Millonarios: la Tierra se les queda pequeña

La obsesión por el espacio de Jeff Bezos, dueño de Amazon, le ha llevado a idear un futuro asentamiento industrial en la luna.

Uno es un estadounidense de 54 años y otro un surafricano de 46. Uno es celoso de su vida personal y lleva una rutina tranquila y el otro aparece con asiduidad en los medios de comunicación. A pesar de sus diferencias, además de su olfato para saber dónde hay negocio Jeff Bezos y Elon Musk comparten una obsesión: el espacio. Tanto el creador de Amazoncomo el cofundador de multinacionales como Paypal y Tesla lo han dejado claro con palabras y hechos, porque ya no les basta ser dos de los nuevos «reyes» de la Tierra. Ahora se han propuesto que su influencia sobrepase la atmósfera. Y medios no les faltan: el primero es el hombre más rico del mundo y el segundo está en el puesto 56.

Después de que Musk lanzase uno de sus famosos coches eléctricos a orbitar alrededor de la Luna, el satélite es ahora el objeto de deseo de Bezos. Un deseo que justifica con una imagen de preocupación por el cuidado del «Planeta azul». El dueño de Amazon quiere crear un asentamiento industrial en la luna para «descongestionar» la Tierra y reservarla como hábitat para los humanos. La idea, digna del hombre responsable de una de las entidades más rentables del mundo, no ha tardado en cosechar halagos, pero sobre todo críticas. Después de consolidar Amazon, Bezos fundó Blue Origin, una empresa de transporte aeroespacial. No en vano, el magnate confesó en sus inicios que uno de sus sueños cuando era niño era construir hoteles en el espacio, parques de atracciones y colonias con capacidad para millones de personas que estarían en órbita de forma permanente.

Pero hacer de la luna un territorio menos inexplorado es mérito de Elon Musk. Al igual que Bezos, el millonario surafricano también posee una empresa de altos vuelos. SpaceX, la misma que lanzó al espacio hace unos meses un Tesla de color rojo cereza a bordo del cohete Falcon Heavy. Como Musk no descuida el espectáculo, su puesta en órbita estuvo acompañada de la voz de David Bowie: «Nos encanta la idea de un auto andando sin rumbo por el espacio y que pueda ser descubierto por una raza alienígena a millones de años en el futuro». Cuatro millones de personas siguieron el lanzamiento en directo.

Si esta fijación de los nuevos millonarios por todo lo que traspasa las fronteras de la Tierra trae cosas positivas o negativas solo lo dirá el tiempo, pero lo que está claro es que si sus deseos se materializan nos cambiará la vida. Jeff Bezos calcula que si su asentamiento industrial en la luna sale adelante dará empleo a millones de personas. Ir de casa al trabajo ya no será coser y cantar.