Bienestar animal
"La rigidez muscular indica que el perro está pasando frío"
Ante la llegada del otoño, la protección de los canes a las bajas temperaturas varía en función de su tamaño, su edad y su pelaje
Con la llegada del otoño, las temperaturas descienden drásticamente, lo que se traduce en pasar más frío y, por tanto, existe una mayor probabilidad de que los animales de compañía se resfríen. La cuestión es que algunos animales pueden requerir de mayor abrigo por sus condiciones físicas o el espacio que frecuentan habitualmente. En ese sentido, Tiendanimal, especialista en todo tipo de productos para los animales de compañía, ofrece algunos consejos básicos para ayudar a que nuestro perro pueda sobrellevar mejor el otoño y el invierno.
Nuria Gómez, experta veterinaria de Clinicanimal, informa que la red de centros veterinarios de Tiendanimal sostiene que "la protección del frío en los perros varía en función de su morfología, si es un perro de gran tamaño o pequeño, de si tiene el pelo corto o largo, o si es cachorro, un adulto o uno de avanzada edad". De hecho, Gómez asegura que "en el caso de los perros de más edad debemos prestar aún más atención a esta cuestión dado que su mayor vulnerabilidad puede hacer que el catarro derive en una bronquitis, una artritis o una incluso neumonía".
Algunas razas con menos pelo como el galgo necesitan cuidados extra ante bajas temperaturas
Por su condición física o necesidades especiales, existen perros que presentan mayor susceptibilidad ante el frío. Tal y como explica la veterinaria, "nos referimos por ejemplo a perros cachorros, de edad avanzada, perros sin pelo o animales enfermos, así como a determinadas razas caninas como el galgo, pinchers y otras razas que no tienen una buena capa de subpelo". La veterinaria de Tiendaanimal explica que "todos ellos necesitarán cuidados extra con la llegada del frío".
Sin embargo, Gómez subraya que no todos los canes requieren que les facilitemos una mayor protección ante las bajas temperaturas ya que de forma natural se adaptan a la llegada del otoño y, desde diciembre, del invierno: "Por el contrario, animales sanos, jóvenes y dinámicos, que tengan sano su manto natural de pelo y no presenten sensación aparente de frío, en un principio, no requerirían de estas prendas de abrigo extras".
Ante la duda que pueden tener muchos dueños de perros sobre si ponerle o no un abrigo para salir a pasear, la veterinaria nos instruye sobre los síntomas que indican que nuestro tiene frío y, por tanto, corre el riesgo de contraer las patologías antes citadas como bronquitis, artritis o neumonía.
Es clave entender las señales que nuestro animal de compañía pueda darnos. El síntoma más común son los temblores, frecuente en razas de tamaño pequeño, así como en perros de pelo corto o sin pelo. "En estos casos sí se recomienda abrigar a un perro, ya sea con el uso de un jersey o un abrigo especialmente diseñado para perros", aconseja Gómez. Otros síntomas que podemos encontrar y que nos alertan de que el can está pasando frío son la rigidez muscular, la piel muy fría o incluso la somnolencia, en casos más extremos.
Si el perro necesita abrigo, "debe cubrir todo el lomo, desde la base hasta la cola"
"Atendiendo a la estructura de nuestro perro, lo más recomendable es que el abrigo debe cubrir todo el lomo, desde la base hasta la cola, ya que se trata de la parte del cuerpo que queda más expuesta al exterior. El cuello también es una zona muy vulnerable y que no debe quedar desprotegida, si queremos aislarles correctamente del frío", añade la veterinaria. Asimismo, conviene evitar las prendas rígidas o demasiado acolchadas que puedan limitar la movilidad de tu perro y optar por tejidos elásticos que resulten cómodos y abrigados, que puedan ser empleados tanto para estar en casa como para salir a pasear. Gómez explica que "así evitaremos que sufra cualquier tipo de resfriado o catarro, que se manifiestan con estornudos y tos, entre otros síntomas, por culpa del frío".
En el caso de lluvia, es común que el perro regrese al hogar mojado o con el pelaje humedecido tras el paseo. Esta situación "puede derivar en problemas pulmonares, si la salud de nuestro perro es delicada", advierte Gómez. En ese sentido, un abrigo con un impermeable, que lo proteja de la lluvia y la nieve, puede ayudar a aislar adecuadamente al perro, combinándolo, una vez lleguemos a casa, con una buena sesión de toalla y secador para que nuestro fiel compañero esté completamente seco.
Varias razas de perro, como Husky Siberiano o Alaska Malamute, disfrutan del frío y la nieve porque es su hábitat natural
De esta forma, Gómez concluye que "evitaremos enfermedades pulmonares y resfriados, que puedan suponer problemas de salud más graves". Al estar en permanente contacto con el suelo pueden sufrir dolencias como heridas o cortes, sobre todo si el suelo está muy frío o tiene una capa de hielo. La revisión de las patas al llegar a casa nos permitirá detectar si tiene alguna herida.
A algunos perros les encantan las salidas a la montaña en otoño y en invierno con temperaturas bajas. Disfrutan del frío y la nieve porque es su hábitat originario natural. Es el caso de razas como Husky Siberiano o Alaska Malamute, pero la mayoría de ellos pueden resentirse. Ante este riesgo, los expertos recomiendan programar las salidas a las horas de menos frío y aprovechar las temperaturas más suaves del día para disfrutar del aire libre.
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