Uno de los pensadores más importantes de la historia reciente de nuestro país, Antonio Escohotado, pasó gran parte de su vida experimentando y cavilando alrededor del consumo de drogas. Según él, el consumo de sustancias prohibidas y reservadas para los mayores de edad, ha llegado a constituir una especie de 'rito de paso' hacia la etapa adulta para muchos jóvenes en nuestra sociedad. Esta es una cuestión que preocupa mucho hoy en día debido a los riesgos para la salud que pueden derivar de ello.

Algunas drogas son legales, como el alcohol o el tabaco, pero la gran mayoría de sustancias catalogadas como tales no están permitidas. Sin embargo, las personas acaban encontrando subterfugio como el contrabando o el narcotráfico para hacerse con ellas. Mucha gente arriesga su vida y su integridad física y mental con el consumo o posesión de estos químicos.

Periódicamente salen nuevos narcóticos al mercado (negro) que se ponen 'de moda' entre la población más joven, causando enormes sufrimientos. En la década de los 80, en España, se asistió por desgracia a la proliferación del consumo de heroína, que dejó numerosas muertes y problemas graves de salud de por vida. Uno mira hoy el 'cine quinqui' de esta época no tan lejana y es inevitable encontrarle semejanzas con la actual 'crisis del fentanilo' que existe en Estados Unidos.

Pero no todas las drogas provienen del narcotráfico ni de países alejados de nuestro entorno, muchas de ellas se fabrican hoy en día en Europa en laboratorios caseros y sin ninguna clase de protocolo de higiene ni control de calidad. Al comprar cualquier clase de sustancia 'en la calle', los clientes realizan una especie de acto de fe, ya que no saben realmente de qué se componen lo que van a consumir.

Y no menos relevantes son las sustancias que se pueden adquirir de manera legal en las farmacias y comercios y que, a pesar de no estar catalogadas como drogas, hay quien les da este otro uso alternativo. Se ha visto con los 'optalidones', que contenían barbitúricos o más recientemente con las ampollas de nitrito de amilo ('popper'), que se recetaba para problemas de angina de pecho.

Esta clase de consumo es complicado de perseguir, ya que se trata de producto que no estaban diseñados para servir de drogas recreativas. En algunas ocasiones, además, se trata de bienes de uso muy cotidiano, como cuando se 'esnifa' cafeína o pegamento adhesivo. Son tan comunes que poco se puede hacer para frenar su uso insalubre aparte de la divulgación y la concienciación.

Preocupación por el uso del 'cloretilo' entre los jóvenes

Una sustancia de este estilo que se está viendo cada vez más ser utilizada como droga recreativa es el llamado 'cloretilo' o cloroetano, un gas de hidrocarburo halogenado de color transparente cuya composición química es C2h5Cl. Se comercializa normalmente en las farmacias, y no es necesario, por el momento, disponer de una receta para adquirirlo.

Fue sintetizado a mediados del siglo XVIII, y hasta principios del siglo XX fue utilizado como analgésico local , ya que desensibiliza las terminaciones nerviosas allí donde se aplica, aunque su efecto no dura más que unos pocos segundos. Desde la década de los 80, sin embargo, algunas personas comenzaron a darle un uso recreativo.

Debido a las sensaciones que causa en el organismo, muchas veces se lo compara con el nitrito de amilo o 'popper', pero su composición es completamente distinta, así como sus efectos en el cuerpo humano. La creciente demanda que ya han denunciado varias instituciones de la salud en España ha hecho saltar las alarmas por el consumo de 'cloretilo', especialmente entre los más jóvenes.

Se suele utilizar a través de la inhalación por la nariz, aunque a veces también por vía bucal, aunque es menos frecuente. Para ello, se suele impregnar la manga de la camiseta o un trapo con la sustancia y después olerlo de muy cerca. Los riesgos de causar irritaciones internas y externas, así como de provocar desmayos son elevados.

Peligros de inhalar 'cloretilo'

Es cada vez más utilizado con fines recreativos por los jóvenes en fiestas y discotecas, y se suele ver mucho en ambientes de techo y cultura 'rave'. Lo que se busca del usos del 'cloretilo' es obtener un efecto placentero, de disociación, gran euforia y alteración del grado de consciencia, principalmente. Si a esto se le suma, como suele ser el caso, la ingesta de alcohol y/o de las llamadas 'drogas de laboratorio', las consecuencias para el estado de salud pueden ser catastróficas e irreversibles.

Así lo explicaba el divulgador de contenido sobre el mundo de los fármacos Drogopedia (@drogopedia), que informaba de que, si bien se siente un gran efecto de 'colocón', este es momentáneo. Por poco que dure la sensación, no es inocua, y puede conllevar graves riesgos para la integridad física. Además, como se suele utilizar el 'cloretilo' como 'complemento' a otras drogas, la suma de alteraciones en el organismo de varias sustancias puede ser realmente peligrosa.

La plataforma de Energy Control se dedica a la investigación y divulgación de los efectos y peligros de las drogas en el cuerpo y la mente humanas. En la pestaña de su web sobre del 'cloretilo', advertían de las consecuencias adversas de este gas pensado originalmente como analgésico local.

Efectos del 'cloretilo durante el consumo:

• Si se administra directamente, pueden aparecer dermatitis de contacto y quemaduras por frío, ya que se encuentra a unos -200ºC.

• Depresión del Sistema Nervioso Central, que aumenta riesgo de sufrir caídas o desmayos.

• Posibles náuseas, vómitos y calambres estomacales. Al día siguiente, pueden darse diarreas y dolor en el abdomen.

• Irritación nasal y ocular.

• Incapacidad para hablar.

• Posible 'narcosis' : alteración del estado de conciencia, aunque es reversible.

Efectos del 'cloretilo' si se consume de manera prolongada en el tiempo o en dosis altas:

• Desequilibrio, vértigos y descoordinación en el movimiento corporal.

• Temblores.

• Pérdida o deterioro de la memoria a corto plazo.

• Cefaleas (dolor de cabeza) intensas.

• 'Nistagmo': movimientos rápidos e involuntarios de los ojos, que podrían llegar a manifestarse con una 'visión doble'.

• Deterioro neurológico grave a largo plazo, con posibles alucinaciones y ataxia (falta de coordinación).