Inauguración oficial
Fabada cismática en el restaurante de las exmonjas de Belorado
Mientras abonan 1.600 euros de alquiler, las clarisas fieles a la Iglesia les pagan 20.000 euros al mes de sus gastos
No hay falso cura coctelero, pero sí escanciador de sidra. No hay fotos del Papa Francisco, al que consideran un hereje, pero sí una vitrina con una de esas imágenes de santa Clara con el rímel corrido al más puro estilo Cobo Calleja. Las monjas cismáticas de Belorado han abierto oficialmente el que han bautizado como el primer restaurante de clausura de España, con una comida que ofrecieron previo pago a los periodistas que se desplazaron a la localidad asturiana de Arriondas.
Sobre el mantel, un menú del día por quince euros elaborado por tres de las ex religiosas más jóvenes que resisten en la comunidad rebelde que decidió separarse de la Iglesia en mayo.
Sor Sion, sor Myriam y sor Alma se mueven entre los pucheros, algo más díscolos que los de la santa de Ávila. Ayer Sion dio la cara ante los periodistas aunque asegura que los comensales nunca las verán, precisamente para mantenerse como contemplativas. De hecho, han rehabilitado la primera planta del hotel Ribera del Chicu como pseudoconvento. Con capilla incluida y falso obispo adosado para que les celebre en tridentino. En ausencia del brasileño Rodrigo Ribeiro Da Silva, de vuelta a la tierra del carnaval por habérsele agotado el tiempo de estancia en España, es el valenciano Rafael Cloquell quien alimenta su hambre espiritual preconciliar.
Mientras ellas se pelean con los fogones, otros sirven los platos. Ayer, un grupo de voluntarios, entre los que se encontraba la madre de una de las ex monjas y una joven que se sabía seguidora del movimiento sedevacantista y que generó algún momento de tensión con los periodistas.
Aderezos varios para elegir entre fabada asturiana o fideuá como entrantes. Codillo o escalopines al cabrales, de segundo. Y de postre: arroz con leche o frixuelos. Café como alternativa. A priori no hace falta reservar entre semana, pero las mujeres excomulgadas confían en que el tirón de su negocio será tal que ya han establecido dos turnos de comida: a la una y a las tres. Dios mediante.
La apertura del restaurante, alquilado por 1.600 euros al mes, es solo el anticipo del «parque temático» sedevacantista, puesto que ya han comprado un terreno cercano de 7.000 metros cuadrados para adiestrar perros, después de que fueran sancionadas por la Junta de Castilla y León por tener un criadero ilegal de perros en el recinto de Belorado. Mientras ellas abonan estas cantidades, la Federación de Clarisas de Arantzazu se ve obligada a abonar 20.000 euros de sus gastos mensuales en agua, luz, teléfono...
«Estamos encantadas», apunta sor Sion ante los medios, mientras se sabe primeriza en estas lides y se compromete a «seguir practicando» para reflotar la maltrecha economía de la comunidad. Eso sí, ni una sola palabra sobre el proceso de desahucio que les podría dejar en la calle por haber dejado de ser católicas y por tanto, propietarias y administradoras de un bien de la Iglesia . «Del tema, mejor no hablamos. Ya se verá si tenemos que abandonar o no el convento», sentencia con sabor agridulce. Y eso que por allí todavía no se ha dejado caer Chicote.