La Razón Solidaria
¿Pueden los perros mejorar nuestro bienestar mental?
Beacon, el golden retriever que ha ayudado a las gimnastas estadounidenses a lidiar con la ansiedad previa a los JJOO
Apocos días de empezar los Juegos Olímpicos de París, un nuevo protagonista acaparaba todas las miradas, lo que tiene mucho mérito al tener en cuenta que no es un o una deportista. Beacon, un golden retriever de 4 años, aparecía en todas las televisiones y llenaba las redes sociales, al lado siempre de las gimnastas estadounidenses, a las que ha facilitado el camino hasta la Villa Olímpica.
La exentrenadora de gimnasia rítmica de Estados Unidos Tracey Callahan adoptó y adiestró a este perro con el fin de que pasar tiempo con él fuera un alivio y una terapia para las deportistas profesionales. Y es que, según palabras de Callahan, este animal de cuatro patas tiene una gran capacidad «para absorber el estrés».
Proporcionar consuelo y relajación ha sido la misión de Beacon en los meses de entrenamiento previos a París. Algo que, si bien es importante para todas las personas, se vuelve más relevante si cabe para aquellas que están sometidas a una presión constante, como es el caso de los deportistas profesionales.
En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la salud mental fue uno de los temas más tratados. La gimnasta norteamericana Simone Biles se retiró voluntariamente por problemas de salud mental, a pesar de ser la favorita y de estar solamente a una final por equipos y a cuatro finales individuales de ganar. La renuncia de una de las mejores sirvió para unir salud mental y Juegos. Ahora, cuatro años más tarde, Beacon es la viva imagen de lo que ha ocurrido.
Aunque puede parecer algo novedoso, la terapia con animales es algo muy recurrente, especialmente con perros, a quienes no se les llama «el mejor amigo del hombre» por casualidad. Su naturaleza bondadosa y su buena capacidad para entrenar y mejorar aptitudes les convierten en buenos aliados para los profesionales de la salud mental. La Terapia Asistida por Animales es muy recurrente en casos de ansiedad o estrés postraumático. «En cierto modo, siento que bloquea la realidad, y a veces eso es bueno para nosotras, para que no pensemos demasiado en las cosas. Me distrae de la realidad del dolor», dijo sobre Beacon la gimnasta Shilese Jones al periódico británico «The Times».
Los perros son capaces de detectar el sufrimiento de una persona, y con su compañía, cariño o juegos entienden que pueden contribuir a disminuirlo. Tracey Callahan destacó para el medio de deportes estadounidense ESPN los beneficios científicos que se han observado a partir de la terapia con animales, que fue lo que precisamente le hizo querer incluir a Beacon como un miembro más del equipo: «La ciencia muestra que acariciar a un perro, o incluso ver a alguien acariciar a un perro, puede bajar la presión arterial y la ansiedad; ayudar a aumentar las hormonas de la felicidad, como la serotonina y la dopamina; y reducir los niveles de cortisol».
Durante la pandemia, Li Li Leung, directora ejecutiva del equipo de gimnasia de EE UU, experimentó por sí misma las ventajas de tener un perro en el entorno laboral ya que se llevó a su cachorro a la oficina. Esta experiencia fue importante para que la delegación artística apostara por incluir un perro de terapia, o más bien, perros de terapia, ya que Baecon no es el único. Según ha expresado en varias ocasiones Callahan, a Baecon «le gustan mucho los perros, pero le encantan las personas».
Los resultados han sido inmejorables, y los olímpicos estadounidenses, con Simone Biles a la cabeza, apuntan a varios oros en París. Medallas que, de conseguirse, deberían ir acompañadas de una buena chuche para Baecon.
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