Pokemon Go
Pokémon Go es bueno para los niños
Un estudio científico constata que este videojuego afecta positivamente a los niveles de atención, concentración y sociabilidad
Un estudio elaborado por investigadores de las universidades de Granada y de Jaén ha llegado a la conclusión de que, pese a su componente adictivo -o quizás precisamente por ello-, el juego de realidad aumentada Pokémon GO tiene efectos beneficiosos para los niños.
A la conclusión obvia de que el juego incrementa la cantidad de actividad física diaria en los adolescentes, los investigadores añaden que afecta positivamente a su rendimiento cognitivo y a sus relaciones sociales, según un estudio publicado en la revista internacional Computers & Education,.
Los investigadores analizaron los efectos de Pokémon GO en el rendimiento cognitivo y la inteligencia emocional de jóvenes adolescentes de entre 12 y 15 años durante un período de ocho semanas. Para ello, dividieron a los chavales en dos grupos, uno entre los que practicaba este juego y otro entre los que no.
Los resultados mostraron que los jugadores de Pokémon GO dedicaron 40 minutos al día a jugar y recorrieron 54 kilómetros durante todo el periodo de estudio y, lo que quizás es más importante, aumentaron significativamente su atención selectiva, concentración y sociabilidad.
“Los videojuegos activos muestran una gran utilidad para el fomento de la práctica de actividad física extracurricular, pudiendo emplearse como complemento a las clases de Educación Física, o incluso como recurso durante las mismas. Juegos digitales que conlleven de forma intrínseca la práctica de actividad física, como el caso de Pokémon GO u otros como Dance Dance Revolution, Nintendo Wii o Makoto Arena, podrían ser útiles para motivar al alumnado de Educación Secundaria a practicar la cantidad mínima recomendada de al menos 60 minutos al día de actividad física», explican los autores del estudio en un comunicado de la Universidad de Granada.
«Esto aumentaría la motivación y atracción por la práctica durante la adolescencia, que es una etapa donde tiende a incrementarse el sedentarismo. Nosotros, hemos querido dar un paso más, y profundizar en los efectos cognitivos y de inteligencia emocional de los jóvenes, dos variables determinantes para el rendimiento académico, y que posteriormente serán clave para el éxito laboral durante la edad adulta”, añaden.
Los investigadores argumentan que el aumento de la actividad física que supone practicar el juego puede aumentar la irrigación sanguínea cerebral y producir una serie de beneficios a nivel neuronal, lo que mejora las funciones mentales, afectando por tanto a importantes variables escolares como la atención o concentración.
Además, que la práctica sea lúdica y tenga un carácter motivacional provocado por los retos planteados en el propio juego, puede ayudar a la liberación de neurotransmisores cerebrales como serotonina o endorfinas, que son determinantes en el rendimiento cognitivo. Con respecto a los efectos en la sociabilidad, podrían deberse precisamente al aspecto social inherente al juego, ya que los jugadores deben salir fuera de casa, y tomar contacto con vecinos o amigos para llevar a cabo muchas de las funcionalidades que ofrece Pokémon GO.
Los investigadores indican que el 57% de los participantes se sentía más motivado para salir fuera de casa gracias a Pokémon GO, el 52% considera que le ha ayudado a hacer amigos y el 77% vería con agrado conocer nuevas versiones del juego.