Crisis

Telecinco revive el pasado para salvar su futuro

La cadena busca recuperar su sitio con cambios en su programación, el regreso de rostros conocidos y su gran apuesta: los realities

Edificio de Telecinco
TelecincoMediaset

Telecinco atraviesa uno de los momentos más complicados de su historia. Tras años de dominio absoluto en la televisión española, la cadena de Mediaset se enfrenta a una crisis de identidad y audiencia. La llegada de Alberto Carullo como director de Contenidos no ha traído, por ahora, la revolución esperada. En su lugar, la estrategia se ha basado en recuperar formatos de éxito y ajustar los horarios de su programación con la esperanza de recuperar el liderazgo perdido.

El primer gran movimiento de Carullo ha sido devolver a Ana Rosa Quintana a las mañanas. Su regreso ha supuesto una batalla directa con Susanna Griso en Antena 3 y Silvia Intxaurrondo en La 1, con un liderazgo que varía día a día. Sin embargo, su verdadero problema sigue estando en la primera franja del día. El flojo rendimiento de "La Mirada Crítica" con Ana Terradillos está lastrando su arrastre de audiencia, dejando en el aire la posibilidad de que "El Programa de Ana Rosa" vuelva a ser el gran pilar de la cadena.

Otro ajuste clave ha sido el intento de fortalecer las tardes. La primera decisión fue cambiar el horario de "TardeAR" para enfrentarlo directamente a "Y ahora Sonsoles" en Antena 3, seguido por "El diario de Jorge", que se extiende hasta las 20:00. Sin embargo, los datos no acompañan: ambos programas se mueven en cifras muy discretas, con shares del 8,5% y 9% respectivamente, muy lejos del impacto que en su día tuvo "Sálvame".

Más allá de los cambios en la parrilla, la gran apuesta de Telecinco sigue siendo lo que mejor le ha funcionado históricamente: los realities. "La isla de las tentaciones" sigue explotando su faceta más extrema para mantener la atención del público, mientras que "Supervivientes" y "Gran Hermano" siguen siendo cartas seguras. No obstante, la audiencia de estos formatos ya no es tan masiva como en sus mejores años y su dependencia de ellos hace que la cadena parezca tener pocas opciones más allá de la telerrealidad.

Mientras tanto, los intentos de recuperar programas históricos han sido un absoluto fracaso. "Caiga quien Caiga", uno de los grandes formatos de la televisión de los 90 y 2000, ha sido un fiasco en su regreso, confirmando que Telecinco no puede vivir solo del recuerdo de sus años dorados. Esta falta de apuestas innovadoras es uno de los principales problemas que enfrenta la cadena: la necesidad de reinvención es urgente, pero las decisiones siguen siendo conservadoras.

A pesar de todo, Mediaset mantiene a Telecinco en el podio de las cadenas más vistas, aunque en una tercera posición preocupante. Con un 9,6% de share en febrero, está lejos del 12,8% de Antena 3 y el 10,5% de La 1, que ha conseguido revitalizarse con una oferta más variada y competitiva. Si Telecinco quiere recuperar su trono, necesitará mucho más que retoques en su parrilla y la nostalgia de sus éxitos pasados. La televisión ha cambiado, y sin una visión audaz y renovadora, el futuro de la cadena seguirá en la cuerda floja.