Pesadilla en la Cocina
El caos en "La Terracita" lleva a Chicote al límite: harina volando y una intervención inesperada
"Pesadilla en la cocina" transformó un gastrobar infantil de Alboraia al borde del colapso. El chef se enfrentó a una batalla con el dueño y su equipo, desbordados por la tensión
El chef Alberto Chicote vivió uno de los episodios más tensos en "Pesadilla en la cocina", el exitoso porgrama de laSexta, con su visita a "La Terracita", un gastrobar en Alboraia, Valencia. Este peculiar restaurante no solo ofrecía comida para los adultos, sino también un parque de bolas para niños. Lo que parecía ser una apuesta única acabó convirtiéndose en un campo de batalla para su dueño, Jorge, y un equipo sin experiencia hostelera ni motivación. La situación era insostenible: una cocina desbordada, una carta sin identidad y un ambiente infantil que apenas podía disimular los gritos de frustración entre los empleados.
La tensión en el local llegó a su punto máximo cuando, durante el segundo servicio, una disputa entre Jorge y su cocinera, Maite, explotó de manera literal. El caos en la cocina comenzó cuando un cliente se quejó de un filete crudo, provocando que Jorge, visiblemente molesto, entrara furioso a la cocina. En medio de gritos, lanzó un bote de harina a Maite, generando una reacción en cadena que terminó con Alberto Chicote interviniendo para evitar que la situación se saliera aún más de control. "Se me va la olla", reconoció Jorge tras perder los nervios frente a su equipo y los comensales.
El programa mostró la transformación completa de "La Terracita". Chicote y su equipo realizaron una profunda remodelación del local, mejorando la carta, la decoración y, sobre todo, la acústica, uno de los problemas más molestos debido al eco constante del parque infantil. El antes y el después del lugar fue un verdadero soplo de aire fresco para Jorge y sus empleados, que quedaron impresionados con la nueva cara del restaurante. El reto, sin embargo, no solo era estético: hacía falta una nueva actitud para que el cambio fuera efectivo.
En este episodio, Chicote no solo reformó el local, sino que también se centró en arreglar el destrozado ambiente de trabajo. Las constantes discusiones entre el equipo afectaban directamente el servicio y la calidad de los platos, algo que los clientes ya no soportaban. El chef instauró nuevas normas, con la esperanza de mejorar la coordinación entre el personal, pero todo se desmoronó en el segundo intento. La tensión entre Jorge y Maite, sumada a una pésima comunicación, terminó por hacer que la experiencia fuera insoportable para todos.
Pese a la espectacular reforma física y a una nueva carta con ofertas tanto para adultos como para niños, los problemas internos entre el personal seguían siendo un obstáculo. Tras el desastroso segundo servicio, con comensales abandonando el local antes de terminar sus comidas, Chicote reunió al equipo para exigir una reflexión sobre el respeto y el trabajo en equipo. "¿Dónde está el compañerismo?", les recriminó, dejando claro que sin un cambio profundo en su actitud, "La Terracita" no sobreviviría.
El programa terminó con una muestra de reconciliación entre Jorge y Maite, quienes, tras la dura intervención de Chicote, se pidieron disculpas. A pesar de los duros momentos vividos, la intervención del chef dejó abierta la posibilidad de que "La Terracita" pueda renacer, siempre y cuando sus protagonistas se mantengan fieles a las nuevas normas.
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