El acusado de intentar asesinar al novio de su expareja en Gondomar acepta 7 años de prisión

El joven acusado de un supuesto delito de asesinato en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas, ha aceptado este martes una pena de 7 años de prisión (Fiscalía pedía 15 años), mientras que su cómplice será condenado a tres años y medio de cárcel por su participación en el primero de los delitos. El juicio contra los dos acusados, en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra (sede de Vigo), no ha llegado a desarrollarse porque ha habido acuerdo de conformidad entre las acusaciones y las defensas.

Así, el Fiscal ha rebajado de 15 a 7 años la pena de cárcel que solicitaba para el acusado como autor y de 15 a tres años y medio la petición de condena para su cómplice. Además, a ambos acusados se les aplica la atenuante muy cualificada de reparación de daños, puesto que ya han indemnizado a la víctima y éste ha renunciado a reclamar responsabilidades en ese sentido. Según el ministerio público, el 28 de marzo de 2013, ambos acusados viajaron desde Portugalete, en el País Vasco, hasta Galicia. En el maletero del coche llevaban una escopeta, aunque el acusado como cómplice desconocía la presencia del arma, así como la intención de su amigo de acabar con la vida de la víctima, cuya relación con su exnovia “no aceptaba”.

Intento de asesinato

Al día siguiente, se dirigieron al domicilio de la víctima en Gondomar (Pontevedra) y allí esperaron a que llegase. Cuando lo hizo, el joven acusado entró en el edificio con la escopeta y disparó a la víctima desde unas escaleras en un rellano, atravesándole la cabeza desde la boca a las cervicales. A continuación, ambos huyeron del lugar hacia a Ramallosa, desde donde su cómplice cogió un autobús para Fene (de donde es natural) y luego viajó al País Vasco. El joven que disparó también regresó al País Vasco, y ambos fueron detenidos varias semanas después en Bilbao. El arma utilizada en la tentativa de asesinato fue arrojada a la ría de Zierbena, en Bizkaia, y nunca fue encontrada. Además de las penas de prisión, se impondrá a cada uno de los acusados una orden de alejamiento de la víctima, a la que no podrán acercarse en cinco años. Los dos acusados llevan ya un año en prisión provisional.