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Así fue el debut televisivo de José Mota y Pepe Viyuela
Ambos no coincidían en un proyecto desde el año 1989. Ahora acaban promocionan su nueva película «García y García»
‘Días de Verano’ ha recibido este miércoles la visita de José Mota y Pepe Viyuela, que presentan el 27 de agosto ‘García y García’. Una película que ha supuesto el reencuentro de los dos artistas 30 años después de su último trabajo juntos en el programa ‘Pero ¿esto que es?’ de esta casa. Los actores han recordado esa etapa de sus inicios y se han sometido a un juego decidiendo quien sería quien si fuesen otras grandes parejas de cómicos.
La película
Según el Instituto Nacional de Estadística, casi tres millones de españoles tienen García como primer o segundo apellido (también es el sexto apellido más común en Estados Unidos). Una curiosidad que es la base de la comedia de enredos García y García, dirigida por Ana Murugarren (La higuera de los bastardos) y protagonizada por José Mota y Pepe Viyuela. Una película participada por RTVE y que llegará a los cines este viernes, 27 de agosto.
La película nos cuenta cómo Hispavia, una aerolínea low cost de poca monta, se encuentra en graves dificultades económicas. Ni sus números cuadran ni sus aviones vuelan. Desesperados, contratan a un prestigioso consultor de aerolíneas, Javier García (José Mota), y a un mecánico de aviones en paro: Javier García (Pepe Viyuela), a los que confunden al recogerlos en el aeropuerto. Perplejos, y sin saber qué es lo que está pasando, ambos tendrán que enfrentarse a los cometidos del otro.
Pero… ¿cómo son sus respectivos Javier García?: “El mío es un ser al que le va todo mal -confiesa Pepe Viyuela-, con una situación económica muy precaria, que acaba de enviudar… y que atraviesa una situación que lo ha llevado a medicarse. Afortunadamente tiene un par de hijas que son sus dos soles y que hacen que quiera seguir adelante. Arranca en esa situación, pero cuando le confunden con el otro García le empiezan a ir bien las cosas. A pesar de que a ese otro García tampoco le van muy bien las cosas, como os contará José Mota”.
“Sí -responde Mota-. Mi Javier García tiene algo que no tiene el suyo: una buena situación económica. Pero, por lo demás, creo que yo huyo más de mi vida que él de la suya. Pienso que en la película hay un mensaje muy bonito que es la importancia de caminar juntos, no solo en lo que nos está ocurriendo y que es absolutamente necesario. Creo que de esta saldremos todos de la mano y apoyándonos. Pero la película da ese mensaje de como dos mundos o dos vidas, tan aparentemente distintas, se necesitan, se cruzan…. Y ambos crecen. Me parece que eso es muy bonito”.
“El tema de confusión de identidades es un clásico de la comedia –asegura Ana Murugarren-. Una de las cosas que más me llamó la atención del guion es que era una idea original, porque ya está bien de tanto remake y de películas que parecen testadas para cumplir con todas las expectativas. Creo que en casi todas las comedias españolas actuales se arriesga muy poquito. Pero también me gustó que la historia se centrase en una compañía de aviación low cost, en un ambiente de hangares, aviones… con persecuciones por aeropuertos… me parece una maravilla”.
“Lo más gracioso es que esa confusión de identidades se da con dos personalidades completamente opuestas, casi como el rico y el pobre de toda la vida. –añade la directora-. Uno es un empresario de alto standing y el otro un mecánico en paro, los confunden y se llevan al mecánico a las altas esferas y a la super suite, mientas que al asesor lo mandan al hangar y le dan un mono de trabajo. Esa situación de ponerlos fuera de lugar “de pez fuera del agua”, como dicen los americanos, es lo que da lugar a las situaciones tan graciosas que se suceden en la película.
Ana Murugarren confiesa que lo mejor de esta película ha sido: “Trabajar con José Mota y Pepe Viyuela. Ambos son personas maravillosas, aparte de grandes actores. Yo ensayo muchísimo con los actores y estuve un año ensayando con ellos, parte de ese tiempo por zoom durante el confinamiento, y ellos aportan muchísimo al lenguaje gestual de los personajes y a los gags de humor físico y visual. Pero todo eso me lo aportaron en los ensayos y cuando llegamos al set de rodaje ya estaba todo muy trabajado”.
A pesar de sus larguísimas carreras en el humor, es la primera vez que José Mota y Pepe Viyuela trabajan juntos. “No sé por qué no habíamos coincidido. La vida… -confiesa Mota-. Pero lo cierto es que yo había seguido de cerca el trabajo de Pepe, tanto en cine como en la televisión y el teatro. Siempre cuento que fui a ver la película Tierra (1996), de Julio Medem, y me encontré allí a Pepe Viyuela en medio del campo. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y qué bonito que la vida te haga regalos como el de poder trabajar con él”.
“Yo nunca hubiera creído que íbamos a trabajar juntos -confiesa Viyuela-. Yo le veía siempre en la distancia, con admiración, e incluso nos escribíamos para felicitarnos mutuamente. Y Ana Murugarren tuvo la feliz idea de juntarnos y yo se lo agradeceré siempre. ¡Ha sido una aventura estupenda!
En lo que están de acuerdo es en que la experiencia los ha enriquecido: “Yo he aprendido mucho de José Mota -confiesa Viyuela-. Para mí ha sido como hacer un master del humor. También desde el punto personal, de cómo se comporta, de lo concienzudo que es trabajando… nunca se da por vencido. Y desde el punto de la envidia más sana… Envidio su versatilidad, su capacidad para cambiar de personaje. Tiene tantos… Yo solo tengo un personaje, pero él tiene un montón. Me fascina su capacidad camaleónica para transformarse. Envidio mucho eso. ¡Me da mucho asco! (ríe).
“Es imposible llevarse mal con una persona como Pepe –añade Mota-. No puedes discutir con él porque es una persona fantástica que ama su trabajo y le encanta. El otro día fuimos a un programa de televisión y nos pusieron imágenes de nuestros inicios y ya le comenté que me pareció muy valiente, en el sentido de que el humor que empezó haciendo, y sigue haciendo, me parece imperecedero, perenne… Y tiene la misma validez hoy que hace treinta años. Me parece realmente maravilloso, porque siempre ha hecho Humor, con mayúsculas. Por ejemplo, su relación con los objetos, como una cama o unas maletas, como en algunas de las mejores secuencias de la película…”
José Mota confiesa que rodar en plena pandemia no ha sido fácil: “Hubo alguna charla por videoconferencia, pero el trabajo de ensayo, de concepción de los personajes, lo hicimos personalmente, en la calle O’Donnell. Me gustó poder ensayar porque Ana quería tener perfectamente perfilados nuestros personajes y quedamos a ensayar en plena pandemia con la tensión propia de que apenas sabíamos nada sobre el bicho. Pero teníamos muchísima ilusión. Esa tensión por el coronavirus se compensaba con la ilusión con la que afrontamos el trabajo”.
“Hemos trabajado mucho con Ana –añade Viyuela-. Estaba muy empeñada en vernos juntos para ver cómo funcionábamos como pareja y crear una relación, que estaba en el guion pero que ella quería asegurarse de que apareciese. También fue fundamental a la hora de hacer aportes. Cuando leíamos el guion siempre decíamos: “Podemos hacer esto”, y Ana contestaba: “No”.... Es broma, ella nos pedía ideas. Pero necesitaba juntarnos para comprobar que teníamos química, porque lo más importante de la película es esa “y” de García y García”.
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