El «legado» de Víctor Barrio se hace presente con los niños en Santander

Los matadores de toros Enrique Ponce, Cayetano Rivera y Ginés Marín participaron, en la mañana del pasado sábado, en Santander, en la primera edición del programa Víctor Barrio, que pretende continuar el legado del torero, fallecido en 2016, y acercar esta disciplina a los niños.

Esta primera edición del programa se celebró en el ruedo de la Plaza de Toros de Cuatro Caminos de la capital cántabra.

Los diestros impartieron el «primer curso de aficionados prácticos infantiles», en el que enseñaron a los más pequeños a manejar el capote y la muleta y a colocar las banderillas. Casi 100 niños de más de tres años se inscribieron y participaron en los diversos talleres pensados para fomentar el arte de la tauromaquia, que desde la Ley 18/2013 forma parte del patrimonio cultural español. Los talleres para niños consisten en dibujo y manualidades, confección de caretas de toros y toreros, banderillas y muletas, y clases de toreo de salón a cargo de los tres matadores.

Este conjunto de actividades contaron con la organización y apoyo de diversas entidades y agrupaciones, como el Ayuntamiento de Santander -cuya alcaldesa, Gema Igual, estuvo presente- la Fundación Toro de Lidia y la Asociación Taurina de Cantabria.

Entre los participantes, con edades comprendidas entre los 9 y 14 años, se sortearon cuatro entradas triples para presenciar el último festejo de la Feria de Santiago en el «Mini Palco Víctor Barrio», acompañados de un adulto y de un profesional encargado de explicar lo que ocurre en el ruedo. En las puertas de la Plaza de Toros repartieron entre los niños de entre 3 y 8 años que acudieron al festejo una carpeta con dibujos taurinos y actividades, acompañada de pinturas.

La viuda del matador Víctor Barrio, Raquel Sanz, declaró que «Víctor fue el primero en organizar jornadas de toreo de salón para los niños, al advertir que los chicos de hoy apenas tenían contacto con el toreo, por lo que lo desconocían», en consonancia con el lema del programa, «la tauromaquia, más que defenderla, hay que enseñarla».

Sanz apuntó que tras la muerte de Víctor Barrio, acaecida en la Plaza de Teruel el 9 de julio de 2016, se decidió continuar con su legado, consultando incluso las notas que él realizó en agendas y en su teléfono móvil, en las que diseñaba nuevas actividades enfocadas a acercar la fiesta de toros a los más pequeños, algunas de las cuales se han puesto en práctica por vez primera, hoy, en Santander.

EFE