Estreno
Cuando Madrid se escribía con «m» de Miami
Movistar Plus + estrena «El inmortal», ficción sobre los años 90 en la capital bajo la mirada del creador de la banda criminal dominante
Hace tan solo tres décadas la noche madrileña se dirigía desde un gimnasio. En un contexto de bonanza económica hicieron su agosto aquellos que apostaron por los excesos, la música tecno y el reinado de las discotecas. Fueron «Los Miami», los que instauraron un control sobre la distribución y tráfico de cocaína y que tenían puesto de mando en los locales de ocio nocturno. A la cabeza de la banda, Juan Carlos Peña Enano, su fundador y conocido por el sobrenombre de «El inmortal» por las siete tentativas de asesinato que no solo no lo mataron, si no que lo hicieron más famoso. Ahora este apodo se ha convertido en el título de la nueva producción de Movistar Plus+ que se estrena hoy. Una serie de ficción en asociación con Telemundo Streaming Studios y en colaboración con DLO Producciones. Creada por José Manuel Lorenzo, este drama criminal está dirigido por David Ulloa y Rafa Montesinos y firman el guion Diego Sotelo y David Moreno.
La trama nos sitúa en el Madrid de la década de los 90, donde cientos de portadas y espacio de programas de televisión eran copadas por noticias sobre las actividades de los Miami. Allí conocemos a José Antonio (Álex García), nombre ficticio de un traficante de medio pelo que llevado por la ambición de poder y para colocar a su familia en una buena posición toma decisiones muy controvertidas para ir subiendo en la escala delictiva de Madrid hasta hacerse con el control. Completan el reparto Marcel Borràs, Emilio Palacios, María Hervás, Teresa Riott, Jason Day, Jon Kortajarena, Claudia Pineda y Francis Lorenz, entre muchos otros.
«La primera vez que nos encontramos en mi despacho fue una reunión de dos personas que sospechan uno del otro; había frialdad, distancia», así narra José Manuel Lorenzo el nacimiento de una idea. Intentaba convencer a Juan Carlos Peña de lo que tenía en la cabeza: ficcionar el Madrid de los 90 con la mirada puesta en los Miami. Y aquella reunión que iba a ser de media hora, sobrepasó las cuatro y fue el comienzo de la colaboración. Y se nota la libertad creativa ejercida por productor, guionistas y directores que da como resultado una gran serie de ocho capítulos en el que asistiremos entre sorprendidos y asqueados a la llegada al poder de Peña, pero con el toque de ficción que nos ayuda también a meternos en sus casas, sus relaciones familiares y sus problemas personales. La familia, el respeto, la banda, y esa escala de valores nos aleja de una serie de narcos al uso en el que la violencia es el único argumento: «El reto era no hacer la típica serie de narcos, de esas ya tenemos muchas. Queríamos darle una vuelta y centrarnos en los personajes, más de calle. Queríamos reflejar lo que les pasa, ver cómo crecen sus relaciones, cómo resuelven sus problemas y la familia que luego forman», explicó Diego Sotelo durante la presentación en el Festival de Televisión de Vitoria. Porque violencia hay, recordemos que el líder de los Miami pierde una pierna en uno de los atentados contra su vida y las escenas con los perros son aterradoras. Hay algo de «El Padrino» en todo esto, como nos confesó el productor: un personaje irreal pero que toma forma en el argumento. Además hay escenas que nos traerán ese recuerdo, como la prueba de fidelidad en el gimnasio.
Con una segunda temporada ya anunciada por Movistar Plus+, que nadie busque rigor estricto en el argumento puesto que algunas cosas que en la serie hacen los Miami ni siquiera son reales, o sí. Están basados en suposiciones: «Ya sé que esto no lo hicisteis, ya se que no ocurrió... pero si lo hubierais hecho, ¿cómo lo habrías hecho?». Álex García está impecable en el personaje y eso coincide con el empeño que tuvo en que le dieran este difícil papel en el que lo más complicado, según el autor, fue «hacer un personaje que toma decisiones tan malas sin juzgarlo. Cuando leí el guion me impactó la velocidad, la emoción y la capacidad estructural de contar escenas sin parar y sin que ninguna fuese en vano».
Y como en toda buena película con poder y drogas hay sexo, amor, desengaños, y, por qué no, cameo del propio Juan Carlos Peña y de alguno de sus muchachos. Para los más eurofans, también tenemos dosis de Chanel Terrero.