que tomaron la alternativa en 2014, once no volvieron a hacer el paseíllo vestidos de luces la pasada temporada y solo dos (Jesús Duque y Javier Jiménez) experimientaron esa tarde tan especial en una plaza de primera. El empresario Tomás Entero considera que este hecho se debe a que «no hay un novillero que haya irrumpido con gran fuerza para mandar y quitar del medio, diciéndolo educadamente, a las figuras del toreo que llevan 25 años de alternativa y siguen haciendo falta en las ferias». «Los empresarios queremos toreros nuevos que lleven gente a la plaza pero para eso hay que abrir las puertas grandes de las plazas importantes; no se trata de dar un puñetazo en la mesa sino de arrimarse al toro y pegarle pases», añade. En este sentido habrá que estar atento a Borja Jiménez (a quien apodera Entero), Puerta de los Príncipes en Sevilla, o José Garrido, con triunfos en Bilbao y Sevilla, pero también cabe recordar la figura del sevillano Pepe Moral, último novillero en abrir la Puerta Grande de Las Ventas (2007) y torero que trabajó de camarero, limpiando cuadras y disfrazado en un teatro para niños antes de volver con fuerza a los carteles esta temporada gracias a sus actuaciones en Sevilla, Madrid o Pamplona. Román comparte opinión con Tomás Entero: «Yo creo que cuando hay un chaval que se lo gana de verdad le dan la oportunidad, y lo que hay que hacer el aprovecharlo; nadie te regala nada».
«Desde que empecé, siempre he escuchado que cuando se toma la alternativa hay un parón; es un volver a empezar», indica Juan Millán. «Es muy muy complicado porque ves cómo salen corridas de toros y no cuentan contigo... Tú estás sentado en el banquillo y tienes que seguir entrenando, trabajando y luchando con la misma ilusión de siempre hasta que algún día llegue la oportunidad, puedas demostrar lo que vales y a partir de ahí seguir escalando», contesta Miguel de Pablo al ser preguntado por este parón. Hasta Román ha notado el descenso de tardes. «Estaba acostumbrado a torear por encima de las 20 novilladas y eso es lo que peor se lleva; cuando toreas poco se hace muy larga la espera y no te sientes tan torero, pero me considero un privilegiado». «Ahora -incide el valenciano- no me puedo conformar con esto, ni mucho menos; ha sido una etapa que hay que vivir pero espero torear mucho más».
Juan Millán y Miguel de Pablo miran fuera de España en busca de oportunidades. «He dejado buen ambiente en Francia y es un sitio donde respetan los triunfos; por ahí veo una vía importante para abrirme un hueco y confirmar lo antes posible en Madrid, la única plaza que da (contratos)», apunta Juan Millán. Miguel de Pablo pone su horizonte más lejos: «Afronto una campaña de invierno con América -viaja el 19 de enero con varias corridas firmadas y una posible confirmación en La México en el aire-, que creo que es la salvación de todos los toreros y espero volver de allí con ambiente y fuerza para poder abrirme paso aquí como matador de toros». Fernando Masedo, responsable de la Escuela Taurina de Badajoz y presidente de la Asociación Nacional de Escuelas de Tauromaquia, aporta su punto de vista y una posible solución a este éxodo de jóvenes. «Hay que establecer en función de la categoría de los matadores y de las plazas unos parámetros de actuación en las mismas; igual que el Real Madrid no juega en Badajoz, una figura del toreo no puede torear en Madrid, Bilbao o Pamplona y también en un coso de tercera». Medida, con matices, que apoya Tomás Entero. El empresario considera que habría que cambiar en un plazo de dos o tres años el reglamento y que sean los toreros nuevos, no los más veteranos, quienes abran los carteles y de esta manera se pueda incluir a toreros jóvenes. Además, cree viable dar corridas de toros mixtas con la presencia de un novillero «de los punteros» para que la gente lo vea y lo conozca. Masedo también pide la implicación de empresarios y profesionales del sector en la formación de nuevos valores con un argumento basado en el mundo del deporte: «¿No tiene el Real Madrid equipos base? ¿No mantiene su cantera? ¿Por qué no van a hacerlo los empresarios o toreros?».
De momento, estos 17 toreros miran al futuro con incertidumbre pero ilusionados. «Hay que tener mucha afición, mucha ambición y creer en uno mismo porque te dan muchos palos personas que tú crees en ellos, las mismas empresas que no cuentan contigo... Pero siempre te queda esa cosita en el corazón que el toro es el único que lo da y sobre todo creer mucho en ti, tener plena fe en ti y confiar que cuando Dios quiera y te den la oportunidad las vas a aprovechar y vas a ponerte en el lugar que crees debes estar», cuenta Miguel de Pablo a la salida de un entrenamiento un sábado por la tarde. «Los toros siempre van a estar por encima de todo», dice Juan Millán, licenciado en Económicas y Ciencias Actuariales y Financieras. Tomás Entero es optimista y les reta a ellos y los que vienen por detrás: «La gente selecciona mucho dónde se gasta el dinero, quiere ver calidad, competencia, no partidos amistosos, personas que de verdad quieran ser toreros y comprarse una finca».
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