No hizo prisioneros
Alfonso Guerra, rotundo contra la amnistía en 'El Hormiguero': "¿Acaso se la merecen?"
El que fuera vicepresidente del Gobierno aseguró que "el PSOE se jodió cuando las primarias, que son antidemocráticas"
El maestro Alfonso Guerra, que estuvo allí. Y sí, allí se presentó, los colmillos afilados y luciendo moreno del Guadalquivir, con el seseo de la Baja Andalucía pegado al paladar. El dramaturgo, el librero del barrio de Santa Cruz, el lector devoto de Antonio Machado, el espadón del PSOE, el del verbo punzante, el político mordaz, desinhibido. Con la cerbatana cargada de bodoques regados con la ponzoña de la ironía, esa ensalada de humor e inteligencia regada con unas gotitas del tabasco de la maldad.
83 años. No venía Guerra como Umbral a hablar de su libro aunque este fuera el pretexto que llevase al otrora factótum del PSOE al prime time, lejos de su zona de confort (pero el que tiene tablas tiene tablas) a una entrevista espídica y frenética que iba, venía, subía y bajaba. Bajó Alcalá como el torero que va a Las Ventas, estoque afilado y un traje de "cruces" a la medida para el innombrable, Pedro Sánchez.
La cosa está achuchá
El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra estuvo anoche por primera vez en 'El Hormiguero' a sus bien sumados 83 años. El político fue al programa de Pablo Motos para presentar su libro de memorias, titulado "La rosa y las espinas: El hombre detrás del político", en el que Guerra se muestra directo y sin cortapisas en una conversación con el cineasta Manuel Lamarca.
"La cosa está achuchá", soltó elocuentemente el sevillano nada más entrar. "A mí me interesaban el teatro, la poesía, la dirección de orquesta..., el mundo cultural; la política la veía un poco lejos", aseguró sobre su inexistente vocación política.
"Mis mítines le gustaban mucho a la gente menos a mí, que no me sorprendían; pero yo tenía una técnica: usaba el humor y entonces metía la píldora ideológica", comentó respecto a sus dotes oratorias.
Lo de repartirse el papel de poli bueno y de poli malo junto a Felipe González "es algo de la prensa, no fue nada premeditado entre nosotros".
"Ahora mentir es cambiar de opinión", expresó rotundo Guerra en alusión implícita pero directa a las políticas de Pedro Sánchez. "No se puede aguantar que vayan a las sedes de los partidos o insulten por la calle a político", denunció el exvicepresidente, sin solución de continuidad, en relación a los incidentes de estas semanas frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz.
"Yo hice la Constitución mano a mano con uno del partido de enfrente, Martorell; y no sólo nos entendimos, sino que nos hicimos muy amigos", dijo Guerra a renglón seguido recordando viejos tiempos ¿mejores?
Hablando de hermanos, Guerra habló de la exposición que está preparando. "Yo soy muy devoto del poeta Antonio Machado; los fondos de Antonio se los llevó la familia a Chile, pero los de Manuel se quedaron aquí. Siempre se ha representado que los dos hermanos, que se querían mucho, eran las dos españas. El objetivo de esta exposición es la reconciliación entre los españoles".
No rotundo a la Amnistía
Respecto a la acumulación de poderes montesquieana de Félix Bolaños, el socialista expresó que "El problema no es si es mucho poder; es si Justicia y Presidencia casan bien. Quizás ahí pueda haber algún tipo de conflicto, porque presidencia es lo más pegado al poder".
Sobre la Amnistía expresó: "Antes que nada hay que preguntarse si merecen una amnistía: mi respuesta es 'NO' rotundo". "El procedimiento de redacción de esta ley es un poco raro, ¿dónde se ha visto que las leyes las escriban los delincuentes?", abundó el sevillano.
"Cuando digo que no cabe en la Constitución yo repito lo que hacía unos meses decía el secretario general del PSOE (Pedro Sánchez)", soltó la cerbatana con ponzoña e ironía.
"¿Cómo es posible que se negocie con un prófugo que está buscado por la Justicia?", se preguntó el exvicepresidente. "Es insoportable que al PNV, que tiene el 1,1 de los votantes, acuerden que tenga la llave del gobierno".
Pero Guerra tiene una teoría "En un momento determinado, un profesor argentino, Laclau, escribió La razón populista, que eso lo cogió Podemos y se lo han quedado otros partidos: la idea es que tenemos que seccionar la sociedad en dos; y eso no es así, porque las sociedades tienen que colaborar para que funcionen".
"Incluso ahora se ha hablado de que levantaran un muro. ¡No, hombre, no! Que tiendan veinte puentes", prosiguió el político jubilado. Ante un video con todas las contradicciones del gobierno sobre la amnistía, el sevillano afirmó en broma que "esto lo habéis hecho ustedes, es ciencia ficción".
"Lo políticamente correcto es antidemocrático"
"Esta división lleva a perder al respeto al que no es conservador, y con ese criterio en España nunca habrá paz, no habrá tranquilidad". "Ahora hay una izquierda que no es progresista, sino retrógrada: lo políticamente correcto es antidemocrático; es medieval".
"Esos 7 votos se han comprado con la amnistía y con 14 millones. Es una cosa que quedará para siempre: un gobierno que es capaz de decir un día no, no, no, y al siguiente sí, sí, sí"
¿Hubiese votado a favor de este acuerdo de Gobierno Alfonso Guerra por mandato del partido? "Me hubiera ido a mi casa; en realidad me fui a tiempo, porque yo vi venir lo del podemismo y fui; porque el podemismo no tiene nada que ver con el socialismo". Afirmó Guerra que el PSOE se ha podemizado: "Totalmente".
"Creo que la sociedad española un día despertará y dirá, ¿cuándo dejamos abandonada la democracia?", reflexionó. Pero aseguró tener "fe en nuestro país. Es un país fuerte; se saldrá adelante, será un paréntesis".
¿Y quién manda más, Sánchez o Puigdemont? "En algunas cosa sólo manda Puigdemont", sentenció. Sobre un posible referéndum de autodeterminación, Guerra recordó que la Constitución sólo permite una consulta a nivel nacional "y vamos a ver si en un lao' saldría que no, y en el otro que sí".
"Pensar que es progresista una alianza donde está Puigdemont es lo menos progresista del mundo". ¿Y Bildu? "Estos señores de Bildu mataron a gente, a amigos. ¿Estos son mis aliados, mis socios? No, estos son mis enemigos".
"Ahora hay un sector de la izquierda, que cuando ve que alguien es realmente de izquierda le llama facha", reflexionó el político andaluz.
"Habría que introducir en la Constitución una cláusula de intangibilidad, para que no se pudiera modificar nada de la estructura del Estado", aseveró el que fuera capitoste del PSOE.
Puigdemont habla de lawfare, "es lo mismo que hace Donald Trump, decir que la Justicia le persigue", comparó este.
Pero Guerra tenía para todos: "Aquí la gente es muy ignorante en cultura constitucional. El PP ganó las elecciones y se creyó que el gobierno tenía que ser suyo, y no es así, esto es un sistema parlamentario".
"Feijóo tiene un dogal que se llama VOX"
Aclaró Alfonso que "yo no me he pronunciado en contra del partido. Este es el partido más importante de España. Yo no estoy en contra del partido, sino de tal medida o cual medida". Aseguró no tener miedo a que lo expulsen del partido como a Nicolás Redondo Terreros.
¿Cuándo se jodió el PSOE? "Cuando las primarias, que son antidemocráticas, supe que iba a acabar mal, porque crea cesarismos; todos señalan al líder."
Como un condenado a la horca, "Feijóo tiene un dogal que se llama VOX y no sabe qué hacer con él: se tiene que decidir. Piensa que la responsabilidad asumida en estas últimas manifestaciones le ha hecho crecer un poco", expresó en relación al líder de Partido Popular.
"Las personas son contingentes; las ideas son las que tienen que permanecer", expresó sobre la posibilidad de creación de un nuevo partido socialista.
Su relación con Felipe González asegura que goza de buena salud: "Este verano hemos estado comiendo juntos. La amistad no tiene nada que ver con la política. Yo siempre he sido amigo de Felipe y a veces no hemos coincidido políticamente".
Guerra, más allá de la batalla
Y de las musas, al teatro: "Siempre hay que estar enamorado, aunque sea de una foto. Un corazón entero es el que se ha roto por amor".
Es más especial ser abuelo que padre: "El sentimiento del abuelo es inefable, algo que le da grandeza; es indescriptible; yo estoy enamorado de mis hijos, pero la nieta te reblandece el corazón..."
"Cuando mi nieta me coge de la mano y me dice que le acompañe, yo me derrito".