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¿Qué ha pasado con el restaurante Tradiciones Peruanas de 'Pesadilla en la cocina'?

Alberto Chicote ha visitado en su último programa un establecimiento marcado por muchos problemas familiares y un dueño "jeta"

Alberto Chicote junto a Jorge, dueño del bar Tradiciones Peruanas
Alberto Chicote junto a Jorge, dueño del bar Tradiciones PeruanasAtresmedia

La nueva temporada de 'Pesadilla en la cocina' no deja de dar que hablar. En el último episodio emitido en laSexta, Alberto Chicote se desplazó hasta Majadahonda (Madrid) donde el restaurante Tradiciones Peruanas solicitó desesperadamente su ayuda. A pesar de que el restaurante ofrecía generosas raciones de comida peruana que encantaban a los clientes, las constantes discusiones entre el personal, en su mayoría familiares del dueño, Jorge, provocaban que muchos comensales se fueran descontentos. Aunque la emisión del programa ha sido esta semana, la grabación tuvo lugar meses atrás, lo que lleva a la pregunta que muchos en redes sociales se hacen: ¿Sigue abierto Tradiciones Peruanas en Majadahonda?

La respuesta es afirmativa. En septiembre de 2024, el restaurante sigue en funcionamiento y aceptando pedidos. La emisión del programa no ha llevado a su cierre, como ha sucedido con algunos locales después de aparecer en el popular reality. Sin embargo, la situación del restaurante ha seguido siendo complicada.

El caos familiar, la raíz del problema

Al llegar al restaurante, Chicote descubrió que el principal problema de Tradiciones Peruanas no era la comida o el cocinero, sino las tensiones familiares y la falta de liderazgo de Jorge. Las discusiones constantes entre el dueño y su esposa, Lis, quien trabaja en el restaurante durante los fines de semana y las tardes, además de tener un empleo como limpiadora, eran el principal obstáculo. Jorge evitaba involucrarse en la solución de los problemas, prefiriendo refugiarse en una habitación con una televisión cuando la situación se complicaba. Mientras tanto, Lis invertía no solo su tiempo, sino también su salario para mantener el negocio a flote, sin ver resultados positivos.

La relación entre ambos no fue el único conflicto. Los empleados del restaurante eran, en su mayoría, familiares de Lis, lo que generaba más tensiones. Jorge expresaba su "descontento" con el personal, y la "atmósfera tóxica" afectaba tanto el servicio como el ambiente del restaurante. Como parte del proceso de transformación, Chicote reformó el menú de Tradiciones Peruanas para ajustar las cantidades y mejorar la calidad de los platos. También lideró una reforma en la decoración del local, que ha sido bien recibida por los clientes. Aunque la reforma física se mantiene, poco queda de las sugerencias culinarias del chef. Según algunos clientes, la carta actual ya no refleja los cambios que Chicote propuso.

A pesar de los esfuerzos del chef madrileño, no todos los comensales han quedado satisfechos con la evolución del restaurante. En las reseñas publicadas tras el programa, algunos elogian el ambiente mejorado, pero critican que la calidad de ciertos platos emblemáticos, como el lomo saltado o la papa rellena, ha disminuido. Otros clientes, sin embargo, continúan disfrutando de los sabores peruanos que ofrece el restaurante.

Una segunda oportunidad siempre es necesaria

Aunque Tradiciones Peruanas sigue abierto y continúa recibiendo clientes, no ha aprovechado su aparición en 'Pesadilla en la cocina' para promocionar el negocio. A diferencia de otros restaurantes que usan la visibilidad del programa para atraer nuevos comensales, el local no ha mencionado su paso por la televisión en sus redes sociales, donde mantiene una actividad discreta, especialmente en Instagram. El restaurante opera con normalidad, cerrando solo los martes, y ofrece algunos de los platos que Chicote modificó, aunque estos solo están disponibles para consumir en el local y no pueden ser pedidos a domicilio.

Uno de los momentos más tensos del episodio ocurrió cuando Chicote confrontó a Jorge por su actitud pasiva y desinteresada. El chef y presentador, visiblemente molesto, llegó a calificarlo de "jeta" al descubrir que intentaba engañarle. Las confesiones de Lis sobre el papel de su esposo en el restaurante y la crítica de Jorge hacia el personal familiar generaron momentos de alta tensión. Según Lis, dos cocineros ya habían abandonado el restaurante debido al trato de Jorge. A pesar de estos y otros conflictos, Tradiciones Peruanas ha logrado mantenerse a flote. Aunque su futuro es incierto, el restaurante sigue luchando por ofrecer su gastronomía a la comunidad de Majadahonda, con la esperanza de superar los obstáculos que enfrenta.