Saben aquell que diu
David Verdaguer cuenta en 'El Hormiguero' su crisis de los 40: "Las erecciones son más cortas y las resacas, más largas"
El actor catalán volvió a derrochar ingenio y simpatía en el programa de Pablo Motos
'El Hormiguero' puso el broche a la semana con la presencia del actor David Verdaguer. El intérprete regresó al programa de Pablo Motos para hablar de 'Saben aquell', la nueva película que protagoniza y que se estrena en cines el próximo 1 de noviembre. En esta comedia, Verdaguer encarna al humorista Eugenio en sus primeros años de carrera.
"Yo lo conocí en la época de los cassetes, y también lo vi de pequeño en la tele, y me flipaba; cuando me dijeron de hacer la película, mucha responsabilidad, porque yo no soy Carlos Latre, no sé imitar", comentó el intérprete catalán sobre el legendario cómico. "Eugenio era un virtuoso de contar historias".
A Verdaguer le pusieron una prótesis en la nariz y otra en el culo, "como una malla de ciclista, que aprieta tanto que desaparece el pene": "David Trueba se dio cuenta de que yo no tenía culo y me dijo que aquello era muy grave", dijo este. "Es maravilloso tener culo, felicitó desde aquí a los que tienen culo", bromeó seguidamente.
También le pusieron unas alzas; unas incomodidades que no le estorbaron a la hora de actuar: "No soy un actor de método", dijo Verdaguer. "A mí me gustaría hacer pelis de zombis o de súper héroes", expresó el actor a continuación.
¿Y qué pasó con el tema de fumar para imitar a Eugenio? "Fumaba unas hierbas que daban el pego, pero en los primeros planos sí tenía que fumarme unos Ducados, que eso a primera hora..."
Aunque no te interese Eugenio, "su historia de amor con Conchita es estupenda y triste a la vez", comentó Verdaguer a continuación. La primera vez que hizo la voz del cómico catalán "no creo que lo hiciera perfecto, pero se creó como una energía como si el Eugenio real estuviera allí".
La crisis de los 40 de David Verdaguer
El simpático actor, que el pasado 28 de septiembre alcanzó la cuarentena, desveló que vivió "la crisis de los 40 a los 38 años". "No noto un gran cambio físico pero sí que pienso cuando me ato los zapatos que aún puedo", ejemplificó.
"Las erecciones siguen ahí, y están bien, pero los grados... están en ángulos distintos. Está como con poleas. Las erecciones son menos rectas y las resacas son larguísimas", contó el actor con gracia.
"Ahora lloro con todo: antes lloraba con 'El diario de Patricia' y ahora lloro con un abuelo dándole de comer a una paloma", siguió este desgranando los síntomas de la edad.
"Si me tienes que matar por lo menos suda": reflexionó sobre los patinetes eléctricos a los que detesta, frente a otros medios de transporte como la bicicleta.
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