El ébola ha tenido que traspasar las fronteras del continente africano para que la comunidad internacional reaccione a esta crisis sanitaria. La llamada desesperada de la ONU para obtener fondos se suma a la campaña militar en el origen del contagio.

En África occidental, más de 4.500 personas han muerto por ébola hasta hoy y esta cifra sigue aumentando drásticamente en los países africanos, donde este virus se propaga a la velocidad de la luz. Sierra Leona, Guinea y Liberia son los principales focos de infección. Sin embargo, no ha sido hasta que la enfermedad ha superado las fronteras del continente africano y mordido a habitantes de Europa y Estados Unidos cuando la comunidad internacional ha reaccionado a esta amenaza. La española Teresa Romeo y las estadounidenses Nina Pham y Amber Vinson han sido el desencadenante de esta crisis global. El mensaje del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, es claro: los países deben comprometerse con esta lucha y es necesario que las arcas públicas de los estados desembolsen hasta un total de 763 millones de euros (988 millones de dólares) para hacer frente al ébola. Una llamada desesperada a la que, lentamente, han ido reaccionando la práctica totalidad de los países. Hasta el momento, las diferentes agencias de Naciones Unidas han recibido el 38% de esta cantidad, es decir, 295 millones de euros. Sin embargo, el fondo creado por la ONU para dar una respuesta rápida a la crisis del ébola, que supuestamente en esta fechas debería contar con un saldo de 5,6 millones de euros, tan sólo ha recibido 78.000 euros. Lo que no ha hecho sino alarmar a los responsables de Naciones Unidas. Tan sólo ha aportado lo prometido Colombia.

Aún así, numerosos países europeos y Estados Unidos ya han anunciado que la ayuda está en camino. Por ejemplo, desde Washington se han desbloqueado en la última semana 750 millones de dólares para destinarlos a la lucha contra el ébola y han enviado 10.000 tests, miles de guantes y 9.000 botiquines, entre otros materiales sanitarios. Además, en este momento soldados estadounidenses y liberianos trabajan mano a mano en Tubmanburg mientras construyen el primer hospital para tratar a los enfermos. Pronto llegarán reflectores con los que poder trabajar por la noche y así terminar la construcción del edifico lo antes posible. Obama, ha prometido construir 17 hospitales en la que se supone es la mayor operación de ayuda en respuesta a una crisis de salud internacional en el país. 100 marines ya se encuentran en Liberia, donde se han unido a más de 200 soldados estadounidenses encargados del transporte de materiales de construcción. A finales de este mes, se espera que la 101 División Aéreotransportada despliegue 700 tropas más. Además, el Pentágono enviará 4.000 soldados como refuerzo a la zona. Hasta ahora, EE UU habría aportado más de 196 millones de euros. Por su parte, desde el Banco Mundial ha salido una partida de 82 millones de euros, después de que su presidente, Jim Yong Kim, anunciara del peligro que puede ocasionar «el factor miedo» en la economía internacional. El Banco de Desarrollo Africano ha destinado más de 35 millones, mientras que Reino Unido, hasta a la fecha, ha desembolsado unos 125 millones y Francia unos 70. De la arcas de Comisión Europea han salido 15 millones de dólares, aunque la suma total de su plan de contingencia supera los 140. También China se ha involucrado en el proyecto común y ha donado alrededor de ocho millones, frente a los diez de Alemania. De manos privadas, habrían llegado alrededor de 27 millones. Desde España ya se han destinado más de 3 millones de euros para este fin, además de que el Gobierno, a través de Farmamundi, ha enviado dos lotes completos de equipo médico, material de protección y desinfección, rehidratación y medicamentos específicos con un valor de 155.000 euros. También desde Madrid se han aportado 50.000 euros a Acción contra el Hambre para realizar el seguimiento de casos, apoyo a las familias y sensibilización en las comunidades para romper la cadena de transmisión. La respuesta humanitaria del Gobierno se completa con 150.000 euros destinados al traslado de una Unidad de Respuesta de Emergencia de Cruz Roja Española en Sierra Leona y 100.000 euros dirigidos directamente a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pero más allá de estas cifras astronómicas, la cuestión es la inversión y canalización de las mismas. Con la infraestructura sanitaria de los países emisores de esta enfermedad es imposible responder a las necesidades de la población. Ahora, la comunidad internacional intenta construir un sistema sanitario contra reloj que se ajuste a las necesidades de estos enfermos. «No podemos romper lazos con África occidental, lo que hay que hacer es frenar este virus en su origen para evitar su expansión», afirmó ayer Obama.

Donaciones: Haití y Filipinas, sí; ébola no

La epidemia del ébola preocupa también a los más poderosos, uno de ellos Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, quien según ha anunciado va a donar junto a su esposa, Priscilla, 25 millones de dólares al CDCF (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, por sus siglas en inglés). «La epidemia del ébola es un punto de inflexión crítico», declaró el joven multimillonario. «Ha infectado a 8.400 personas de momento y se está extendiendo muy rápidamente. Un millón de personas podrían contagiarse de no poner las medidas necesarias. Tenemos que tener el ébola bajo control para que no se convierta en una crisis de salud a nivel global como lo ha sido el VIH o la poliomielitis». Con estas palabras el creador de la red social más utilizada justificaba su donación. «Creemos que nuestra ayuda es la forma más rápida de fortalecer a los expertos en la materia y prevenir que se extienda. Esta gente está haciendo un trabajo heroico al pie del cañón ayudando a enfermos, preparando centros, entrenando a trabajadores, identificando nuevos casos. Esperamos que podamos salvar todas la vidas posibles», concluyó Zuckerberg.

Este dinero será utilizado por el CDCF y Prevention’s Ebola en Guinea, Liberia y Sierra Leona, los tres principales focos de la enferemedad, y cualquier otro sitio donde el ébola suponga una amenaza. Esta donación viene seguida de la que hace un mes hizo Paul Allen, cofundador de Microsoft, y de la de Bill Gates y su esposa, que han aportado a la causa 50 millones de dólares. El pasado martes la OMS (Organización Mundial de la Salud) declaró que posiblemente en los próximos dos meses nos podremos encontrar con 10.000 personas infectadas, confirmando así que la tasa de muerte asciende al 70% de los afectados. La organización sanitaria ha definido este virus como el peor de los últimos tiempos. Otra famosa implicada de lleno en el la enfermedad que ha dado la vuelta al mundo es la modelo Naomi Campbell, que está preparando un «fashion show» para recaudar fondos para luchar contra el virus. Pero aparte de estas anécdotas, lo cierto es que en Estados Unidos no se está recaudando por parte de la población lo que en un principio se esperaba. Mientras que muchos americanos donaron cantidades ingentes para el terremoto de Haití en 2010 o el tifón en Filipinas el año pasado, parece que el virus del ébola no es lo suficientemente fuerte como para que hagan donaciones. Las imágenes de desastres naturales son mucho más impactantes que un virus y eso no ayuda a que la gente sienta la misma empatía. Según Joel Charny, vicepresidente de política humanitaria en InterAction, una ONG con base en Washington DC dedicada a ayudar a los más pobres y vulnerables, explica que la diferencia es que cuando la gente dona para un desastre natural ve más fácilmente el resultado de esa donación. Una de las asociaciones que más han recibido por parte de donantes ha sido Médicos Sin Fronteras debido a su gran credibilidad alrededor del mundo tras cuatro décadas de reconocido trabajo. Thomas Kurmann, director de desarrollo de la organización en EEUU, afirma que se han recaudado de momento siete millones de dólares y 40 a nivel mundial, informa Rosa Gamazo.