En esta tan atípica como extraña temporada, en la que las grandes ferias han sido barridas por el coronavirus y la campaña ha quedado sensiblemente mermada, un nombre ha vuelto a resaltar y destacar por encima del resto, el de Enrique Ponce, que, una vez más, ha dejado patente su compromiso con el toreo y su afición, toreando más que nadie, donde fuese, con quien fuese y como fuese. Había que dar la cara y él no ha escurrido el bulto.
Aprovechando el reposo absoluto a que le obliga una reciente intervención quirúrgica, para resolver los problemas que desde un año atrás le daba una hernia inguinal -y de la que se recupera con total normalidad-, el torero de Chiva repasa lo que ha dado de sí, y de no, este tan raro y singular ejercicio.
- Ha estado presente en la mayoría de los carteles. En momentos como este es cuando es preciso dar la cara, tirar del carro.
- Siempre pensé que iba a ser una temporada totalmente atípica. Incluso llegamos a pensar que no iba a haber toros. Yo siempre creí que podría ser lo mejor para la fiesta en general. Me ofrecí desde el primer momento a poner mi granito de arena y poder celebrar festejos sin saber lo que iba a ganar o en festejos con un público muy reducido. Pero pensaba que iba a hacer un bien a la fiesta en general. Que fuese televisado contribuiría a que se salvase un poco económicamente la corrida, que se pudiese dar y que la gente en sus casas pudiesen seguir viendo toros en directo. Para mí eso era fundamental. No sé si eso es dar la cara o tirar del carro, pero eso es lo que creí que debía hacer.
- Sin embargo, sorprende que no todas las figuras hayan arrimado el hombro, ahora, cuando más falta hace.
- Cada uno es libre de llevar su vida como quiera o gestionar su trayectoria como torero como considere. No culpo a nadie de que no haya querido sumarse a esa iniciativa de apoyar en una temporada tan complicada y olvidarse de intereses personales y ver este año como una temporada en la que no podían faltar toros, fuese como fuese. Y si había alguna posibilidad de dar toros pues que se aprovechase. No entro en eso, cada uno es libre de torear o no. Torear no es algo que sea fácil y está la vida de uno en juego. Yo lo tuve claro desde un principio y así quise que fuera.
- Tampoco se ha visto a los empresarios más fuertes, a los que llevan las plazas más importantes, muy entusiasmados con la idea de sacar adelante la campaña.
- Hay que pensar que no era fácil. Los empresarios estaban asustados, no sabían lo que iba a pasar, si los números iban a salir o no y aquí nadie quiere perder. Las ferias no se han dado y los empresarios grandes han optado por esperar a ver qué pasa. Todo es comprensible. Lo que no sabemos es lo que va a pasar el año que viene. Tendríamos que hacer todos examen de conciencia y dar la cara, hacer algo.
- Una falta de interés, o motivación, que no sólo ha ido en detrimento de la propia fiesta sino que ha perjudicado muy mucho a ganaderos, banderilleros, mozos de espada, etcétera.
- Creo que, como digo, hay que entender la posición de todo el mundo. Hay que partir de la base de que no era fácil echar para adelante una temporada como esta. Y a pesar de las limitaciones, de las restricciones, de público, de seguridad, de todo, creo se ha hecho mucho. No culpo a nadie de nada. Se ha hecho mucho más de lo que en principio se creía que se iba a poder hacer. Ha habido toros pero tampoco podíamos pretender mucho más hay que estar orgullosos de lo poco o mucho que se haya podido aportar.
- Usted ha toreado en plazas que han sido cuestionadas o puestas en tela de juicio y motivado un endurecimiento de las medidas de prevención y seguridad, pero parece que en esas plazas se adoptaron todas esas medidas de manera escrupulosa y a conciencia...
- Sí, por supuesto, se han llevado a rajatabla todas esas medidas de seguridad y esas restricciones, de público, de distancia, de mascarillas.. La afición en ese sentido se ha portado extraordinariamente bien.
- ¿Ha habido miedo por parte de los políticos?
- Sí, por supuesto que ha habido miedo en los políticos, ellos tuvieron que tomar sus medidas porque la responsabilidad iba a caer sobre ellos. Pero tenemos que quedarnos con lo bueno, con los festejos que se han podido dar. Tenemos que estar agradecidos dentro de lo malo. Los políticos han tenido miedo a que se metiesen con ellos, a que les echasen la culpa de lo que hubiese podido pasar. Pero aún así han tratado de echar una mano y ayudar en los lugares en los que se ha habido toros. También es verdad que otros alcaldes, responsables de algunas comunidades autonómicas, etcétera, se han echado para atrás y no han querido que hubiese toros, pero todo es entendible con todo lo que está pasando.
- Tampoco ha sido muy edificante que la propia patronal, que ANOET, llamase al orden a ese empresario y hasta le promoviese un expediente.
- Eso son cosas internas de ANOET, son cosas en las que no entro y, la verdad, no me preocupo por lo que puedan hacer. Bastante tengo con ponerme delante del toro y salvar mi papeleta.
- ¿Piensa que ahora se ven las carencias y deficiencias del sistema?
- Nadie es perfecto, no. Carencias y deficiencias tiene que haber. A todos nos gustaría que todo fuese perfecto, pero creo que hay que sacar lo positivo de todo esto. Creo que ha habido unión, la Fundación del Toro de Lidia se ha unido con los toreros y aunque luego haya habido quien pensando en sus intereses tirase para adelante o no, todos hemos ido a una, la verdad es que ha habido muy buena comunicación y hemos estado de acuerdo. Estamos más unidos que nunca. Cuando el Ministro de Cultura no nombró a la tauromaquia en los planes de ayuda, todos estuvimos ahí para protestar, lo que pasa es que a veces las cosas no son tan fáciles como todos quisiéramos que fueran.
- Con todo, insisto, esa falta de unidad en el toreo parece evidente.
- No, no, yo creo que no hay falta de unidad. Repito que se ha estado más unidos que nunca. Ha habido una comunicación diaria, tratando de buscar las mejores soluciones por la fiesta y el toreo, anteponiendo cuestiones personales. Yo creo que este año sí ha habido una gran unión.
- ¿Se están tomando medidas de algún tipo para la próxima campaña?
- La próxima temporada, siendo realistas, no pinta muy bien. Creo que puede ser más de lo mismo, a no ser que haya una solución médica y se pueda arreglar la cosa. Habrá que pensar en que será una campaña parecida y habrá que seguir dando la cara.
- ¿Qué opina sobre que las grandes plazas hayan decidido dar cerrojazo a la temporada en cuanto las cosas se pusieron mal?
- En las plazas grandes parece que no era fácil que se diesen corridas. Se podría haber echo algo, no ferias largas... Alguna corrida esporádica... Pero hay que conformarse con lo conseguido. Tampoco se ha podido hacer mucho más. A ver si el año que viene las plazas grandes pueden dar alguna corrida en sus ferias tradicionales, aunque no fuesen ferias largas, de muchas corridas, pero sería muy bueno que sí abriesen sus puertas. Apoyo esa iniciativa y pienso que sería importante.
- En un año tan especial para Ponce como el de su trigésimo aniversario de alternativa, la plaza de Valencia ni siquiera ha dado señales de vida.
- Es una pena, me hubiera encantado torear en Valencia este año, haber celebrado toreando esos treinta años de alternativa. Nos hemos quedado con las ganas.
- ¿Se celebrará esa efeméride como Dios manda en 2021?
- Me encantaría, que en 2021 se pudiese hacer una corrida para poder celebrar eso. Estoy abierto para colaborar totalmente con ese idea. Sería muy bonito poder torear en Valencia para poder conmemorar aquella alternativa.
- Uno de sus objetivos al comenzar el año era ser líder del escalafón. Esa meta, al menos sí se va a conseguir...
- Era algo que tenía pensado... Después de treinta años arriba, temporada tras temporada... Me llamó la atención eso, por que es algo que nunca ha ocurrido, ninguna figura, ningún matador con esos años de alternativa lo ha hecho. Lo hablamos antes de comenzar, como una posibilidad, pero así ha sido al final. No como queríamos, indudablemente, pero así ha sido.