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Salud mental

"Lagom", el secreto sueco de la felicidad: así es la filosofía de vida para encontrar la satisfacción máxima

Ser feliz no debería ser difícil, y existen algunas pautas para conseguir nuestro bienestar y una salud plena

La felicidad se puede hallar hasta en los más oscuros momentos, pero debemos utilizar bien la luz Dreamstime

Las personas que realmente quieren la felicidad, no esperan de brazos cruzados o sentados a que las buenas vibras lleguen y les encuentren.Aprovechan cada minuto de su vida para hacer que sea inolvidable, y así, en los malos momentos, pelean lo que pueden para revertir la situación o que la tempestad dure lo menos posible. Siguen filosofías como el Lagom, una forma de vida sueca en la que se busca sacar más partido a la vida con la cantidad justa de todo.

Este es un estado emocional y subjetivo. Los estudios establecen que la mitad de la felicidad de las personas está determinada por sus genes, alrededor de un 10% se puede atribuir a las diferentes circunstancias o situaciones que nos presenta la vida, y el resto, en torno al 40% de nuestra felicidad, depende de nosotros, de nuestra madurez, de cómo afrontamos lo que sucede o de nuestra forma de ver las cosas.

Suele estar vinculada con diversos aspectos como relaciones personales, logros profesionales o salud física, así como sentido de pertenencia o valores personales, entre otros. Si bien la felicidad no es un estado permanente o constante, sino que se compone de momentos de alegría, satisfacción o sentido de propósito en la vida, es una forma de bienestar que puede ser experimentada de forma diferente por cada persona. Es decir, lo que hace feliz a una persona puede no satisfacer lo suficiente a otra.

¿Cómo encontrar la felicidad plena y una vida de bienestar?

Algunas formas de encontrar la felicidad van desde practicar la amabilidad hasta dejar de revisar constantemente las redes sociales. También enfocarse en el tiempo para uno mismo, sumergirse en tus actividades y aceptar el fracaso, ese que muchas veces nos priva de lograr el éxito instantáneo pero que, no obstante, nos ayuda a aprender, evolucionar y crecer.

En sí, los suecos tienen una filosofía llamada "Lagom", que se trata de hacer lo que es absolutamente esencial y de saber cuándo parar. Este espíritu es lo que realmente define el estilo de vida escandinavo. Y es lo que hace a Suecia, por ejemplo, estar incluido cada año como uno de los diez países más felices del mundo, junto a sus vecinos Finlandia, Dinamarca o Noruega.

Etimológicamente, es una palabra nórdica antigua de la palabra "ley", y también significa "equipo" en sueco. Sus raíces se remontan a los tiempos de los vinkingos, cuando se reunían alrededor del fuego tras un día duro de trabajo y pasaban cuernos llenos de hidromiel, la bebida típica de estos grupos. Este estilo de vida propone que "por cada cosa que entre en casa, salga otra. Así, solo conservarás pertenencias prácticas, ordenadas y organizadas por espacios".

Estas son las claves para ser feliz

Según explica la experta Akinmade Åkerström a BBC, conlleva tomar en todo momento la decisión que sea la mejor para ti o para el grupo en el que te encuentras, así como ser moderado en personalidad, opiniones y evitar discrepar.

“Piensa en lagom como una balanza imaginaria que siempre necesita equilibrarse. Demasiado poco estresa la balanza, demasiado estresa la balanza, así que una mentalidad lagom intenta eliminar el estrés para mantener siempre esa balanza equilibrada. Los hábitos sostenibles que pueden mantenerse a diario son la clave para mantener ese equilibrio”, explica.

Un concepto complicado de traducir, pero relacionado con "apropiado" en el ámbito social, "atención plena" en el bienestar o "sostenibilidad" en el estilo de vida. En el día a día, se debe seguir la máxima de haber todo de manera apropiada, así como crear un hogar cálido, acogedor, con objetos que solo te produzcan bienestar o felicidad. Por otro lado, trata de desestresarnos, y cualquier actividad o situación que causa estrés se considera su antítesis, por lo que conlleva enfrentarse a ello con pequeñas circunstancias que nos ayuden a aliviarnos.

Por ejemplo, en el trabajo. Mientras que trabajar mucho nos causa estrés, tomar un descanso para hablar o tomar un café con los compañeros ayuda a recalibrar el día y encontrar momentos de felicidad. En la comida, mientras tanto, sería tener hábitos alimenticios saludables, ya que evitaríamos tomar alimentos que son nocivos para la salud. Cada persona tiene su Lagom, busca su propio equilibrio y puntos felices y saben cómo satisfacer sus necesidades, que son diferentes de una persona a otra.