Las confesiones de Juana Acosta a Nuria Roca: del asesinato de su padre al suicidio de su hermano

La visita de la actrizJuana Acostaal programa La Roca, que presenta Nuria en laSexta no pasó de largo. La actriz se sentó en el sofá para hacer promoción de una obra bajo el título “El perdón”, pero acabaron hablaron de una vida de película.

En esta nueva interpretación regresa Acosta a la danza después de tres décadas alejada de ella. Y no es casualidad. Juana salía un día de clase de baile cuando tenía 16 años y le dijeron que habían asesinado a su padre.

“Sonó el teléfono y cuando lo contesté tenía la terrible noticia de que mi padre había sido asesinado, de alguna manera el trauma se incrustó en la danza” y la abandonó. Es por eso, que esta nueva obra supone el reencuentro con aquellos tiempos, con “sobre cómo pude sobrepasar todo lo que me pasó y realizarme como mujer, como actriz, como madre, está siendo duro, pero también catártico, hermoso y liberador”.

El ansiado perdón, ¿es posible?

Nuria Roca al escuchar cómo ocurrieron las cosas, no dudó en preguntar a la actriz colombiana sobre el perdón. “Uno puede llegar a perdonar, lo primero en perdonarse a sí mismo”, apuntó Acosta. “No es olvidar, ni minimizar, ni justificar, es abrir una puerta al resto de tu vida. Uno tiene dos caminos: aceptar, asumir y seguir adelante o quedarse anclado en la rabia, en la furia y en la ira”.

Fue justo ahí cuando conto otra de las tragedias de su vida “Uno de mis hermanos no consiguió perdonar, no pudo hacer ese camino, y se terminó suicidando 15 años después. Por eso creo que es importante hablar del perdón, sobre todo en estas sociedades tan polarizadas donde la gente está tan furiosa y tan rabiosa”.

“Todo tiene que ver con cómo se corta el círculo de la violencia, es algo instintivo responder a la violencia con más violencia. Es lo que ha sucedido mucho tiempo en mi país, incluso aquí con ETA. Vivimos en países que han sentido la violencia cerca. Pero no es la solución”, añadió Juana Acosta en una de esas entrevista que no dejan indiferente.