Varios militares norteamericanos encontraron a Moon en la isla de San Clemente. Estaba desnutrida pero su estado de salud era bueno.

Nick Hayworth navegaba el pasado 10 de febrero por el océano Pacífico cuando su perra Moon (Luna) cayó por la borda. Cuando llegó a tierra, se puso en contacto con la Marina norteamericana y les explicó lo sucedido. Estaban recogiendo unas redes de pesca, cuando Moon desapareció. Estaba en el barco y en un abrir y cerrar de ojos ya no estaba. Relató que todo ocurrió a dos millas de la costa de San Clemente y que estaba convencido de que su mascota, un pastor alemán de año y medio, era capaz de alcanzar tierra por sus propios medios.

En ese momento, la Marina se desplegó por la zona y buscaron al animal durante dos días, pero no lo encontraron. Después de una semana, se dio al animal por muerto.

Sin embargo, el milagro se produjo. El pasado martes, los Marines regresaron a la isla de San Clemente a realizar unas maniobras y cuando llegaron vieron a Moon sentada en el borde de la carretera, como si les estuviera esperando. Cuando los militares bajaron del convoy, la perra salió corriendo hacia ellos ante la sorpresa de todos. La mascota fue examinada por un biólogo marino del Ejército norteamericano y detectó que su estado de salud era bueno y, a pesar de la desnutrición, estaba de "buen ánimo".

Los militares subieron a Moon a un avión el pasado miércoles y lo trasladaron a la Estación Aérea Naval de North Island en Coronado, donde fue entregado a un amigo de su propietario. Hayworth, estaba fuera de la ciudad por trabajo, regresó de inmediato para reunirse con Moon.