
Opinión
Amazfit T-Rex 3, análisis: el Casio G-Shock de los smartwatches
Hemos probado el reloj deportivo más avanzado de la firma china Amazfit, y esta es nuestra opinión sobre él

Antes incluso de haber lanzado al mercado uno de los relojes inteligentes más interesantes del mercado en 2025, el Amazfit Active 2, la compañía china ya había construido uno de los smartwatches más llamativos que hayamos visto este año. Ahora, hemos tenido la oportunidad de probarlo.
Con una estética robusta que inevitablemente evoca la icónica resistencia de los relojes Casio G-Shock, el Amazfit T-Rex 3 se presenta como un dispositivo diseñado para acompañarnos en las aventuras más exigentes. Su pantalla AMOLED, la promesa de una amplia autonomía y un extenso abanico de modos deportivos son solo algunas de las bazas con las que este reloj busca hacerse un hueco en el competido mercado de los smartwatches deportivos.
A lo largo de estas semanas, he tenido la oportunidad de someter al T-Rex 3 a un uso intensivo, explorando a fondo sus capacidades tanto en el día a día como en diversas actividades deportivas. Ha llegado el momento de desgranar si este dispositivo cumple con las expectativas generadas y si realmente puede codearse con alternativas de precios más elevados. Y es que, no olvidemos, que estamos ante un reloj de menos de 300 euros.
Precio del Amazfit T-Rex 3 y dónde comprarlo
El Amazfit T-Rex 3 tiene un precio de venta oficial de 299,90 euros a través de la tienda online oficial de la marca, donde se puede comprar desde España. También se encuentra disponible a través de otros canales de distribución autorizados, como Amazon.
Diseño y pantalla

El Amazfit T-Rex 3 no pasa desapercibido. Su diseño, con un bisel de acero inoxidable de forma octogonal y tornillos a la vista, transmite una sensación de robustez y resistencia que, como mencionaba en la introducción, recuerda poderosamente a los clásicos G-Shock.
Esta estética "todoterreno" se ve reforzada por un cuerpo fabricado principalmente en plástico, lo que contribuye a mantener el peso del dispositivo en unos razonables 68,3 gramos, correa incluida. Si bien el uso del acero en el bisel aporta un toque de calidad, el resto de la construcción puede sentirse ligeramente menos premium al tacto, aunque es importante recordar su precio.
En cuanto a dimensiones, con 48,5 mm de diámetro y 13,75 mm de grosor, se trata de un reloj que sin duda se siente presente en la muñeca, sin llegar a resultar incómodo incluso durante un uso prolongado. La comodidad de la correa de silicona de serie también es un punto a destacar . Además, incluye un adaptador para correas estándar de 22 mm, lo que permite reemplazar la correa por cualquier otra de manera sencilla.
Uno de los aspectos más llamativos del T-Rex 3 es su gran pantalla táctil AMOLED de 1,5 pulgadas. Con una resolución de 480x480 píxeles, ofrece una calidad visual nítida y vibrante, facilitando la lectura de la información incluso en exteriores bajo la luz directa del sol, alcanzando un brillo de hasta 2.000 nits. La pantalla está protegida por un cristal Gorilla Glass, lo que añade una capa extra de resistencia a arañazos y golpes. La respuesta táctil es generalmente buena.

El T-Rex 3 ofrece diversas opciones de personalización de la pantalla, incluyendo la posibilidad de activar el reconocimiento del gesto de giro de muñeca para encenderla o mantenerla siempre encendida. Esta última opción, si bien resulta muy práctica para consultar la hora y otros datos de un vistazo, inevitablemente tiene un impacto en la autonomía de la batería. También se incluyen modos nocturnos que ajustan los colores de la pantalla a tonos rojos, naranjas o verdes para reducir la fatiga visual en entornos oscuros.
Como método alternativo para interactuar con el reloj, están los botones físicos. En este caso, hay cuatro repartidos en los laterales del reloj, permitiendo tanto ejecutar acciones prestablecidas, como desplazarse por la interfaz. Este último aspecto resulta especialmente conveniente cuando se usa el reloj para realizar algún tipo de actividad deportiva en la que no es posible usar la pantalla táctil, o cuando se llevan puestos unos guantes.
Software y experiencia
El Amazfit T-Rex 3 funciona con el sistema operativo Zepp OS, una plataforma propia de Amazfit que llega como alternativa a Wear OS o watchOS. La navegación por los menús se realiza de forma ágil, tanto a través de la pantalla táctil como mediante los cuatro botones físicos. Deslizando el dedo desde la pantalla principal en diferentes direcciones, accedemos a los widgets, que nos ofrecen información rápida sobre diversos parámetros como la actividad diaria, la frecuencia cardíaca o el tiempo.
Sin embargo, he notado un comportamiento peculiar en la carga de datos de estos widgets: al acceder a uno, la información mostrada inicialmente parece "antigua" durante un breve instante, hasta que se actualiza con los datos más recientes. Si bien no es un problema grave, sí resulta un tanto extraño.
En cuanto a las funciones inteligentes, el T-Rex 3 cumple con lo esperado en un smartwatch moderno. Recibimos notificaciones del teléfono (tanto Android como iOS) de forma correcta. En dispositivos Android, incluso se ofrece la posibilidad de responder a mensajes mediante un teclado en pantalla (con soporte para emojis) o a través de comandos de voz que se transcriben a texto . Esta funcionalidad está limitada en iOS debido a las restricciones impuestas por Apple.
El reloj también ofrece otras funciones interesantes como el almacenamiento de tarjetas de membresía con códigos de barras o QR, una función de calendario que se sincroniza con el teléfono y comandos de voz a través del micrófono integrado (denominados Zepp Flow) . Con estos comandos, podemos realizar acciones como preguntar el tiempo, programar alarmas o iniciar entrenamientos, aunque es importante destacar que requieren conexión con el teléfono para funcionar. Una ausencia notable en este apartado es la de un altavoz, lo que impide responder llamadas directamente desde el reloj a pesar de contar con micrófono.

El T-Rex 3 también incorpora la función de pagos inalámbricos Zepp Pay, aunque su utilidad se ve limitada en la práctica al depender principalmente de la plataforma Curve, una tarjeta prepago virtual. Si bien puede resultar útil en determinadas situaciones, la necesidad de crear una cuenta en Curve (que requiere el envío de documentación personal) y la falta de compatibilidad directa con tarjetas bancarias convencionales restan cierto atractivo a esta funcionalidad. En cuanto a la tienda de aplicaciones de Zepp, la oferta actual parece bastante limitada, y durante mi uso no he encontrado aplicaciones de terceros que aporten un valor significativo.
Uno de los aspectos más controvertidos del software de Amazfit es el seguimiento del sueño. En mi experiencia personal, durante los primeros días de uso, el reloj no registró ni un solo minuto de sueño durante la noche. Una búsqueda rápida en internet revela que este no es un problema nuevo para la marca ni para la serie T-Rex, con numerosos usuarios reportando incidencias similares sin una solución clara por parte de Amazfit a lo largo de los años.
Curiosamente, una vez que el seguimiento del sueño comenzó a funcionar (sin que yo realizara ninguna acción específica), los datos individuales como las fases del sueño o la variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV) parecían estar dentro de los rangos de otros dispositivos que he utilizado.
Sin embargo, la puntuación general del sueño ha resultado consistentemente positiva, incluso en noches donde mi descanso ha sido claramente deficiente, lo que resta credibilidad a esta métrica. En general, si bien el software del Amazfit T-Rex 3 ofrece una amplia gama de funciones, la falta de pulido en algunos apartados y la inconsistencia en la fiabilidad de ciertas métricas son aspectos que deberían mejorar.
Batería y carga

La autonomía de la batería es, sin duda, uno de los puntos fuertes del Amazfit T-Rex 3. La marca promete hasta 13 días de uso típico como smartwatch, cifra que en mi experiencia se ha situado más cerca de los 7 a 9 días, lo cual sigue siendo un resultado muy bueno, especialmente teniendo en cuenta la calidad y el brillo de su pantalla AMOLED y la activación de diversas funciones de seguimiento continuo.
En cuanto al uso del GPS, las cifras varían significativamente según el modo de precisión seleccionado, oscilando entre 42 horas en modo de precisión con doble banda y hasta 180 horas en modo de bajo consumo.
Para cargar el reloj, se utiliza un adaptador magnético que se conecta a la parte trasera del dispositivo y cuenta con un conector USB-C estándar . Si bien la adopción del USB-C es un acierto, la velocidad de carga resulta bastante lenta, necesitando alrededor de dos horas para completar una carga completa según mis pruebas. A pesar de la lentitud en la carga, por suerte la duración de la batería en general es excelente y minimiza la necesidad de recargar el dispositivo con frecuencia.
Funciones de salud y deporte
El Amazfit T-Rex 3 llega como un reloj orientado a cualquier tipo de usuario, sea cual sea el tipo de deporte que practique, con nada menos que 177 perfiles deportivos diferentes. Es importante señalar que la mayoría de estos perfiles se basan en una simple categorización de actividades, sin ofrecer funciones específicas y diferenciadas entre ellos.
No obstante, incluye los perfiles habituales para correr, ciclismo, natación e incluso deportes menos comunes como el buceo en apnea (hasta 45 metros de profundidad, con certificación EN13319) o el Hyrox. Para los entusiastas de la carrera, se ofrecen métricas como el ritmo, la distancia, la frecuencia cardíaca, la potencia (estimada), la cadencia y la longitud de zancada. También se incluye un modo para carrera en pista y un pacer virtual para ayudarnos a mantener un ritmo constante.
El reloj es compatible con entrenamientos estructurados, permitiendo configurar sesiones con intervalos de tiempo o distancia, así como objetivos de frecuencia cardíaca o ritmo. A través de la aplicación Zepp, podemos crear plantillas de entrenamiento personalizadas para diferentes deportes.
El T-Rex 3 es compatible con una amplia gama de sensores externos a través de Bluetooth, incluyendo bandas de frecuencia cardíaca, potenciómetros de ciclismo, sensores de cadencia y velocidad, así como sensores de temperatura corporal CORE. También se incluye sincronización de actividades con plataformas de terceros como Strava, Komoot, Apple Health y Google Fit.

En cuanto a la precisión del GPS, el T-Rex 3 cuenta con tecnología multibanda y GNSS de doble frecuencia, lo que en teoría debería garantizar una mayor fiabilidad en el posicionamiento incluso en entornos complejos. En mis pruebas, la precisión del GPS ha sido generalmente buena en rutas abiertas y zonas con buena visibilidad del cielo. Sin embargo, he notado ciertas imprecisiones en entornos más desafiantes, como zonas con alta densidad de árboles, edificios o túneles, donde el reloj tiende a perder la conexión con los satélites o a ofrecer trayectorias ligeramente erráticas.
El sensor óptico de frecuencia cardíaca (con capacidad para medir también SpO2, HRV y temperatura de la piel) ha ofrecido un rendimiento bastante sólido durante carrera a ritmos constantes y sesiones de entrenamiento de fuerza. Sin embargo, al igual que ocurre con la mayoría de los sensores ópticos, la precisión puede disminuir durante entrenamientos de alta intensidad con cambios bruscos de ritmo.
Las funciones de navegación incluyen la posibilidad de descargar mapas globales gratuitos y seguir rutas importadas en formato GPX. Si bien la descarga de mapas por fragmentos resulta ágil, el nivel de detalle de estos mapas es básico, careciendo de elementos importantes como la diferenciación entre tierra y agua (lagos y ríos sí se muestran, pero no el mar), líneas topográficas o senderos secundarios.
Finalmente, en cuanto a las métricas de entrenamiento, el T-Rex 3 ofrece estimaciones de la carga de entrenamiento, el tiempo de recuperación y el VO2 Max. Sin embargo, es importante tomar estas métricas con precaución, ya que se basan en algoritmos propietarios cuya validez no siempre está claramente establecida.
Conclusión: ¿vale la pena el Amazfit T-Rex 3?

El Amazfit T-Rex 3 es un dispositivo que, sin duda, sorprende por la enorme cantidad de funciones que ofrece a un precio muy competitivo. Su diseño robusto y atractivo, una excelente autonomía de batería, una pantalla AMOLED de buena calidad y una precisión del GPS y del sensor de frecuencia cardíaca que, en muchos casos, resulta satisfactoria son sus principales bazas. Para aquellos que buscan un reloj inteligente deportivo completo sin desembolsar una gran suma de dinero, el T-Rex 3 se presenta como una opción muy a tener en cuenta.
Sin embargo, como suele ocurrir en dispositivos de esta gama de precios, la profundidad y el pulido de algunas de sus funciones no alcanzan el nivel de alternativas más prémium. La navegación, a pesar de contar con mapas descargables, resulta limitada y poco intuitiva. El software, si bien ofrece una gran cantidad de características, adolece de ciertas inconsistencias y falta de refinamiento en algunos apartados, como el seguimiento del sueño o la integración con plataformas de terceros.
La ausencia de un altavoz también limita algunas funcionalidades inteligentes. Además, la historia de Amazfit en cuanto a actualizaciones significativas de sus dispositivos anteriores genera cierta incertidumbre sobre el soporte a largo plazo de este modelo.
En definitiva, la respuesta a si el Amazfit T-Rex 3 "vale la pena" es, como suele ocurrir, depende de las prioridades de cada usuario. Si buscas un reloj resistente con una gran cantidad de funciones básicas, una excelente batería y una buena pantalla a un precio ajustado, y no necesitas una navegación avanzada ni un ecosistema de software excesivamente pulido, el T-Rex 3 puede ser una excelente opción.
En cambio, si la precisión en entornos desafiantes, la navegación detallada, la integración fluida con otras plataformas y un soporte de software a largo plazo son aspectos cruciales para ti, quizás deberías considerar invertir en alternativas de gamas superiores de marcas como Garmin, Suunto o COROS. O en modelos de firmas como HUAWEI, Apple o Samsung si lo que buscas es un reloj más versátil.
En mi opinión, el Amazfit T-Rex 3 representa un avance significativo para la marca y se acerca cada vez más a competir en el segmento de los relojes deportivos de gama media. Sin embargo, para convertirse en un contendiente realmente sólido, Amazfit necesita seguir trabajando en el pulido de su software, la mejora de la experiencia de navegación y ofrecer un soporte de actualizaciones más consistente a sus usuarios.
Por ahora, el T-Rex 3 es un dispositivo muy interesante para aquellos que buscan una gran cantidad de funcionalidades a un precio muy competitivo, asumiendo ciertas limitaciones en algunos apartados. Es, en esencia, el Casio G-Shock de los relojes inteligentes: robusto, funcional y con una excelente relación calidad-precio, aunque con algunos aspectos que aún necesitan madurar.
+ Pros |
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− Contras |
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Nota: 86 |
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