VRS
Sanidad defiende al fin la inmunización frente a la bronquiolitis para todos los bebés
Después de meses de silencio, apoya la recomendación de la Ponencia de Vacunas e insta a inmunizar a los menores de seis meses "a la mayor brevedad, a ser posible en el mes de octubre"
El virus respiratorio sincitial (VRS) es el causante de enfermedades respiratorias agudas epidémicas (bronquiolitis y neumonías). Aunque actualmente no existe una vacuna eficaz frente a este virus, si está disponible una alternativa para prevenir la infección que causa (bronquiolitis): la inmunoprofilaxis pasiva mediante la administración de anticuerpos neutralizantes. Es el caso de nirsevimab (Beyfortus, por su nombre comercial, de Sanofi y AstraZeneca) el primer- y de momento, único- medicamento que inmunizará a recién nacidos y lactantes frente los efectos de este virus.
En España, el VRS está detras de al menos uno de cada diez ingresos hospitalarios en niños menores de cinco años y es la segunda causa de muerte en menores de 12 meses. Además, se sabe que el 95% de los casos en menores de dos años ocurren en niños previamente sanos. Con este medicamento se espera poder reducir hasta en un 84% las asistencias médicas (urgencias, Atención Primaria y hospitalizaciones) relacionadas con este patógeno.
Sanidad aprobó su financianción el pasado mes de mayo, y la Ponencia de Vacunas emitió en julio las recomendaciones de uso para la temporada 2023-2024. Así, señalaron que, como indica su ficha técnica, debía ser administrado a neonatos y lactantes "a la mayor brevedad, a ser posible en el mes de octubre"- antes del comienzo de la temporada álgida del virus- mediante una sola dosis que les protege durante cinco meses- de octubre a febrero-. Como se reafirmó ayer en la CSP, la inmunización se realizará en hospitales a los recién nacidos, y en centros de salud a los que nacieron entre el pasado abril y este septiembre. El anticuerpo monoclonal será incluido en los calendarios de vacunación autonómicos como se haría con una vacuna y se establecerán medidas de seguimiento del impacto.
Pese a las evidencias y recomendaciones, hasta la reunión de ayer, el ministerio que dirige José Miñones- en funciones- no había apoyado la inmunización generalizada de los menores de seis meses, sino todo lo contrario. En la última reunión del pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en la que se hablo del tema- celebrada el pasado 17 de mayo- estaba del lado de la mitad de las regiones que defendían que sólo se protegiera a los bebés con factores de riesgo -prematuros de menos de 35 semanas, con inmunodepresión severa, con síndrome de Down o en cuidados paliativos, entre otros-. Durante los meses siguientes, la balanza se inclinó en favor de las inmunización generalizada y la mayoría de las comunidades autónomas fueron comunicando que protegerían a todos los lactantes de los efectos de este virus, y adquiriendo las dosis necesarias para comenzar en octubre. Sólo el País Vasco se mantiene actualmente en su negativa a proteger a todos, mientras Navarra aún no ha comunicado cual va a ser su proceder.
Evitar las hospitalizaciones
La gran mayoría de la comunidad científica- nacional e internacional- apoya el uso genearlizado de este medicamento como profilaxis en la prevención del VRS en menores de seis meses y lo considera un gran avance en el abordaje de una infección que afecta a casi todos los menores de dos años en algun momento. Su ventaja principal es que su uso evita cuatro de cada cinco actos médicos- consultas en Atención Primaria y hospitalizaciones- lo que repercute tanto en ahorrarle a los pequeños y a su entorno el sufrimiento que conlleva la infección como en liberar al sistema sanitario de una carga asistencial que el invierno pasado colapsó los servicios de urgencias pediátricas en España y en otros países de Europa.
Los hallazgos de un estudio realizado en Estados Unidos durante el otoño de 2022 y publicado hace un mes en JAMA Network- respaldaron la decisión de inmunizar a todos los menores de seis meses, y no sólo a los de riesgo. Los investigadores evaluaron las características y los resultados de enfermedades graves en 600 bebés de 39 hospitales en 27 estados como parte del registro de Cuidados Intensivos Pediátricos del VRS. El registro realizó una vigilancia prospectiva durante el pico estacional del VRS en 2022. Durante este período de dos meses, los investigadores encontraron que la mediana de edad de los lactantes que requirieron cuidados intensivos fue de 2,6 meses. De estos, 169 (28%) fueron prematuros; 487 (81%) no tenían condiciones médicas subyacentes, y 143 (24%) recibieron ventilación mecánica invasiva.
El trabajo concluyó que la mayoría de los bebés de EE. UU. que requirieron cuidados intensivos por bronquiolitis eran sanos y nacidos a término. "Estos hallazgos resaltan la necesidad de intervenciones preventivas contra el VRS dirigidas a todos los bebés para reducir la carga de la enfermedad grave, incluyendo nirsevimab, el anticuerpo monoclonal neutralizante del VRS de acción prolongada", destacaron los investigadores.
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