Energía
Una sola operación de bitcoins consume tanta agua como una piscina
Prácticamente lo mismo que una persona en España a lo largo de 4 meses.
A medida que dependemos más y más de los ordenadores, servicios en la nube, inteligencia artificial y otras tecnologías de procesamiento de datos, comenzamos a descubrir el enorme coste que tienen en el medio ambiente. Principalmente, su ingente necesidad de agua para enfriar los centros de datos. Y la última cifra que hemos conocido tiene que ver con las criptomonedas: una sencilla operación consume tanta agua como una piscina.
Un estudio publicado en Cell Reports Sustainability, liderado por el economista financiero Alex de Vries, proporciona la primera estimación exhaustiva del uso de agua en operaciones de bitcoin. Los autores advierten que su enorme escala podría afectar el agua potable si continúa funcionando sin restricciones, especialmente en países que ya están luchando contra la escasez de agua.
“Muchas partes del mundo están experimentando sequías y el agua dulce se está convirtiendo en un recurso cada vez más escaso - afirma de Vries -. Si seguimos utilizando este valioso recurso para realizar cálculos inútiles, creo que la realidad será realmente dolorosa".
Al extraer bitcoins, la criptomoneda más popular, los mineros de todo el mundo esencialmente compiten para resolver ecuaciones matemáticas en Internet, y los ganadores obtienen una parte del valor de bitcoin. En la red bitcoin, los mineros hacen alrededor de 350 trillones de conjeturas cada segundo del día, una actividad que consume una enorme cantidad de potencia informática.
"La respuesta correcta surge cada 10 minutos, y el resto de los datos, quintillones de ellos, son cálculos que no sirven para nada más y, por lo tanto, se descartan inmediatamente", añade de Vries.
Durante este proceso, se utiliza una gran cantidad de agua para enfriar los ordenadores de los grandes centros de datos. Basándose en estimaciones previas, de Vries calcula que la minería de bitcoin consume alrededor de 8,6 a 35,1 gigalitros (un gigalitro equivale a mil millones de litros) de agua por año, solo en los EE. UU. Esta agua de refrigeración se evapora y no puede ser reutilizada.
En total, de Vries estima que, en 2021, la minería de bitcoin consumió más de 1.600 GL de agua en todo el mundo. Cada transacción en la cadena de bloques de Bitcoin utiliza 16.000 litros de agua en promedio, alrededor de 6,2 millones de veces más que el uso de una tarjeta de crédito, o suficiente para llenar una piscina de jardín. Por si esto fuera poco, este año, según el estudio, se consumirán 2.300 GL. Si tenemos en cuenta que el consumo diario de agua por persona en España es de 133 litros, por lo tanto, una operación de minería consume tanta agua como una persona en 4 meses aproximadamente.
“El precio de Bitcoin acaba de aumentar recientemente y alcanzó su punto más alto del año, a pesar del reciente colapso de varias plataformas de criptomonedas. Esto tendrá graves consecuencias, porque cuanto mayor sea el precio, mayor será el impacto medioambiental - añade de Vries -. Lo más doloroso de la minería de criptomonedas es que utiliza tanta potencia computacional y tantos recursos, pero estos recursos no se utilizan para crear algún tipo de modelo, como inteligencia artificial, que luego puedas usar para otra cosa. Se trata simplemente de hacer cálculos inútiles”.
A un valor de más de 37.000 dólares por moneda, bitcoin continúa expandiéndose en todo el mundo. En los países de Asia Central, donde el clima seco ya está ejerciendo presión sobre el suministro de agua dulce, el aumento de las actividades mineras de Bitcoin empeorará el problema. En Kazajistán, un centro mundial de minería de criptomonedas, las transacciones de bitcoin consumieron 997,9 GL de agua en 2021. El país ya está lidiando con una crisis hídrica, y la creciente huella hídrica de la minería de bitcoin podría exacerbar la escasez.
Hay quienes sugieren que enfoques como la modificación del software de minería de bitcoin podrían reducir la energía y el agua necesarios para este proceso. La incorporación de fuentes de energía renovables que no utilicen agua, incluidas la eólica y la solar, también puede reducir el consumo de agua.
“¿Pero realmente queremos gastar energía eólica y solar en criptomonedas? – concluye de Vries - . En muchos países, incluido Estados Unidos, la cantidad de energía renovable es limitada. Seguro que es posible trasladar algunas de estas fuentes de energía renovables a las criptomonedas, pero eso significa que ya no las podremos destinar a otros objetivos… No estoy seguro de que esto sea positivo”.
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