Alerta alimentaria
Portugal advierte de una estafa para "hacer engordar" los pulpos una vez muertos
Una empresa portuguesa habría recurrido a método ingenioso, pero peligroso para la salud pública, para hacer que sus cefalópodos pesasen más, y así cobrar más por ellos
El pulpo fue durante siglos un alimento despreciado por las clases más pudientes, y solo era consumido prácticamente por las personas humildes de los pueblos pesqueros. Con el tiempo, las personas han llegado a valorar sula carne de este cefalópodo como un verdadero manjar, y su precio se disparó.
Al ser un producto caro, algunos productores de carne de pulpo en ocasiones recurren a métodos ilícitos para hacer que sus piezas pesen más y así sacar mayor rendimiento económico por ellas. Las autoridades sanitarias de Portugal ha decomisado esta semana más de 18 toneladas de carne de pulpo y de cerdo que habían sido manipuladas, y consideraron que constituían un riesgo para la salud pública.
La incautación: una posible estafa de más de 100 mil euros
El diario portugués "Expresso" daba cuenta esta semana de una actuación que llevó a cabo la Autoridad de Seguridad Económica y Alimentaria (ASAE) de Portugal para proteger a los ciudadanos de una posible estafa e incluso posible intoxicación con carne de pulpo.
La ASAE detectó irregularidades en cierta mercancía, por lo que procedió con la incautación de más de 18 toneladas carne de pulpo y de cerdo, que fueron tratadas ilícitamente para "engordar" el producto y así sacar mayores beneficios económicos. Se estima que el valor total de los bienes incautados ronda los 115 mil euros.
El truco para "engordar" los pulpos
La trampa consistiría en dejar sumergida la carne de pulpo durante al menos tres días en una solución de agua con mucha sal y algún otro aditivo alimentario, lo que hace que las células absorban mucha de esta agua y se hinchen, aumentando considerablemente su peso.
Según la ASAE, la adición de agua y aditivos está permitida, pero dentro de unos estándares sanitarios, al fin y al cabo, se utilizan como conservantes. El máximo contenido de agua permitido es del 5% y, si supera esta cifra, debe aparecer así reflejado en la etiquita.
La carne de pulpo incautada por las autoridades portuguesas tendría un "sobrepeso" adquirido por este método fraudulento de entre un 22 y un 70% más. En el caso de la carne de cerdo, el "engorde" rondaría el 42% del peso original del producto.
Peligro para la salud pública: pulpo caducado y mal etiquetado
Pero esta irregularidad no ha sido la única que han encontrado las autoridades lusitanas en una unidad industrial de la zona central de Portugal, hay más y aún más peligrosas para la salud.
Existían fallos en el etiquetado, que omitía datos sobre el contenido de aditivos antes mencionado y también sobre la fecha de congelación del producto alimentario. Entre la mercancía incautada, fueron hallados más de 240 kilogramos de carne de pulpo con fecha de consumo expirada hace más de un año.
Además, la ASAE portuguesa también informó de que la empresa a la que le fue intervenida la carne de pulpo, aunque se dedicaba exclusivamente al reenvasado de productos, ni siquiera contaba con la autorización necesaria para ello.
Por esto, se inició un procedimiento de infracción administrativa por incumplimiento de prácticas legales de información sobre productos, así como sobre introducción en el mercado de bienes de consumo sin identificación de marca y sobre falta de requerimientos alimentarios.
Las autoridades portuguesas ordenaron de manera inmediata la suspensión de toda la actividad de reenvasados por parte de esta empresa, cuyos productos fraudulentos estaban destinados no solo al mercado nacional, sino también al internacional.
Entre todos los bienes incautados, la mayoría fueron enviados a destruir, y otros pocos están siendo analizados para comprobar si cumplen las garantías de seguridad sanitaria y se pudiesen donar a comedores sociales.
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