Hogar
Deja abierta la puerta de tu lavadora si no quieres tener estos problemas
Muchas veces se cierra de forma incosciente tras sacar la ropa y puede traer consecuencias para la salud
La lavadora es un electrodoméstico cada vez más utilizado y, a día de hoy, está presente en casi todas las casas de España. Permite lavar la ropa de manera conjunta sin tener que ir prenda a prenda como con el lavado a mano tradicional. También destaca su versatilidad, ya que suelen permitir distintos programas con diferente duración y temperatura. Sin embargo, a veces aparecen contratiempos cuando no se usa correctamente.
Si al terminar un ciclo de lavado notas un olor desagradable o manchas oscuras en tu ropa, es posible que tu lavadora no esté funcionando en condiciones óptimas. Aunque los electrodomésticos pueden sufrir desgaste con el tiempo, estos inconvenientes se pueden evitar con una sencilla acción: dejar la puerta abierta después de cada uso.
Por qué es importante ventilar la lavadora
Expertos en mantenimiento del hogar advierten que la acumulación de humedad en el interior del tambor, junto con restos de detergente y suciedad, favorece la proliferación de moho y bacterias. Cerrar la puerta inmediatamente después de sacar la ropa impide que el interior se seque correctamente, creando un ambiente propicio para el crecimiento de microorganismos que generan mal olor y pueden dañar tanto la máquina como las prendas.
Joyce French, especialista en limpieza, recomienda dejar la puerta entreabierta tras cada lavado para permitir que la humedad se evapore de manera natural. Esto es especialmente importante después de cargas grandes o ropa que haya retenido más agua, según explicó a Eikos.
Diez consejos para mantener tu lavadora en perfecto estado
Además de la ventilación, hay otras prácticas que pueden ayudarte a evitar problemas y alargar la vida útil de tu electrodoméstico. HomeHow, web especializada en limpieza del hogar, explica diez trucos a seguir:
- Elimine cualquier resto de suciedad que pueda acumularse en la goma de la puerta.
- Asegúrese de retirar cualquier residuo que quede en el compartimento del detergente.
- Mantenga el cajón del detergente seco, limpiándolo después de cada lavado.
- Deje el compartimento del detergente ligeramente abierto tras cada uso para facilitar la ventilación y evitar la humedad.
- Pase un paño seco por la abertura de la lavadora, incluyendo la goma de sellado, después de cada uso.
- Mantenga la puerta de la lavadora abierta tras cada ciclo para favorecer la evaporación de la humedad.
- Saque la ropa húmeda de inmediato una vez finalizado el lavado para evitar malos olores y prevenir la acumulación de humedad en la máquina.
- Utilice un deshumidificador en la habitación para reducir la proliferación de moho y bacterias en el ambiente.
- Opte por detergentes específicos para lavadoras de alta eficiencia, ya que generan menos espuma y dejan menos residuos.
- Limpie regularmente la junta de goma con vinagre blanco para eliminar restos de suciedad y prevenir la aparición de moho.
El mejor momento del día para poner la lavadora
Para reducir el gasto de electricidad, lo ideal es programar la lavadora entre las 22:00 y las 08:00 horas, ya que en este periodo la demanda energética es menor. Por otro lado, es recomendable evitar el horario pico, que suele darse entre las 18:00 y las 21:00 horas, cuando muchas personas están en casa utilizando electrodomésticos, luces y duchas eléctricas.
Durante este intervalo, las compañías eléctricas deben suministrar más energía, lo que puede encarecer las tarifas. Es importante destacar que la gestión del consumo eléctrico también varía entre los días laborables y los fines de semana, ya que en estos últimos todas las horas pueden considerarse como horario pico.