ISS
La NASA revela cuándo y cómo destruirá la Estación Espacial Internacional
La agencia espacial ha explicado los planes que tiene para la ISS durante esta década y cómo su lugar será ocupado por las plataformas espaciales operadas comercialmente
El final de la Estación Espacial Internacional ya tiene fecha. Será a comienzos de 2031 cuando lo que quede de la ISS, tras forzar su reentrada en la atmósfera desde los 418 kilómetros a los que orbita, se hunda en las profundidades del Océano Pacífico. La información se recoge en el Informe de Transición de la Estación Espacial Internacional que la NASA ha actualizado esta semana. La agencia espacial norteamericana detalla en este informe los objetivos de la ISS para esta década y los pasos que se están dando para desarrollar la “economía comercial de órbita baja” y realizar una transición “de las operaciones a los servicios comerciales” que tomarán el lugar que ahora ocupa la Estación Espacial Internacional.
La ISS, con sus 419 toneladas de peso, 73 metros de largo y 109 de ancho, es la mayor estructura puesta por el hombre en el espacio. Se desplaza a 27,600 km/h en la órbita baja terrestre y cuándo la abandone en 2030 habrán transcurrido 32 años desde el primer lanzamiento de esta iniciativa de las agencias espaciales de Estados Unidos, Europa, Canadá, Rusia y Japón.
Aunque continuará con sus operaciones hasta 2030, la estación comenzará a modificar su altitud operacional lentamente entre octubre de 2026 y abril de 2028, en función del ciclo solar. El motivo de la disparidad de fechas reside en que un ciclo solar de alta actividad expande la atmósfera de la Tierra e incrementa la resistencia que la ISS encontrará en su reentrada.
Para enero de 2030 habrá descendido hasta los 350 kilómetros sobre la superficie terrestre y en septiembre de 2030 será abandonada por la última tripulación que la ocupe, poco antes de sobrepasar el punto de no retorno establecido a una altitud de 280 kilómetros. La ISS es demasiado grande como para ser destruida durante la reentrada en la atmósfera, así que su trayectoria será controlada para que se estrelle en un área inhabitada del Océano Pacífico conocida como Punto Nemo. A 4.800 kilómetros de Nueva Zelanda y 2.688 kilómetros de la Antártida, es el cementerio de 263 piezas de basura espacial desde 1971.
La extensión hasta 2030 de las operaciones en la ISS, a la que se ha comprometido recientemente la administración Biden, permitirá que las investigaciones en la estación continúen durante 9 años más mientras se desarrollan los destinos comerciales de baja órbita, CLD por sus siglas en inglés. Este término se refiere a las plataformas espaciales operadas comercialmente por el sector privado que coexistirán durante unos años con la ISS. La agencia ha firmado contratos para que los módulos comerciales se conecten a un puerto de acoplamiento en la Estación Espacial Internacional y para el desarrollo de tres estaciones espaciales comerciales de vuelo libre. Por su lado, la industria aeroespacial estadounidense planea comenzar a operar estos destinos comerciales a finales de la década de 2020 para clientes del gobierno y del sector privado.
“El objetivo de la NASA es ser uno de los muchos clientes de estos proveedores de destinos comerciales, comprando solo los bienes y servicios que la agencia necesita” ha afirmado la agencia en un comunicado.
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